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Isco, el superviviente que todos los veranos se va y nunca se marcha
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El Milan le quiere a coste cero

Isco, el superviviente que todos los veranos se va y nunca se marcha

Zidane le sentenció por una declaración inoportuna y Solari le acusó de "falta de forma y competitividad". Cada año le colocan en la Premier, pero parece que el Milan podría ser su destino si aún le apetece ser protagonista

Foto: Isco, en un partido de la Liga pasada. (EFE)
Isco, en un partido de la Liga pasada. (EFE)

Llega el verano, y como los cuatro anteriores, la figura de Isco Alarcón vuelve a ser puesta en cuestión por el madridismo, que ve como el malagueño está entre los condenados a salir del Real Madrid. Pero nunca sale. El centrocampista afrontaría, en caso de seguir, la que será su última temporada en el club blanco, al que llegó en 2013 y con el que tiene vinculación hasta 2022. Casi una década de blanco.

En las últimas horas se le ha relacionado con el Milan, que no anda especialmente boyante en lo económico y pretende cerrar su llegada a coste cero. Algo que parece descartar el Real Madrid. Pero antes del Milan, a Isco se le ha relacionado con el Arsenal, el Chelsea, la Juventus, el United, el PSG... La historia de Isco en el Real Madrid en los últimos cuatro veranos es la de un juguete roto pretendido por los grandes de Europa.

placeholder Isco Alarcón, ante el Levante. (Reuters)
Isco Alarcón, ante el Levante. (Reuters)

El de Arroyo de la Miel no se ha sentido querido en un club en el que ha sido más apreciado por sus dirigentes. Florentino Pérez y José Ángel Sánchez siempre le tuvieron más fe que sus entrenadores: Santiago Solari, Zinedine Zidane y ahora Carlo Ancelotti han postergado a la irrelevancia al futbolista, cuyo rendimiento dista mucho de ser el del talentoso jugador que llegó al Santiago Bernabéu el 27 de junio de 2013.

Debut 'galáctico'

Isco se presentó como jugador blanco un 3 de julio en el Bernabéu con el 23, número de cierto aroma galáctico tras el paso de David Beckham. Llegaba con el trofeo Golden Boy bajo el brazo, como mejor jugador joven de Europa, y el 18 de agosto confirmaba en el Bernabéu las enormes expectativas puestas en él en su debut oficial en la primera jornada de Liga ante al Betis, siendo el jugador más destacado al dar una asistencia a Benzema y marcar el gol del triunfo. Isco aterrizó en Chamartín como campeón de Europa Sub-21 con un contrato de cinco temporadas y una sexta opcional, siendo el segundo refuerzo blanco, tras Dani Carvajal, del que dispondría un entrenador que se entrenaba por entonces en el banquillo blanco: Carlo Ancelotti.

placeholder Isco celebra un gol en Champions en febrero de 2020. (REUTERS)
Isco celebra un gol en Champions en febrero de 2020. (REUTERS)

Carletto e Isco empatizaron bien. El Real Madrid ganó en la 2013-2014 la Champions y la Copa con el malagueño titular en ambas finales. Sus números dimensionaban a un jugador de jerarquía con 53 partidos y 11 goles. Mantuvo la línea la siguiente temporada (53 y 5 goles), para perder algo de protagonismo la temporada que arrancó Benítez y fue relevado por Zidane (43 partidos). Sin embargo, el malagueño remontó el vuelo con Zidane volviendo a ganar Champions y siendo titular en finales, además de ser el mejor jugador en la Supercopa ante el United, al que le marcó un gol. Llegó a aparecer ese año en la lista del Balón de Oro, siendo el 12º en la lista de candidatos. Su cenit.

Para entonces Isco no solo era una realidad en el Real Madrid. Además, era el jugador sobre el que muchos querían que gravitase una Selección española que Del Bosque trataba de renovar tras su época dorada con los títulos de campeones del mundo y de Europa. Pero Vicente no acababa de verlo claro. Pese a participar con asiduidad en los partidos de clasificación del Mundial de Brasil 2014 y de la Eurocopa 2016, Isco se quedó fuera de ambas fases finales. La política de rotaciones que Zidane había impuesta en el Real Madrid no le permitía brillar lo que él esperaba y eso le generaba una imagen de jugador intermitente.

Declaraciones desafortunadas

Y entonces, el 28 de marzo de 2018, ocurrió algo que marcó el futuro del malagueño en el Real Madrid. Después de una sonada goleada de España ante Argentina (6-1) en el Wanda, en la que Isco marcó el único 'hat-trick' de su carrera, el malagueño realizó unas declaraciones desafortunadas: "Cuando no tienes continuidad con tu equipo, los partidos con la selección te dan vida. Aquí tengo la confianza del seleccionador (Julen Lopetegui), en el Madrid quizá no me la he ganado. Tengo muchas ganas de demostrar que soy buen jugador. En el Real Madrid no tengo la confianza que un futbolista necesita, quizá el problema soy yo y tengo que seguir trabajando para ganarme la confianza de Zidane”.

