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El periodista que se infiltró en el Barça narra su descenso a los infiernos: "Era inevitable"
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ENTREVISTA

El periodista que se infiltró en el Barça narra su descenso a los infiernos: "Era inevitable"

A Simon Kuper, columnista del 'Financial Times', le abrieron todas las puertas del Barça para escribir un libro que explicara cómo se construyó el "mejor equipo del mundo". Paradójicamente, acabó presenciando su implosión financiera

Foto: El periodista Simon Kuper, en La Latina. (Alejandro Martínez Vélez)
El periodista Simon Kuper, en La Latina. (Alejandro Martínez Vélez)
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El periodista Simon Kuper conoce tan bien el Barça que hasta sabe lo que es marcar un gol en el Camp Nou. En 2008, el club blaugrana le galardonó con el premio periodístico del club y le dejaron pegar unos cuantos pelotazos a la portería mientras grababan un vídeo corporativo. Unos turistas que estaban haciendo una visita al estadio se pararon a verlo y, cuando introdujo la pelota entre los tres palos, lo celebraron como si hubiera marcado Ronaldinho.

Kuper cuenta esta anécdota en ‘ Barça: the inside story of the world's greatest football club’, un libro recién publicado en inglés (próximamente en español) en el que narra el auge y caída de las últimas dos décadas del club. Durante años, Kuper ha conseguido un acceso insólito que le ha permitido hablar con presidentes, directivos, entrenadores, futbolistas y todo tipo de empleados. El Barcelona de Cruyff, escribe Kuper, revolucionó el fútbol con su estilo de juego y creó la filosofía de la Masía, la escuela de talento del Barça, y sentó las bases del mejor club blaugrana de la historia con Guardiola y Messi a la cabeza. Tras más de 17 años desde el debut del argentino, el Barcelona ha ganado cuatro Champions, diez ligas, siete Copas del Rey y tres mundiales de clubes.

Paradójicamente, aunque el Barcelona le abrió las puertas para escribir un libro sobre cómo se construyó el "mejor equipo del mundo", Kuper acabó presenciando su desmoronamiento. Si en 2018 se convirtió en el club deportivo con más ingresos de la historia, ahora está bordeando la ruina, con una deuda que asciende a 1.173 millones de euros. ¿Los motivos? La desacertada gestión de la directiva y sus peleas internas, sus carísimos fichajes y, como reconocen algunos directivos a Kuper, el sueldo del mejor jugador de la historia del fútbol.

Porque, en palabras del periodista, el Barcelona dejó de ser 'més que un club' para ser Messi F.C.

Foto: Ronald Koeman observa a Leo Messi tras finalizar un encuentro. (Reuters)

"Ahora dicen que el Barcelona tiene que volver a La Masía que creó este equipo, pero en el fútbol no puedes nunca volver atrás, porque todo evoluciona muy rápido. Tienes que copiar a los mejores y los mejores ya no son los españoles, sino el Bayern de Múnich y los equipos ingleses", detalla Kuper. Con la salida del argentino al Paris Saint Germain y sin músculo económico para fichar a más estrellas, el futuro futbolístico que tiene por delante es muy negro.

Simon Kuper (Uganda, 1969) es un escritor inusual. Este cosmopolita periodista nació en África, pero fue criado en los Países Bajos y ha vivido en California, Londres y París, desde donde durante años ha publicado una columna semanal sobre política, sociedad y libros en el 'Financial Times'. También escribe piezas tan singulares como este perfil de Roger Federer desde su jet privado o esta 'review' de un castillo de Versalles tras pasar dos noches en él. Pero si hay algo que caracteriza a Kuper es su original mirada para los libros sobre fútbol, desde Soccernomics —el 'Freakeconomics' del fútbol— o 'El fútbol contra el enemigo', una obra en la que mezclaba política, sociología y deporte en sus historias.

placeholder Simon Kuper, durante un momento de la entrevista. (A. M. V.)
Simon Kuper, durante un momento de la entrevista. (A. M. V.)

La semana pasada, Kuper desembarcó en Madrid para vivir junto a su familia un año en España. "Queremos aprender español y aquí es más fácil que en Barcelona", afirma en una terraza de la Latina. Con un español fluido, Kuper explica el "inevitable" hundimiento del Barcelona de Messi y por qué él no sería un futbolista de élite. Además, en un giro inesperado de la entrevista, me pregunta si quiero ganar 10 millones de euros como escritor.

