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Del "Ivic está enfermo" a la rendición de Cruyff: por qué el Atleti-Barça es otro Clásico
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La rivalidad se ha reactivado

Del "Ivic está enfermo" a la rendición de Cruyff: por qué el Atleti-Barça es otro Clásico

Aunque el duelo no tenga tanta repercusión como un Clásico, ha vuelto el interés por unos partidos que eran aún más interesantes cuando Gil y Núñez presidían ambos clubes

Foto: Piqué pelea un balón ante Suárez y Joao Félix. (Reuters)
Piqué pelea un balón ante Suárez y Joao Félix. (Reuters)

Un Atlético de Madrid-Barcelona siempre es excitante en la actualidad, con independencia de cómo lleguen los equipos. Aunque no tienen el mismo interés que un derbi o un Clásico, este encuentro tiene unas emociones que van más allá del estatus de ambos clubes. La rivalidad entre ambos se remonta a los 90, una época en la que disputaron vibrantes enfrentamientos.

Colisión entre Gil y Cruyff

Jesús Gil llegó a la presidencia del Atlético de Madrid en 1987. Un año después, Josep Lluis Núñez decidió que Johan Cruyff se hiciese cargo del banquillo del FC Barcelona. Dos personalidades abrumadoras para dos clubes que pasaban por momentos poco exitosos. El mandatario atlético y el entrenador barcelonista, cada uno en su parcela, tuvieron el poderío suficiente para convertir a sus respectivos equipos en los mejores de la época. Sin embargo, sólo el Barça lo consiguió.

El Barcelona consiguió victorias de prestigio que lo convirtieron en el mejor de la Liga y uno de los equipos más dominantes de Europa gracias al nuevo proyecto. Mientras tanto, el Atleti apenas ganó títulos y se conformó con no perder su estatus. En aquella época, fueron numerosas las trifulcas entre el presidente y los innumerables entrenadores que se sentaron en el Calderón.

Foto: Jesús Gil y Gil 'El Pionero' (HBO)

La relación entre ambos tuvo otro cariz. El Atleti de Gil fue el rival más temible del Barça desde la llegada de Cruyff hasta la temporada 1999/00. Aquel año, sin embargo, supuso el fin de la hegemonía azulgrana en España y el descenso de los colchoneros a Segunda. Sus enfrentamientos dejaron un sinfín de momentos especiales, goleadas de bulto, remontadas épicas, polémicas arbitrales y eliminaciones coperas por ambas partes. La mayoría fueron de los culés, cuya aura de favorito solía disiparse en presencia de los rojiblancos. La victoria de los madrileños en la única final que disputaron aumentó la intensidad del contraste. Aquellas temporadas crearon una rivalidad genuina.

Del 4-0 a la victoria culé

Cruyff ocupó el banquillo culé en la temporada 1988/89 tras el Motín del Hesperia. Pese a cambiar casi toda la plantilla y no encontrar estabilidad en el juego, el equipo llegó a marzo con posibilidades de disputarle la Liga al Real Madrid de Beenhakker, vigente campeón, y clasificado para los cuartos de Recopa y Copa del Rey. Por su parte, el Atleti inició la campaña con Maguregui en el banquillo, siguió con Briones, luego con Ron Atkinson y, para inicios de 1989, el entrenador ya era Colin Addison.

Gil aseguró en febrero: "Hasta ahora va todo bien y hablo todos los días con Addison. Aunque ya sabe que, si se desvía del camino, le mando también a Londres". El inglés se desvió y al enfrentamiento copero llegó con el agua al cuello. La prensa fue clara sobre la situación del entrenador: "Su destitución depende del resultado del partido de ida de los cuartos de final de Copa frente al Barcelona".

placeholder El expresidente del Atlético de Madrid, Jesús Gil. (Imagen de archivo)
El expresidente del Atlético de Madrid, Jesús Gil. (Imagen de archivo)

El Atleti aprovechó la sensible ausencia de Bakero y, gracias a tres goles de Baltazar, empató a tres en el Camp Nou. Aquel resultado salvó momentáneamente al técnico. En la vuelta, los colchoneros ganaron 4-0 en el Calderón con doblete de Baltazar, y volvió la ilusión. Eufórico, Gil dijo: "Quiero en semis al Madrid porque tenemos una espina clavada. Era trascendental ganar al Barcelona. Hemos dado sensación de gran conjunto. Con este equipo, somos invencibles".

