El nuevo intento de Ancelotti de enchufar a Hazard cuando aparecen las dudas tácticas
Carlo Ancelotti busca cómo activar a Eden Hazard tras el primer tropiezo del Real Madrid en el Bernabéu. Para conseguirlo, tiene que hacer ajustes en el sistema y le pide rebeldía
La situación de Eden Hazard en el Real Madrid es extraña. Empezó la temporada de titular, transmitió buenas sensaciones, pero desapareció del once en el tercer encuentro de Liga contra el Betis. Ancelotti dio un giro en la gestión que no esperaba el jugador. No tuvo presencia en el debut de la Champions contra el Inter de Milán, no participa de partidos plácidos como la goleada al Mallorca, pero juega los últimos minutos contra el Villarreal como revulsivo.
La gestión de Carlo Ancelotti no ayuda a dar estabilidad a un futbolista que es especial por todo lo que ha pasado con el calvario de las lesiones. Por esto y porque tiene que marcar las diferencias por su calidad y experiencia. También por lo que costó y por ser uno de los mejor pagados de la plantilla.
El relevo generacional, con la buena aportación de los jóvenes, no se hace de un día para otro y es Ancelotti el que vuelve a pedir a Hazard que se rebele. Es un volver a empezar o retomar lo bueno que se vio en el debut liguero contra el Alavés. Lo hace después de que el equipo se quedara sin ideas, perdiera fluidez y bajara el rendimiento ofensivo contra el Villarreal. Es un momento de la temporada en el que aparecen las primeras dudas tácticas. El empate contra el Villarreal es un frenazo. Ancelotti quiere incorporar el oficio y la inspiración de un futbolista que está incómodo con su papel de suplente.
El entrenador lleva unos días avisando que está preparado para el momento en el que llegue una mala racha o un bajón. Courtois evitó la derrota contra un buen Villarreal y Ancelotti quedó señalado por desordenar el equipo con Fede Valverde en la posición de lateral derecho. El técnico es el primero que no oculta el sufrimiento con el que se han sacado adelante partidos como el del Inter, Valencia y el empate contra el equipo de Unai Emery. Para ninguno de ellos vio a Hazard con las condiciones físicas suficientes para voltear al rival. No le da un partido entero. En San Siro prefirió a Camavinga y Rodrygo para jugar con más velocidad por el centro y por las bandas. Contra el Mallorca y el Villarreal el elegido para jugar por dentro fue Marco Asensio.
Ajustes en el sistema
El equipo no ha perdido ninguno de los ocho partidos de la temporada, pero hay síntomas de cansancio en algunos jugadores (Modric es uno de ellos) que acumulan demasiados minutos, a los jóvenes no se les puede cargar con la presión y hay que encontrar soluciones.
Ancelotti busca cómo enchufar a Eden Hazard tras el primer tropiezo del Real Madrid en el Bernabéu. Para conseguirlo tiene que hacer ajustes en el sistema y reactivarlo. El técnico ve al belga con más peligro si juega por detrás de Benzema, en posiciones de mediapunta y cerca del área. Pero le pide intensidad, lucha, sacrifico, velocidad y efectividad. El éxito de Ancelotti no depende solo de las oportunidades y la paciencia que tenga con los jóvenes, sino también de tener a punto, en lo físico y mental, a Hazard. El proceso de puesta a punto está durando más de lo que esperaba el club y el propio jugador.
La gestión del entrenador tiene confundido al belga y lo que necesita este futbolista es, precisamente, sentir que es importante para el equipo. Esta gestión, que el italiano quiere llevar con tacto y que parece demasiado proteccionista con un futbolista que tuvo una grave lesión, pasa por tener la seguridad de que está a un alto nivel físico y en su cabeza no hay miedos a una recaída.
A Ancelotti le faltó paciencia con el belga en el segundo partido de Liga, contra el Levante, cuando le quitó en la segunda parte y dio entrada a Vinícius. El extremo brasileño marcó dos goles y encontró una racha goleadora que el entrenador estiró en los siguientes encuentros. Vinícius lleva dos partidos seguidos sin ver portería.
No juega un partido entero
Eden Hazard en un jugador clave en una temporada en la que el club no consiguió el fichaje de Mbappé y se ha lesionado, de larga duración, Gareth Bale. Los problemas en el tobillo están superados, según fuentes médicas del club, y la gestión de los minutos depende exclusivamente del cuerpo técnico. La única explicación que le han dado al belga es que la temporada es larga y va a ser un jugador útil.
El último partido entero que jugó Hazard fue el 23 de noviembre de 2019. Han pasado casi dos años. Es mucho tiempo. Por medio ha tenido la posibilidad de disputar la Eurocopa y a la pretemporada llegó con la mentalidad de no defraudar a Florentino, Ancelotti y los aficionados. Pero necesita jugar más minutos, tener continuidad y ser protagonista. Esto último se consigue con goles. De los ocho partidos de la temporada (siete de Liga y uno de Champions), ha entrado en cuatro ocasiones en el once, en dos ha salido desde el banquillo, en otros dos se ha quedado sin jugar y el balance es de cero goles y una asistencia.
La gestión de Hazard tiene que empezar a dar buenos resultados o se empezará a poner en duda la recuperación del tobillo, su confianza, el rendimiento y la mano del entrenador. Estamos a finales de septiembre y Ancelotti habla de una mejoría que es más lenta de lo que esperan en el club. En el mejor arranque de temporada de Ancelotti con el Real Madrid no sale Hazard en la fotografía y el siguiente paso es encajarlo para ver si realmente está fino, asume responsabilidades, tiene agresividad y la inspiración que necesita un equipo que no quiere perder la inercia ganadora.
La situación de Eden Hazard en el Real Madrid es extraña. Empezó la temporada de titular, transmitió buenas sensaciones, pero desapareció del once en el tercer encuentro de Liga contra el Betis. Ancelotti dio un giro en la gestión que no esperaba el jugador. No tuvo presencia en el debut de la Champions contra el Inter de Milán, no participa de partidos plácidos como la goleada al Mallorca, pero juega los últimos minutos contra el Villarreal como revulsivo.
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