PREGUNTA. Es inevitable hablar de tu libro sin empezar preguntándote por Cruyff.

RESPUESTA. Yo crecí en Holanda con el fútbol holandés. De niño pasé 10 años allí, donde empecé a amar este deporte, por lo que el fútbol de Cruyff es mi fútbol. Hace 20 años empecé a pensar en escribir una biografía sobre Cruyff, aunque nunca la escribí. Con los años he visto que el fútbol moderno, el de Bayern o Manchester City, es el fútbol cruyffiano. Él inventó el fútbol moderno.

P. Una de las cosas que más me sorprenden de tu libro es lo mucho que te han abierto las puertas en el Barcelona. ¿Te preocupó que tanto acceso fuera a ser perjudicial? A veces las fuentes queman.

R. No he dejado de escribir nada del Barcelona porque me hayan dado más información que a otros. Todo lo que sé y he visto está ahí. En el Barcelona he tenido mucho acceso, mucho más que con clubes pequeños. Tengo que agradecérselo porque los directivos nunca trataron de censurarme ni de leer el libro antes de que se publicara. Y esto es muy raro en el fútbol moderno. Aquí ni siquiera el 'Marca' tiene acceso al Real Madrid. Los clubes ingleses también son muy herméticos. Por eso le honra al Barça, porque me han dejado escribir un libro criticando al club, pero escrito también con amor.

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P. ¿Por qué el Barcelona de Messi se hunde y empieza a dejar de ganar? Algunas derrotas en Champions League son paradigmáticas de lo que está pasando en el club.

R. Cuando eres el número uno te vuelves vago. Dejas de pensar. El Barcelona llegó a lo más alto gracias a su estilo de juego, La Masía y Messi. Pero en los últimos años han dejado de pensar, mientras clubes como el Bayern de Múnich, Liverpool o Manchester City enviaron entrenadores de jóvenes para ver cuáles eran los secretos de La Masía y copiarles. El método Barça es el método universal de los mejores clubes. Ahora hay jugadores ingleses que podrían haber sido perfectamente jugadores del Barça como Phil Foden o Jadon Sancho. Es la primera vez en la historia que Inglaterra produce jugadores al estilo Barça.

P. El derroche, cuentas en el libro, también ha tenido que ver. Ahora están arruinados.

R. Cuando eres el número uno gastas demasiado. En 2018 fue el club con los ingresos más altos de un club de toda la historia del deporte. Como tienes todo el dinero que quieras, cuando te viene Jorge Messi [el padre de Messi] y te dice: "Necesito más dinero porque si no mi hijo se va" tú le das más. Pero entonces el resto de salarios suben. Y para retenerle fichas a más gente. El Dortmund y el Liverpool te piden más dinero y tú pagas. Y eso te lleva al colapso financiero. Los presidentes tienen mucha presión. Ellos sabían que tenían que fichar a alguien y por eso necesitaban a Dembélé cuando vendieron a Neymar.

P. En el libro dices que, sobre todo a partir de 2017, el Barcelona pasa de ser 'més que un club' a Messi F.C. ¿Crees que este viaje a los infiernos de Messi y el Barcelona era inevitable?

R. Sí, fue inevitable. El mejor jugador del mundo creó un lazo sentimental brutal con la afición. Era imprescindible que Messi se quedara para los directivos del Barcelona. Dicho de otro modo, era impensable que se fuera. No era un tema económico sino sentimental. Al final, la familia Messi se convirtió en el elemento más poderoso en el club, lo tenía casi secuestrado. Josep Maria Bartomeu fue un presidente débil porque no tuvo la fuerza de decirle a Messi que se fuera, que le iban a vender y dejar de pagar su salario y así tener 300 millones de euros para construir un nuevo equipo.

P. Rakuten, el Amazon japonés y patrocinador principal del Barcelona, podría pensar que sin Messi su acuerdo publicitario perdía sentido.

R. Laporta dijo que alrededor de un tercio de los ingresos del Barcelona venían de Messi. Es imposible saber si es cierto, pero cuando sabes que Messi gana tres veces más que cualquier otro jugador del mundo es una señal de que es demasiado. Es imposible predecir cómo va a ser el Barcelona sin Messi en el medio plazo. ¿Va a perder el 10%? ¿El 20%? ¿Más?

P. En el libro dices que no querías entender ni a Messi ni a Cruyff como semidioses, ni tampoco al Barcelona como el mejor equipo del mundo, sino como un simple lugar de trabajo. ¿Qué lecciones sacas de su caída? ¿Puede una empresa entender qué ha ido mal?