Cruyff también habló sobre el partido. "En la primera parte hemos jugado bien, reservando fuerzas. (...) En la segunda, cuando salíamos decididos a solucionarlo, encajamos un gol inocente que nos hundió". Por su parte, Addison argumentó que dominaron de principio a fin y dieron espectáculo. A la postre, sin embargo, el espectáculo le sirvió de poco. El Atleti perdió la ida de las semifinales frente al Madrid y, tres días despues, perdió en Liga en el Camp Nou (3-0). Aquella derrota, que estuvo marcada por la ausencia del crack Futre, supuso la destitución de Addison. El holandés, en cambio, se mantuvo y el Barça ganó la Recopa.

Clemente vence a Cruyff

Ambos equipos únicamente se midieron en Liga en la temporada 1989/90. Los azulgranas acabaron por delante en la tabla, pero perdieron ambos enfrentamientos ante el Atleti de Clemente, que estuvo cerca de ser entrenador del Barça. Finalmente, eligieron a Cruyff. Ahí se vieron las caras y en los siguientes años cruzaron declaraciones poco amistosas sobre sus antagónicos puntos de vista. En la duodécima jornada los colchoneros ganaron por la mínima, con Manolo como protagonista. La suplencia del delantero, que era titular en la Selección, generó polémica.

Cruyff dijo que consideraba mejor no fijarle un marcador individual al escurridizo atacante, a pesar de su facilidad para desmarcarse. Aquel día Manolo partió desde el centro del campo por orden de Clemente. El ariete anotó el gol de la victoria. En su carrera, marcó cuatro goles al Barça de Cruyff. Por el lado culé, el saco de goles recibido el ejercicio anterior sirvió para que el técnico holandés aprendiese la lección. El Atleti tenía una buena delantera, liderada por Baltazar.

placeholder Los 11 fichajes de Johan Cruyff cuando llegó al Barça. (Imagen de archivo)
Los 11 fichajes de Johan Cruyff cuando llegó al Barça. (Imagen de archivo)

Su plan fue recuperar a Urbano del ostracismo para marcar a Futre y emparejar al potente Aloísio con Baltazar. El dibujo del Barça pasó del 3-4-3 habitual al 4-3-3. "Muy pocas veces ha renunciado Johan a su defensa de tres", dijo, orgulloso, Clemente. La variante táctica del vasco fue la más acertada, a pesar de que Baltazar no marcó. El técnico rojbilanco habló tras el partido: "Los primeros 20 minutos fueron buenos. Luego, tras el gol, cambiamos la táctica para pasar a defender. Era lógico. En el segundo tiempo dominamos el centro del campo".

Cruyff opinó que su equipo jugó bien. "Un empate hubiera sido un resultado más justo. Si hubiéramos hecho lo mismo que frente al Atlético, no habríamos perdido en las tres primeras salidas de la Liga". En febrero, el holandés estuvo cerca de ser destituido tras perder contra el Madrid. En marzo, Gil cesó a Clemente, relevado por Joaquín Peiró. La victoria por 0-2 conseguida en la vuelta por el Atleti cortó la racha de cuatro victorias y un empate que permitió seguir en el cargo a Johan. Poco después, alargó su ciclo en el Barça gracias a la Copa que ganaron; a diferencia de su homólogo rojiblanco, que fue despedido en agosto tras perder el Colombino y el Carranza.

El Atleti elimina al Dream Team

La temporada 1990/91 se considera la originaria del Dream Team. Aquel Barça, que contaba con Koeman, Laudrup y Stoickhov, arrebató la Liga al Madrid de La Quinta, que llevaba cinco seguidas. Sin embargo, fueron eliminados por el Atleti en Copa. Antes de enfrentarse en Copa, los colchoneros, dirigidos por Tomislav Ivic, ganaron 2-1 a los culés en la novena jornada de Liga. Esa fue la primera derrota culé de la temporada. en la competición domésitica. Cuando llegaron las semifinales de Copa, la situación no era la misma: Cruyff había renovado e Ivic había sido ninguneado.

