Los argentinos de la Premier se rebelan como Maradona en 1985: jugarán las eliminatorias

El TAS confirmó ayer que la LFP deberá ceder a los internacionales de la CONMEBOL para las eliminatorias. El organismo presidido por Tebas había comunicado el miércoles que no lo haría, pero le han sido denegadas las medidas cautelares. Como consecuencia de esta decisión, el Barcelona-Sevilla y el Villarreal-Alavés han sido aplazados. Asimismo, han sido modificados los horarios de siete partidos.

La Premier abrió el melón el pasado martes al emitir un comunicado en el que advertían del veto a los jugadores sudamericanos para disputar las eliminatorias. “Los clubes de la Premier han decidido hoy por unanimidad no liberar a los jugadores para los partidos internacionales que se jugarán en los países de la lista roja el próximo mes. La decisión de los clubes se aplicará a casi 60 jugadores de 19 clubes de la Premier, que viajarán a 26 países de la lista roja en la ventana internacional de septiembre”.

Viajar a estos países implica hacer cuarentena al regresar, algo que dejaría a los jugadores al menos un mes sin jugar. A los diez días sin entrenar, se sumaría el tiempo que tarden en recuperar la forma. “Los requisitos de cuarentena significan que el bienestar y la forma física de los jugadores se verán afectados de manera significativa”, confirmó Richard Masters, director ejecutivo de la Premier League.

Argentina, en la lista roja

Argentina integra la lista roja del Reino Unido. Sin embargo, los cuatro jugadores de la Premier convocados –Lo Celso, Emiliano Martínez, Emiliano Buendía y Cristian Romero- han manifestado su intención de viajar a Venezuela en el avión que la AFA ha puesto a su disposición. Martínez, futbolista del Aston Villa, lo confirmó en su perfil de Twitter tras el partido de este fin de semana. “Próxima parada, Argentina”. Se han puesto la careta de Maradona, que ya hizo algo parecido.

Era 1985. Bien es cierto que no es comparable la situación porque no había una pandemia por medio. No obstante, Diego dejó de nuevo muestras de su rebeldía. Argentina disputaba dos amistosos y quería estar en ellos. Bilardo le había entregado la capitanía, pero todavía no la había estrenado. Su último partido en la selección databa de julio de 1982, en la derrota ante Brasil en España (1-3). Tres años eran demasiados sin vestir la albiceleste.

El domingo 21 de abril de 1985, el Nápoles ganó al Inter en San Paolo (3-1). Maradona salió a la rueda de prensa y fue tajante: “Yo viajo a Argentina, pase lo que pase, el domingo 5 de mayo después del partido contra la Juve. Ni siquiera el presidente Pertini podría impedírmelo, porque él no puede parar los aviones que salen desde Roma”.

Viajaría sí o sí

El 28 de abril, tras empatar con la Roma (1-1), habló de nuevo. “Quiero que me entiendan; no es mi intención irme a mi país por las malas, pero estoy desesperado por jugar en la selección y estar a disposición de Bilardo desde el 6 de mayo. Creo tener razones para que me entienda, ¿no?”.

La Federación Italiana, presidida por Antonio Matarrese, envió un télex al Nápoles y a la Fiorentina, donde jugaba Passarella, prohibiéndoles viajar hasta que acabara la Liga. Antes del partido del 5 de mayo ante la Juventus, Maradona se sentó nuevamente ante los periodistas: “Yo viajo, aunque la federación y el club no quieran”.

Después del partido ante los ‘bianconeri’ (0-0) confirmó su marcha. “Había dicho que viajaba y viajo. Pero les aviso que el viernes voy a estar de vuelta para jugar el domingo contra el Udinese. Y después me vuelvo a ir a Argentina. Luego regresaré para el partido contra la Fiorentina. Ni Matarrese ni nadie pueden decirme una palabra. Mi club me autorizó. Me voy a pasar 15 días viajando, sí, pero no me queda otra alternativa. Yo no faltaré a ningún partido. Al que le guste, bien. Y al que no, que se joda”.

Matarrese no quería que viajara porque el Nápoles tenía que enfrentarse al Udinese, que se jugaba el descenso. El resto de clubes que peleaban por la permanencia –el Avelino, el Como y el Ascoli – argumentaban, con razón, que no sería lo mismo jugar contra un Nápoles con Maradona que sin él. Por eso Diego jugó con ambas camisetas.

"Nadie me dice si puedo o no jugar en la selección"

Maradona voló más de 80.000 kilómetros entre el domingo 5 de mayo y el lunes 20. El 19 finalizó la Serie A, en la que el Nápoles fue octavo, a tres puntos del Milán y la Juventus. Gracias a esos viajes, pudo disputar sus dos primeros partidos como capitán: el empate ante Paraguay (1-1) y la victoria ante Chile (2-0). A final de mayo, llegó el turno de las eliminatorias. Pero antes, cuando viajó para los amistosos, dejó otra declaración para el recuerdo. El periodista argentino Tití Fernández le advirtió. “Diego, vinieron los médicos del Nápoles para ver si te dejan jugar en la selección”. “¿Dónde están?”, preguntó. “En el aeropuerto, en Ezeiza”. “Que se suban al avión y se vayan. Nadie me dice si puedo o no jugar en la selección”.