R. Dicen que el talento es importantísimo en el mundo periodístico y financiero. Es cierto, pero nosotros somos reemplazables. Si yo dejo el 'Financial Times', pronto contratarían a otro periodista que haría lo mismo que yo. En el fútbol de alto nivel no puedes reemplazar el talento. O es muy difícil de cambiar a jugadores del Real Madrid o Barcelona. Y no estoy hablando de Messi o Cristiano Ronaldo. El talento tiene todo el poder. La dirección tiene miedo del talento porque el entrenador es mucho menos importante. Es más fácil reemplazar a Zidane que a Sergio Ramos. En una empresa nosotros tenemos menos poder que los futbolistas. Y el caso más extremo fue el Barcelona de Leo Messi. También se creó un lazo sentimental entre los socios y los jugadores. La gente de la casa tenía un poder que no existe en otras empresas.

Foto: Mbappé, tras el partido. (Reuters)

P. Al final del libro hablas de distintos escenarios para el Barcelona sin Messi. El más negativo es una especie del Milan. Un directivo te decía que los próximos 25 años del Barça van a ser peores que los 25 anteriores.

R. El Barcelona siempre ha sido un club grande que no ganaba muchos títulos hasta el debut de Messi en 2004. Solo habían conseguido una Champions. Messi deja el club con cuatro Champions más y siendo el mejor equipo del mundo. ¿Qué creemos que va a pasar? Es muy probable que sin Messi se convierta en un club mucho más mediocre. Barcelona es la segunda ciudad de un país que no es ni grande ni rico. ¿Por qué pensamos que el Barcelona podría sostener este nivel? No creo que haya señales muy optimistas. Antes el club tenía ideas originales, las ideas de Cruyff. Ahora no hay nada de eso.

P. Dedicas un capítulo de tu libro a entender cómo Messi hace lo que hace en el terreno de juego. Me hizo gracia que no vieras valor en hablar con él de tácticas porque nunca en su carrera "ha dicho nada interesante" sobre las tácticas.

R. En los dos últimos años ha hablado bastante sobre la política del club, pero no sobre su juego. Su juego es instintivo. Casi todo. Él no puede hablar sobre su estilo.

P. ¿Hasta qué punto crees que los periodistas o analistas intelectualizamos demasiado el fútbol?

R. Yo estoy de acuerdo con Valverde, que dice que los mejores analistas son los mejores jugadores. Nadie entiende el juego del fútbol mejor que Busquets o Messi. Y no nos lo van a explicar. De hecho, creo que no pueden hacerlo. Ellos dos lo comprenden mejor que Luis Enrique, Koeman o Valverde. Nosotros tan solo intentamos entender lo que ellos ven. Creo que el trabajo de los analistas es más importante en las categorías inferiores.

"En los primeros minutos de partido, Messi no juega, tan solo da vueltas por la defensa del rival"

P. No sabía que Messi se pasara los cinco primeros minutos de partido olfateando la defensa rival, paseando para ver cuáles son sus lugares más débiles.

R. Yo tampoco. Casi nadie lo sabía. Es curioso porque es el mejor jugador y nadie se había fijado durante 15 años. En los primeros cinco minutos de partido no juega, tan solo da vueltas por la defensa del rival para hacerse un mapa mental en su cabeza, viendo los lugares más débiles, los espacios disponibles, etc. Es una indicación de que no sabemos ver el fútbol bien. Yo solo lo vi porque un directivo del Barcelona me lo dijo en el palco.

P. En la parte central del libro hablas de cómo es el día a día de un futbolista de élite. Tratas de humanizarlos porque viven en un mundo poco común.

R. Son seres humanos como tú y como yo. No son mejores ni peores, pero viven en una situación extraordinaria que les dificulta entender el mundo. Mi padre es antropólogo y yo siempre he mirado el fútbol desde un punto de vista antropológico. Cuando ves el fútbol como una tribu lo entiendes mejor. Los seguidores hablan de los futbolistas de una forma histérica. O son dioses o son traidores que ganan demasiado dinero. Todo esto es ridículo. Sí, sus sueldos son demasiado altos desde un punto de vista moral. Pero si te dijera: "Carlos, ¿quieres ganar 10 millones de euros al año para escribir?" Tú dices que sí, ¿no?