El partido de ida se jugó el viernes 20 de junio de 1991. El martes previo, Jesús Gil apartó al técnico croata de sus funciones, al que reemplazó Ovejero. El presidente explicó: "Ivic está enfermo. La era Ivic ha terminado. Los jugadores no le quieren (...) He creído conveniente que sean Ovejero y los jugadores los que configuren la alineación. (...) En Valladolid ya se le impuso a Ivic el equipo que tenía que jugar, que le comuniqué por escrito yo y que hicieron los jugadores (...) Le he dicho que si quería venir a entrenar hoy que viniera, pero que le iba a decir a los jugadores que no pinta nada. ¿Quiere ser florero en el banquillo? (...) Ivic se quedará descansando y a Barcelona iré yo".

placeholder El Dream Team. (Imagen de archivo)
El Dream Team. (Imagen de archivo)

El Atleti, a pesar del ambiente, ganó una eliminatoria al, probablemente, mejor Barça de Cruyff. En lo futbolístico, el equipo cambió poco su propuesta de juego con Ovejero. Tras el partido, Solozábal aseguró: "El sistema fue el de Ivic, aunque con algunos retoques. Se jugó un poco menos con balones largos y algo más tocando la pelota en corto". Por su parte, Cruyff ordenó a Ferrer que marcara a Schuster en el centro del campo. El defensor del Barça destacó, aunque no resultó suficiente. Con pocos minutos jugados, le fue anulado un gol legal por fuera de juego a Stoichkov. Futre y Manolo dieron la victoria al Atleti.

Cruyff culpó a los suyos por "incurrir en errores técnicos". "Sabíamos que el Atlético juega al contraataque y, por tanto, lo más importante es no perder el balón, acabar las jugadas con un remate, sea hacia donde sea, y así, de esa forma tan sencilla, se evita el contragolpe del contrario. Pues bien, creo recordar que el único remate a puerta que hemos realizado ha llegado en el minuto 89. Así es imposible ganar. (...) Espero que sean tan profesionales como para levantar la eliminatoria en Madrid. Ojalá no haga falta para ello usar el látigo".

La vuelta se jugó tres días después. Los jugadores azulgranas reaccionaron al aviso de Cruyff, pero no se clasificaron. El Barça se puso con ventaja de dos goles, ambos de Salinas. Sin embargo, Nando fue expulsado antes del descanso y el Atleti lo aprovechó. Volvió a marcar Manolo, esta vez el definitivo 2-3 que daba el pase a la final. Los azulgranas acabaron con tres expulsados aquel día. El Barça ganó la Liga y el Atleti, la Copa.

El ciclo negativo de Aragonés frente a Cruyff acaba en una eliminación por 11-0

Luis Aragonés fue quien menos oposición logró hacer al Dream Team. 'El Sabio de Hortaleza' se mantuvo una temporada y media, en la jugó cuatro partidos contra el Barça y no ganó ninguno. Además, recibió dos goleadas y perdió la Supercopa de España, que se celebró en octubre. Antes de jugarla, ambos técnicos despritigiaron el torneo en rueda de prensa. En el partido de ida, faltaron Koeman y Stoichkov no jugaron. Por su parte, Aragonés se presentó con casi todos los suplentes. Esta fue su explicación: "La Supercopa es importante. Admito que me he podido equivocar, pero yo consideré que para este partido, y en este momento, era el mejor equipo que podía sacar".

placeholder El argentino Diego Simeone, entrenador del Atlético de Madrid, acompañado por Luis Aragonés. (EFE)
El argentino Diego Simeone, entrenador del Atlético de Madrid, acompañado por Luis Aragonés. (EFE)

El Barça se llevó una victoria por la mínima del Calderón, merced a un gol de Amor cerca de la conclusión. En la vuelta, el Atleti alineó de nuevo a muchos suplentes, A pesar de que el Barça apenas creó peligro, consiguió el título. Luis Aragonés aseguró que el 1-1 fue injusto: "Hemos sido muy superiores al Barcelona. Hoy presionamos más en el centro del campo. Hemos controlado el partido en casi todas sus fases, hemos creado hasta cinco ocasiones clarísimas de gol por sólo dos del Barça, el gol y otra". Cruyff no tuvo problemas en admitirlo.

Madrid, Barça y Atleti llegaron con opciones al desenlace liguero. Aragonés estuvo cerca de ganarle un partido a Cruyff en la jornada 26, pero el equipo no aguantó el doblete de Manolo y Bakero empató a falta de diez minutos, con ayuda de un desacertado Abel y ya sin Stoichkov en el campo por doble tarjeta amarilla. Los culés ganarían de nuevo la Liga y su primera Copa de Europa, mientras que el Atleti repitió Copa del Rey, título que aseguró al Sabio su continuidad.