Aquello molestó a Zidane, entrenador de códigos que prefiere que la ropa sucia se lave en el vestuario. Y desde entonces Isco comenzó a declinar hasta convertirse en un futbolista irrelevante. De jugar 49 partidos pasó a 37 y luego a 30. La pasada temporada participó en 29 encuentros, en los que no anotó ni un solo gol.
El mismo verano que Isco advirtió su falta de empatía con Zidane, los tabloides ingleses lo colocaron en el Manchester United, Arsenal, Chelsea y hasta Manchester City. Pero el malagueño siempre se mantuvo firme en su idea de triunfar en el Real Madrid, donde ha tenido el apoyo del presidente, que siempre se ha declarado un enamorado del estilo del futbolista.

placeholder Sergio Ramos e Isco Alarcón calientan antes de un partido de la última Liga. (EFE)
Sergio Ramos e Isco Alarcón calientan antes de un partido de la última Liga. (EFE)

Pese a ello, hace dos veranos el Real Madrid sondeó incluirlo en la operación del fichaje de Eden Hazard para abaratar el coste, pero el Chelsea rechazó la inclusión de Isco. En las dos últimas temporadas, su pérdida de protagonismo futbolístico ha venido acompañada de cierta dejadez física que la grada blanca le ha recriminado. El andaluz perdió la chispa y sin velocidad en la mediapunta la magia fue desapareciendo. Sergio Ramos convirtió en un tema personal la recuperación del mejor Isco, estando encima del malagueño y tratando de mediar con un Zidane que se desenamoró de él tras aquella inoportuna declaración.

Sin embargo, fue el comedido Santiago Solari, que heredó el banquillo tras la primera espantada de Zizou, quien después de mucho morderse la lengua, terminó señalando al malagueño por su apatía. "Para jugar hay que ponerse primero en forma y luego conseguir la forma competitiva", advirtió con sincera dureza cansado de los desplantes del futbolista. Y predicó con el ejemplo en la siguiente convocatoria, ya que a pesar de contar con muchas bajas (Vinicius, Bale, Lucas Vázquez, Mariano…) dejó fuera de la lista a Isco y se llevó a los canteranos Seoane y Cristo. Solari se cansó de las malas caras del malagueño.

Ni Solari, ni Zidane, ni Ancelotti

Todo había comenzado en Ipurua, donde Isco, que fue suplente, salió en el minuto 63 con 3-0 en el marcador. En el autobús el malagueño tuvo un mal gesto con el entrenador y días después, ante la Roma, Solari le mandó a la grada. Desde entonces Isco no ha conectado con sus entrenadores. Ni Zidane, que regresó para retomar el banquillo madridista, ni ahora Ancelotti, que en el primer partido en Vitoria le dio tres minutos, confían en el regreso de un Isco al que su comportamiento fuera del campo lo ha terminado por marginar. Ante el Levante, como centrocampista, Isco brilló en la primera parte con un tono físico renovado para liderar a su equipo y desapareció en la segunda hasta salir sustituido.

placeholder Isco sortea a Radoja. (Reuters)
Isco sortea a Radoja. (Reuters)

Ahora el Milan espera que la excusa del ahorro de la masa salarial provoque que el Real Madrid le abra la puerta. Paolo Maldini, director deportivo rossonero, está tratando de rejuvenecer la plantilla. E Isco, que solo tiene 29 años, aunque parezca que tenga más por la cantidad de años que lleva en la primera línea del fútbol, podría encontrar en San Siro un entorno amable para reflotar su talento. La Premier le tentó en innumerables ocasiones, pero la distancia, el inglés y las ganas de reivindicarse del malagueño en el Real Madrid fueron más fuertes. Ahora resta saber si Isco aún tiene ganas y fuerza de volver a mostrar ese talento del que nadie duda, ni compañeros ni dirigentes ni técnicos ni aficionados ni periodista. Otra cosa es su compromiso y su competitividad. Como advertía Solari.

Llega el verano, y como los cuatro anteriores, la figura de Isco Alarcón vuelve a ser puesta en cuestión por el madridismo, que ve como el malagueño está entre los condenados a salir del Real Madrid. Pero nunca sale. El centrocampista afrontaría, en caso de seguir, la que será su última temporada en el club blanco, al que llegó en 2013 y con el que tiene vinculación hasta 2022. Casi una década de blanco.

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