P. Por supuesto.

R. Y si te dicen que te van a volver a pagar 10.000 euros al año dices que no. ¿Tú crees que habría muchos periodistas en tu medio que dirían que no a cobrar 10 millones?

Simon Kuper:

P. No, creo que ninguno.

R. Claro, en casi ningún lado. Si tú ganas 10 millones, yo también quiero ganarlos. Sí, hay demasiado dinero, pero es también un problema para ellos, porque viven separados de la sociedad. Ellos quieren participar en nuestra sociedad, pero si Toni Kroos pasara por aquí todo el mundo empezaría a hacer selfis o a decir cosas estúpidas. Alguno hasta se podría poner agresivo. Yo he querido entender qué es lo que hay detrás de un futbolista. Cuando decimos que un jugador gana 10 millones de euros pensamos que no tiene problemas o va a jugar siempre bien. Eso es un punto de vista estúpido. Siempre quiero verlos como personas normales que viven en situaciones no normales.

P. Muchas veces les envidiamos por el dinero que ganan, pero también estoy seguro de que si nos propusieran llevar la vida de un futbolista de élite muchos diríamos que no. ¿Te gustaría ser futbolista de alto nivel?

R. La gente es infeliz cuando hace trabajos que no pueden o no quieren hacer. Y lo ves también a tu alrededor. Si yo jugara al fútbol profesional me sentiría desplazado porque no me iría bien. Tengo un amigo que jugó con el Ajax, no tuvo éxito y pasó por equipos pequeños holandeses. Él me dice que no es muy divertido jugar para un equipo malo. Pierdes siempre. Messi tiene mucha presión, pero es más agradable porque eres el mejor. Has nacido para jugar. Pero cuando eres suplente de un equipo de segunda línea es difícil. Hay muchos jugadores que apenas juegan un par de años en primera división.

Foto: Kylian Mbappé durante un partido con el Paris Saint-Germain. (EFE)

P. Hablas de algunos jugadores que tienen periodos de depresión como Andrés Iniesta. Me recordaba al caso del tenista André Agassi, que contaba en su biografía cómo odiaba jugar al tenis. Dices que jugar al fútbol, pese a ser un deporte colectivo, es muy individual. ¿A qué te refieres?

R. Mbappé es quien me dice que es un deporte muy solitario. Tú juegas para tu carrera y hay compañeros que son competidores. Tienes 20 jugadores en el vestuario que piensan solo en ellos y tú intentas trabajar de forma colectiva. Pero es un proyecto muy temporal. El club te utiliza. El club no te protege. Y cuando no eres útil, te echan. Hay mucho estrés, hay más competición entre los jugadores del propio vestuario que con los de fuera. Mbappé me dijo que su padre y su tío fueron entrenadores de fútbol y desde que tenía cuatro años iba a un vestuario y entendía las tácticas. "Yo soy uno de los únicos jugadores que puede pensar colectivamente porque lo aprendí cuando era niño", me dijo. Pero él, por supuesto, también piensa individualmente.

P. ¿Crees que es tan bueno porque es capaz de pensar en el equipo?

R. Sí, creo que es mejor por eso. Si tú te fijas en un solo jugador durante un partido ves cuáles son sus problemas. Hay zonas del terreno de juego que no funcionan por cómo están distribuidos los jugadores o por cómo actúan. Incluso aunque un futbolista pueda pensar que está haciendo un buen partido, está perjudicando al resto del equipo. Pero no se da cuenta. Cuando tienes jugadores como Cruyff y un poco menos como Mbappé o Messi, funciona todo el equipo porque ellos no juegan solo para ellos. Es una gran ventaja para el entrenador. Pero esos jugadores son muy raros.

Le pregunté a Rijkaard qué idioma habla el vestuario del Barcelona y me dijo que, por supuesto, español

P. En el final del libro, dices que Messi nunca se involucró políticamente en el club, como tampoco hizo Cruyff.

R. La mayoría de los jugadores de fútbol nunca han estado interesados en cuestiones políticas sobre la independencia de Cataluña. Para Messi la independencia nunca ha tenido ninguna importancia. Piqué es una excepción.

P. Como observador externo, ¿crees que desde el referéndum del 1-O la independencia catalana ha tenido algún efecto negativo en el club?