Aragonés no superó el examen en la temporada 1992/93. En la tercera jornada, un hat-trick de Stoichkov fue clave para el definitivo 1-4. El partido no lo acabaron los dos cracks, Futre y el búlgaro, por sendas expulsiones. Luis, sin embargo, comprobó que perder en la tercera jornada no hace tanto daño como caer en una eliminatoria. 19 años después del 0-5 que Cruyff consiguió como jugador frente al Madrid, el holandés volvió a vivir una 'manita' a su favor en la capital de España. Esta vez, no obstante, endosada al Atleti y en Copa del Rey.

placeholder Hristo Stoichkov y Pep Guardiola, durante su época como jugadores del FC Barcelona. (Imagen de archivo)
Hristo Stoichkov y Pep Guardiola, durante su época como jugadores del FC Barcelona. (Imagen de archivo)

El parcial de los octavos de final fue de 11-0 a favor del Barça. En el Calderón, tras las expulsiones de Donato y Ferreira en la segunda mitad, los goles de Salinas y Whitschge cerraron un marcador que sentenció al técnico rojiblanco a inicios de febrero. La victoria de la vuelta (6-0) ya fue con el argentino Omar Pastoriza a los mandos de los colchoneros. "El equipo está lejísimos de lo que yo pretendo. Hay que borrar la sensación de debilidad producida por las goleadas ante el Barcelona. La casa no se empieza por la fachada. La lógica dice que hay que trabajar de atrás hacia delante. Primero, la defensa; luego, el ataque", dijo.

Pastoriza no consiguió su propósito a pesar de pertechar efensivamente al equipo. Poco después rechazó el puesto tras argumentar el mal clima de la empresa. Ese año el banquillo del Atleti fue un descalzaperros y el equipo quedó sexto en Liga. El siguiente, sin embargo, sería aún peor. Aunque de la adversidad rojiblanca renacerían los éxitos en sus duelos contra el Barça.

Con Romario empiezan los partidos de infarto

El brasileño Jair Pereira no duró un asalto dirigiendo al Atleti en la temporada 1993/94. En el primer encuentro contra el Barça, correspondiente a la novena fecha de Liga, Ramón 'Cacho' Heredia ya era el nuevo entrenador. Romario marcó tres goles en la primera mitad y los rojiblancos cuatro en la segunda, con doblete de Kosecki. “Sombrero marca de la casa”, dijo el narrador cuando el brasileño anotó el segundo tras superar artísticamente a Solozábal. La crónica de Vicente Jiménez en 'El País' rezó así: "Los alardes técnicos de la primera parte, la soberbia y los maravillosos goles de Romario se convirtieron en algo esperpéntico, irreal, en la segunda mitad. Bastaron tres pinceladas de Cruyff (sentó a Begiristain, cambió de banda a Eusebio, sustituyó a Guardiola) y cuatro pifias defensivas para firmar una actuación vergonzante".

'El Cacho' aseguró: "Me he sacado de encima el síndrome Barcelona. En el descanso les dije a los jugadores que se tenían que quitar la psicosis de respeto al rival y en la segunda parte dieron el sí que yo quiero de ellos". Con síndrome o sin él, Heredia no tendría oportunidad de medirse de nuevo al Barça, porque duró cuatro partidos en el banquillo. Sus sucesores ese curso fueron Emilio Cruz, Romero, Ovejero y D'Alessandro, el argentino que salvó al equipo del descenso con tres victorias en las tres últimas jornadas.

Ovejero fue quien se midió a Cruyff y Romario en la vuelta de Liga en ese baile de técnicos. En otro partido de vértigo, el brasileño repitió hat-trick y Stoichkov hizo solo dos porque le anularon otro. Koeman fue expulsado antes de la media hora de un partido que acabó 5-3, con dos expulsados por cada bando y otro gol del incombustible Manolo. El Barça de Cruyff ganó su cuarta Liga, tercera seguida sobre la bocina, y el Atleti fichó un nuevo entrenador por cabezonería de Gil Marín.

Del duelo entre maestros a otra victoria atlética en la Copa

Francisco Maturana y Johan Cruyff fueron designados técnicos más prestigiosos de Sudamérica y Europa, respectivamente, por el diario 'El País' uruguayo a inicios de 1994. El galardón pudo estar maldito, ya que 'El Pacho' duró lo mismo que Jair en el Atleti y el 'Dream Tea,' quebró en la temporada 1994/95. No obstante, el colombiano y el holandés tuvieron tiempo de medirse en un partido liguero donde sus equipos demostraron el porqué de la consideración internacional de ambos entrenadores. Aquel encuentro fue una exhibición de fútbol atrevido y limpio que acabó con siete goles y sin expulsados.

placeholder Maturana a los mandos del Atlético. (Imagen de archivo)
Maturana a los mandos del Atlético. (Imagen de archivo)

Se trataba de dos propuestas de juego combinativo, la del colombiano con un 4-4-2 zonal y la neerlandesa con un 3-4-3 con marcación combinada. Manolo no jugó y Romario, ausente desde hacía un mes, volvió e hizo dos goles, para no perder la costumbre. Guardiola marcó desde fuera del área y el Barça ganó. A pesar de la victoria, Busquets, portero titular tras la marcha de Zubizarreta, aseguró: "Pudieron meternos una goleada de escándalo si hubieran estado acertados".

Maturana se mostró optimista y explicó: "Fuimos capaces de levantar el resultado hasta el 4-3. Nos queda al menos la satisfacción de haber cumplido". Jesús Gil, en cambio, se mostró más pasional y ligeramente satisfecho: "El partido pudo acabar con un 3-6, porque el Barcelona no existió durante el segundo tiempo (...) Me voy contento, a pesar de la derrota. Hemos tenido mala suerte. Y el Barcelona ha contado con un matador Romario, que ha marcado la diferencia". Maturana dejó su lugar a D'Alessandro y este luego a Alfio Basile por los malos resultados. 'El Coco' ganó 2-0 en Liga, pero fue el exguardameta argentino quien posibilitó que el Atleti eliminase al Barça de Cruyff en Copa del Rey por tercera vez.

D'Alessandro habló de la plantilla cuando llegó. "Está desgastada, confundida. Jugaban de pie a pie, sin buscar un simple cambio de ritmo. Parecían un equipo de veteranos. Conmigo el equipo tendrá un patrón de juego, un 4-4-2 convencional abierto a todas las variantes. Se jugará muy abierto. Ni eminentemente defensivo, ni alocadamente ofensivo. No me gustan los límites, sino el equilibrio. Jugaremos en zona, aunque con flexibilidad". Los jugadores reaccionaron al nuevo movimiento en el banquillo: ganaron varios partidos ligueros y eliminaron a los azulgranas, pero luego volvió el desbarajuste habitual. En esas fechas, la situación no era mucho mejor en la Ciudad Condal.

placeholder Alineación del Barcelona en 1994.
Alineación del Barcelona en 1994.

El Barça no contó con Romario en la ida de los octavos de Copa. El brasileño se marchó a Brasil tras discusiones con Cruyff desde el inicio de temporada, que se agravaron por su suplencia en el Clásico a inicios de enero. A esas alturas, el equipo era criticado por falta de nivel y Cruyff salió al paso: "Tras el Mundial teníamos a tres de los cuatro mejores jugadores del mundo (...) Ha habido algún cambio pero, volviendo la vista atrás, el Barça tiene a la mejor plantilla de su historia. Por eso, si hay tanto sabio que duda del equipo, pues que se busque a otro y disfrute".

El Atleti marcó cuatro goles en el Camp Nou. El primero fue un penalti anotado por Simeone a Angoy, que reemplazó a Lopetegui antes del cuarto de hora tras su expulsión en la misma infracción. El maltratado 'Tren' Valencia salió desde el banquillo e hizo doblete en su mejor noche. Para la vuelta, los expulsados de rigor fueron el Abel Resino y Tomás. El balón a la escuadra de Hagi, los dos penaltis marcados por Stoichkov y los dos detenidos por Lopetegui, que había fallado en el balón aéreo del empate de Caminero, fueron insuficientes para igualar la eliminatoria, ya que el partido acabó 1-3. "Ante un momento de crisis, el Barcelona renueva a su entrenador. En este club, se le enciende la mecha", sentenció D'Alessandro más tarde. La temporada siguiente demostraría que, en la Ciudad Condal, las cosas tampoco funcionaban así.