R. No. Son muy profesionales. Cuando juegas a un nivel tan alto esas cosas las pasas por alto. El equipo nunca ha sido una plantilla plenamente catalana. Recuerdo cuando le pregunté a Rijkaard cuál era la lengua del vestuario del Barcelona. "Es el español, sería imposible que los futbolistas hablaran catalán", me dijo. La mayoría de los jugadores del Barça, como Messi, apenas hablan catalán. La lengua puede llegar a ser divisiva en un equipo de fútbol. Cuando Piqué y Sergi Roberto hablan catalán entre ellos, algo totalmente normal, divide al resto. Necesitas una lengua común. Y esa siempre ha sido el español. A Cruyff le dijeron que él tenía que hablar catalán y él respondió: "Yo también hablo una lengua minoritaria también y los holandeses no esperamos que el resto del mundo hable neerlandés".

Simon Kuper:

P. ¿Cómo has visto el proceso independentista?

R. En el libro nunca quise posicionarme, pero creo que es como el Brexit en Inglaterra. Es un tema muy emocional. No hay muchos temas políticos en este momento que sean tan emocionales. Es una cuestión de identidad y los temas de identitarios, tal y como hemos aprendido allí, son los más peligrosos. Hay familias inglesas que no se hablan porque hay un padre que es pro Brexit y un hijo que es anti Brexit. Las familias se rompen por cuestiones políticas estúpidas. Y en Cataluña también hay una tendencia divisiva que, como en Inglaterra, es una cuestión de clases. Tú lo sabes mejor que yo, pero los independentistas suelen ser de clases más ricas o rurales, mientras que el voto obrero o inmigrante español es anti independencia. Y hay una diferencia clara entre clases.

P. Cambiando de tema, ¿por qué te gusta escribir sobre fútbol?

R. Entre 1998 y 2010 lo hice, pero fue demasiado para mí. No me gusta hacerlo todo el tiempo. El ambiente es bastante estúpido. Yo no tengo cosas que decir sobre el fútbol todos los días. El acceso es demasiado limitado. Si tienes suerte, te dan una entrevista con un jugador, pero luego apenas tienes 15 minutos y no te dice nada. Y tienes que escribir un artículo sobre... ¡la nada! Me gusta escribir sobre el fútbol cuando tengo un punto de vista, un acceso o una idea que es nueva. Me gustó escribir sobre el Barcelona porque tenía mucho acceso. Y había muchos temas sociológicos detrás.

P. Imagino que te habrá supuesto un soplo de aire fresco después de escribir tanto sobre el trumpismo o el Brexit.

R. Normalmente pensaba que el fútbol era un tema menor. A veces lo es. No me importa mucho quién ganó el fin de semana pasado. Me gusta comprender qué hacen y por qué lo hacen. Me ha llevado años entender por qué el fútbol es una de las grandes maravillas del ser humano.

Me gusta escribir sobre el fútbol cuando tengo un punto de vista, un acceso o una idea que es nueva

P. ¿Has descubierto algo sobre ti al escribir sobre las grandes estrellas del fútbol?

R. El tema de la excelencia. Ellos se levantan todos los días obligados a perseguir la excelencia. Para jugar al Barcelona o el Real Madrid tienes que estar entre los 100 mejores futbolistas del planeta. No todos los días tienes que ser excelente, pero quizá treinta o cuarenta veces cada año. Cuando dejas de serlo, desapareces. Umtiti era un gran jugador y ahora no lo es. Tienes que rozar la perfección durante años. Y nosotros no. Escribir este libro me ha hecho darme cuenta de la diferencia de expectativas entre mi trabajo y el de un futbolista.

Cuando escribo mi columna y la mando a mis editores me dicen que está bien. Lo dicen porque la longitud es adecuada, no hay errores terribles, tiene sentido, etc. En periodismo, como en la mayoría de los trabajos, tienes que tener un nivel aceptable. Si lo que haces está más o menos bien ya es mejor que la mayoría. En la mayoría de trabajos se pierde mucho tiempo gestionando a personas que son incompetentes. Periodistas, consultores, camareros o arquitectos incompetentes. Y eso cuesta mucho tiempo y dinero. Pero si juegas para el Barcelona no puedes ser competente. Tienes que ser brillante.

El periodista Simon Kuper conoce tan bien el Barça que hasta sabe lo que es marcar un gol en el Camp Nou. En 2008, el club blaugrana le galardonó con el premio periodístico del club y le dejaron pegar unos cuantos pelotazos a la portería mientras grababan un vídeo corporativo. Unos turistas que estaban haciendo una visita al estadio se pararon a verlo y, cuando introdujo la pelota entre los tres palos, lo celebraron como si hubiera marcado Ronaldinho.

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