El doblete del Atleti supone la rescisión de Cruyff

Radomir Antic aterrizó en el Atlético de Madrid en la temporada 1995/96, la del doblete. Además, dio la puntilla a Cruyff, que estaba herido de gravedad por la Liga perdida ante el Madrid de Valdano, que les devolvió el 5-0. En la primera vuelta, los colchoneros ganaron al Barça 3-1 con doblete de Penev. Mientras que el serbio destacó el trabajo de Kiko y Penev "para romper la presión azulgrana en el medio campo", Cruyff elogió al oponente como pocas veces se le vio hacer en su carrera: "El Atlético ha sido una apisonadora. Ha ido a toda pastilla. Ha hecho todo lo que se le permitió. Ha jugado muy bien. Ha sido mejor en todos los sentidos. No le hemos ganado en ningún detalle. Si el resultado hubiera sido 7-1, a callar. Lo contrario serían excusas"

Todo se decidió en abril de 1996. El Atleti ganó la final de Copa, que enfrentó a ambos en La Romareda. Era la cuarta victoria copera de los colchoneros en las cinco veces que el contrincante fue el Barça de Cruyff. Y resultó definitiva para 'El Flaco'. "No es fácil adivinar el juego del Barcelona, sobre todo por las rotaciones. (...) En este tipo de partidos, ellos suelen aumentar la tensión defensiva, acumular gente atrás y salir al contragolpe. (...) El Atleti trabaja aspectos tácticos para contrarrestar el juego del rival, pero tenemos confianza en nuestra filosofía.", dijo Antic en la previa.

El Atleti contuvo al Barça con su filosofía futbolística de presión zonal, intensiva y solidaria, ataques directos y jugadas de estrategia. Pantic marcó el único gol de la final, durante una prórroga en la que fueron expulsados Solozábal y Sergi. En los años venideros, el serbio tomaría el testigo de Manolo como principal amenaza para la portería azulgrana.

El Atleti ganó ese mismo mes al Barça en el Camp Nou (1-3) y certificó su liderato sobre el Barça, que se quedó a seis puntos. Fue un duro golpe para Cruyff. Esta vez, el análisis de los entrenadores no fue igual que en la ocasión anterior. Antic dijo: "Se ha impuesto nuestra mejor preparación en todos los aspectos. Si no hemos obtenido un resultado más amplio ha sido por el gol que han anulado a Caminero. Hemos demostrado ser superiores. Sólo hemos tenido un pequeño problema defensivo por las acciones de Amor, pero hemos cambiado de banda a Roberto y ha quedado resuelto".

Cruyff, por su parte, aseguró: "La primera parte ha sido futbolísticamente muy buena. Si no me equivoco, nos hemos quedado cinco veces solos delante del portero. Incluso después del 1-1 hemos tenido dos o tres posibilidades. Con el 2-1 hubiéramos jugado con mayor tranquilidad, pero en lugar de ello, antes de salir nos han metido el 1-2 y entonces ha sido lógico que sufriéramos un bajón en nuestro juego. Por eso hemos hecho cambios. Hemos vuelto a tener dos o tres ocasiones más, pero el balón no ha entrado y, si no entra, no se puede ganar".

El Barça cayó en las semifinales de la UEFA contra el Bayern entre ambas citas. La situación era crítica. En principio Cruyff acordó su renovación, pero fue destituido poco después, antes de acabar la Liga. "No me sentaría ni a tomar café con Núñez. No me han dejado ni despedirme", aseveró el neerlandés el 16 de mayo de 1996.

placeholder Cruyff, en sus últimos años de vida. (EFE)
Cruyff, en sus últimos años de vida. (EFE)

Los goles, entre Pantic y Ronaldo

El héroe del Atleti de Gil, Antic, se mantuvo y, en el Barça, Bobby Robson sustituyó a Cruyff para la temporada 1996/97. El inglés se estrenó oficialmente en la Supercopa de España, celebrada la última semana de agosto, donde el combinado catalán participó como subcampeón de Copa del Rey. Fue el primero de los tres títulos que Robson levantaría en su único curso.

La ida se disputó en Montjuic y también supuso el debut oficial de Ronaldo, el fichaje más caro del mundo: 2.500 millones de pesetas (15 millones de euros). La inversión fue adecuada, así lo demostró el brasileño desde el quinto minuto que jugó, cuando marcó el primero de los 47 goles que hizo. Además del doblete, ese día Ronaldo hizo un regate que sería icónico, la elástica, que esta vez sufrió Geli. El Barça ganó 5-2, pero en la vuelta faltó Ronaldo y los rojiblancos fueron muy superiores. El partido de La Peineta, que no lo jugaron los internacionales, lo ganó el Atleti por tres goles a uno y, como en el anterior, Pantic marcó. Los encuentros entre Barça y Atleti esa temporada serían un pulso de Ronaldo y Pantic a base de golazos.

Antic culpó a los árbitros cuando acabó el torneo. "El gol del Barcelona fue un fuera de juego clarísimo, pero no por centímetros sino por un par de metros. Como el quinto en Barcelona. Pero no quiero estropear mi noche hablando de terceras personas".

placeholder Bobby Robson y Mourinho. (EFE)
Bobby Robson y Mourinho. (EFE)

Robson, por su parte, declaró lo siguiente: "El Atleti es un equipo muy bueno, muy peligroso. Sobre todo, a balón parado. Ayer nos metió tres goles, los tres a balón parado". Pero a la vez recordó que, en la vuelta, su equipo era irreconocible dado que "no estaba nuestra estructura de ataque". "Ni Óscar, ni De la Peña, ni Giovanni, ni Ronaldo, ni Figo... No había nadie en el césped y nadie en banquillo. ¿Qué queréis hacer así? Si al Atlético le quitas a Kiko, a Pantic y a Simeone, no es nada".

Lo cierto es que Robson devolvió al Barça buena parte de lo que Antic le había quitado el año anterior, ya que también eliminó al Atleti en cuartos de Copa del Rey, a la postre conseguida para los culés. Y las victorias barcelonistas no fueron de cualquier manera.

El Barça eliminó en octavos de final al Madrid de Capello, que ganó la Liga. Para la ida de cuartos, jugada a finales de febrero, sacó un 2-2 del Calderón gracias al doblete de Pizzi, que cubrió de nuevo la ausencia de Ronaldo con garantía.

placeholder Ronaldo Nazario, en su etapa en el Barcelona. (EFE)
Ronaldo Nazario, en su etapa en el Barcelona. (EFE)

Ronaldo estuvo disponible para la vuelta. Todo parecía a favor para la clasificación hasta que, concluidos la primera mitad del Camp Nou, Pantic había hecho tres goles y el Barça cero. Antes del descanso, Robson pasó al ataque con el ingreso de Pizzi y Stoichkov por los defensores Blanc y Popescu. En una noche para la historia, la segunda parte recompensó el arriesgado movimiento del entrenador británico con un hat-trick de Ronaldo y el definitivo 5-4 del propio Pizzi a diez minutos de la conclusión.

Pantic, finalmente, hizo cuatro goles. Baía lloró al finalizar el partido por su mala actuación y De la Peña dijo: "Remontamos con el corazón más que con la táctica". Exhausto de emoción, Robson admitió: "Necesito tiempo para reflexionar en lo ocurrido esta noche. No recuerdo haber vivido nada igual en los 45 años que llevo en el fútbol. Creo que ofrecimos unos últimos 45 minutos de un fútbol increíble".

Los partidos tuvieron el mismo color: mucha igualdad y goles. En esta particular historia, al 3-3 del Camp Nou se le unió un 2-5 en el Calderón para la jornada 33, donde otras tres dianas de Ronaldo dejaron en nada el doblete de Kiko. El Atleti acabó el partido en inferioridad numérica por las expulsiones de Santi y Simeone.

Robson le ganó la mano a Antic en el curso más alocado entre ambos equipos. Pero ni eso ni los tres títulos conseguidos impidieron que el británico fuese relevado por Louis Van Gaal.

placeholder Van Gaal. (Reuters)
Van Gaal. (Reuters)

Llega Van Gaal y se despide Antic

Van Gaal se mantuvo tres temporadas en su primera etapa como entrenador barcelonista. En ese tiempo, el banquillo del Atleti perdió la estabilidad y Antic dejó su lugar a Sacchi en 1997 y a Ranieri en 1998, para volver a mitad de ambas temporadas a intentar recuperar equipos hundidos. De todos los enfrentamientos entre el Barça de Van Gaal y el Atleti se recuerdan especialmente los de la Liga 1997/98 y la eliminatoria de Copa 1999/00.

Se jugó la decimoctava fecha liguera en diciembre de 1997. Con dos tantos de Luis Enrique, el Barça remontó el gol de Roberto en el Camp Nou para ganar 3-1 un partido no exento de controversia arbitral. En la Ser, Gil declaró: "Aquí lo que pasa es que hay un equipo que es el Barcelona, que tiene que ganar por decreto. Y así va este tinglado. Tengo que felicitar al chiquitito de las Ramblas, porque él es el culpable de esto (...) El árbitro de hoy ha aprendido a ser conveniente con el que manda, que es el Barça. Los jugadores del Barca saben que tienen patente de corso. Y ahí está el sargento Guardiola para demostrarlo. Él ha expulsado a Santi".

La vuelta fue más tranquila para el Barça, ya que a la penúltima jornada llegó como campeón de Liga y Copa. Pese a ello, Van Gaal alertó: "También el Ajax y el Arsenal, después de proclamarse campeones, perdieron sus partidos. Cuesta más motivarse cuando has cumplido tus objetivos, pero hay que ser profesional. Siempre hay razones para jugar bien: las individuales y las colectivas. Representamos a una afición". Pero el Atleti se jugaba tener posibilidades de entrar en competiciones europeas y con esa motivación le hizo un 5-2.

El partido del Calderón tuvo la carga de ser la despedida de Antic en el plano sentimental. Vieri fue el protagonista y eclipsó a un Rivaldo que empezó el partido con un gol desde el centro del campo. Con sus dos tantos a Baía, el italiano finalizó la temporada con 27 goles.

Vieri y Antic se despidieron del Atleti con una victoria de altura que por desgracia no sirvió para alcanzar plazas europeas. Tras el partido, el relato del adiós del serbio lo escribió José Miguélez en 'El País': "Radomir Antic tuvo la despedida soñada. Se fue del Calderón por la puerta grande, con miles de gargantas fundidas en un solo grito, el cántico de guerra de los buenos tiempos: «Radomir, te quiero». Tres años en el banquillo le han bastado al técnico serbio para hacerse un hueco estelar en la historia del Atlético: deja un doblete en las vitrinas y unas cuantas tardes de buen fútbol en la memoria".

Una incomparecencia ridícula

La primera despedida de Van Gaal no fue tan agradable, empezando por su último partido en la Copa del Rey. Las semifinales coperas dejaron otro suceso para la historia, no precisamente positivo. Concretamente se trató del encuentro que tenía que haberse jugado el 24 de abril del 2000 en el Camp Nou y que no se jugó.

El partido de ida lo ganaron los colchoneros 3-0. El de vuelta, por su parte, coincidió con jornada de selecciones. Van Gaal solo tenía disponibles a once jugadores de la primera plantilla, entre ellos dos porteros, y no estaba dispuesto a competir sin todos sus internacionales, así que intentó que se cambiase la fecha. En un comunicado oficial, el club informó: “El Barcelona no puede acceder a que sus jugadores disputen el partido, porque entiende que su convocatoria es nula de pleno derecho; vulnera los derechos deportivos, sociales y económicos del Barcelona; y finalmente porque no puede sumarse a una decisión federativa que entraña la adulteración, desvalorización y desprestigio de una competición oficial, ni puede asumir la responsabilidad de participar en la farsa en que consistiría la disputa de este partido en las condiciones en que lo ha situado la Federación, porque todo ello entrañaría una falta de respeto al adversario, a los socios, al público, a los patrocinadores y al Rey”.

placeholder Josep Luis Núñez. (EFE)
Josep Luis Núñez. (EFE)

Núñez dijo que no podían competir por el riesgo de hacer el ridículo e ironizó con la expresión: “¿Es que acaso Hesp debería jugar de delantero?”. Mientras que uN despreocupado Gil apuntó: "Nos presentaremos en el Camp Nou como si fuéramos el camión de las mudanzas. Una vez en el estadio, esperaremos la decisión del propietario del campo. Si es negativa, cogeremos las maletas y volveremos a subir al autocar con todos nuestros muebles". Y eso hicieron.

Las taquillas no se abrieron aquel día, pero todo lo demás siguió el cauce habitual. La imagen del Barça formado en línea con Abelardo, Dani, Simao, Dehú, Gabri, Sergi, Puyol, Xavi, Hesp y las del capitán Guardiola hablando con el árbitro Díaz Vega sobre el caso son imborrables.

El Barça fue eliminado y la Federación Española lo sancionó con la exclusión del torneo al año siguiente, pero luego lo perdonó. Van Gaal firmó su única temporada en blanco y, junto a Núñez, se fue. Gil siguió y el Atleti, para entonces dirigido por Zambrano, perdió la final contra el Espanyol, además de descender. Los partidos entre Atlético de Madrid y FC Barcelona no volvieron a ser lo mismo que antes de la década de los noventa.

Un Atlético de Madrid-Barcelona siempre es excitante en la actualidad, con independencia de cómo lleguen los equipos. Aunque no tienen el mismo interés que un derbi o un Clásico, este encuentro tiene unas emociones que van más allá del estatus de ambos clubes. La rivalidad entre ambos se remonta a los 90, una época en la que disputaron vibrantes enfrentamientos.

Jesús Gil
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