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Del adiós de Cruyff al chasco con Maradona: el vacío que deja Messi es inabarcable
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fin de una era 'blaugrana'

Del adiós de Cruyff al chasco con Maradona: el vacío que deja Messi es inabarcable

Como le sucedió a Núñez tras la marcha de Cruyff, Laporta comienza su segunda presidencia del FC Barcelona con la necesidad de llenar en el equipo una ausencia irremplazable

Foto: Leo Messi celebra un tanto con la afición del Camp Nou. (Reuters)
Leo Messi celebra un tanto con la afición del Camp Nou. (Reuters)

El Barça ha tenido a tres de los considerados cinco futbolistas más grandes de la historia. Solo faltaron Pelé, que no salió de Brasil más que para un lucrativo retiro en Estados Unidos, y el argentino Di Stéfano, que tras un galimatías de acuerdos y desacuerdos llegó a Barcelona pero acabó en el Real Madrid de los cincuenta.

Después de 21 años en el club y casi 17 ganándolo todo en el primer equipo, Leo Messi se ha ido del Barça. Los catalanes pierden así al quinto grande y se quedan sin ninguno. Como sucediese con Cruyff en 1978 y con Maradona en 1984, ahora toca recomponer un equipo donde todo giraba alrededor del rosarino.

Cruyff cierra la década de Montal

Objeto de deseo del presidente Agustí Montal Costa y del técnico neerlandés Rinus Michels, Cruyff firmó con el club para la temporada 1973-74, cuando se abrió el mercado de fichajes extranjeros en España. El Barça llevaba 13 años sin ganar la Liga y Michels dos sin conseguir nada en la entidad, habiendo llegado como vigente campeón de Europa con el Ajax.

El Barça empezó fatal el curso, pero todo cambió desde que Johan se estrenase en octubre de 1973, una vez se solucionaron los problemas documentales iniciados por la propia federación neerlandesa, que se resistía a desprenderse de su jugador referente. Con Cruyff en las alineaciones, los azulgranas ganarían 0-5 al Real Madrid y más tarde la Liga.

Desde ese momento, el por entonces tres veces Balón de Oro se volvió más importante que cualquier persona no solo del equipo, sino también del club. Un año después, Michels abandonó el banquillo tras caer contra el Leeds en semifinales de la única Copa de Europa que disputó con el Barça, pero meses más tarde Cruyff logró que regresase. Lo hizo al enfrentarse a su sustituto, el alemán Weisweiller, consiguiendo poner a la afición y finalmente la presidencia de su parte. “Cruyff, sí; Weisweiller, no”, se leyó en las pancartas. Sus dos últimos años, el Barça de Michels y Cruyff no ganó la Liga, ni ningún campeonato europeo. Pero ambos se despidieron de la entidad con la Copa del Rey en su haber, competición que esa temporada 77-78 volvía a permitir la participación de futbolistas extranjeros.

Núñez opta por regenerar

En 1978, Montal dejó la presidencia y el testigo lo tomó Núñez, para cuya candidatura Cruyff pidió el voto. Tras su victoria frente a Ariño y Casaus, Núñez decidió no apostar seriamente por la pareja neerlandesa, demasiado costosa e influyente en el entorno, e iniciar una reestructuración. El empresario fue elegido presidente el 6 de mayo. Al día siguiente, se jugó el último partido de Liga, una victoria sobre el Valencia de la que 'Mundo Deportivo' tituló: "Adiós a Cruyff y a la Liga". ¿Era la innegociable despedida de Johan?

placeholder Koeman y Messi, en un amistoso en septiembre de 2020. (Reuters)
Koeman y Messi, en un amistoso en septiembre de 2020. (Reuters)

Tras la cita, Michels dejó en el aire la continuidad de ambos, declarando que "ahora, como todos saben, hay una mezcla de cosas que hace difícil saber a quién hay que dirigir el brindis. Lo mismo puede ser de despedida que de bienvenida". El día 10, el presidente se reunió con Michels, acordándose no renovar su contrato a petición de 'Míster Mármol'. El nuevo entrenador sería Muller, antiguo futbolista del club, quien para esa fecha admitió haber hablado con Núñez y tener cerrado el acuerdo al 90%, cuando Michels y Cruyff seguían en Barcelona y el futuro aún no estaba del todo claro.

Cumplidos los 31 años, Cruyff había anunciado que, extinguido su contrato, se retiraba. Tenía acordados únicamente varios partidos de exhibición en Estados Unidos, aseguró. Escéptica, la prensa neerlandesa y catalana publicó la noticia de que, a cambio de 100 millones de pesetas, el líder azulgrana estaba dispuesto a dar marcha atrás en su decisión. Todo parecía cuestión de dialogar con números sobre la mesa, como demostró luego el hecho de que Cruyff, sin suerte en sus negocios, alargase su carrera más de un lustro. Pero Nùñez solo tanteó la continuación del holandés, apelando a su barcelonismo en la charla que mantuvieron, aunque sin hablarle de cifras. Entonces no lo convenció. Más tarde, Casaus, unido a la directiva de Núñez, se lamentaría de no poder contar con "uno de los mejores de toda la historia. Ahora será toda una papeleta sustituirle. Por nuestra parte, se ha intentado convencerle de que continuase, pero no ha sido posible".

Barça-Ajax como homenaje

Aún con Michels y Johan como parte del equipo, el Barça tenía cerrada una gira postemporada, precisamente por América, expedición que finalmente se anuló debido a una lesión de Cruyff. La gira era por economía y Cruyff era el atractivo para los clubes a enfrentar, por lo que sin su participación perdía el sentido. Diez días después de ser cancelada, el 27 de mayo de 1978, hubo un Barça-Ajax como suerte de homenaje a la figura del Flaco. A causa de un tirón, Johan fue sustituido a 20 minutos del pitido final. Lo hizo entre aplausos, pero quizá menos de los merecidos debido a las circunstancias que Núñez, en su localidad del Camp Nou aquella tarde, expresaría así: "Creo que para una despedida de Cruyff se ha escogido el peor día. La fecha es fatal. Se tendría que pensar en una repetición". Se trató de un partido descafeinado, sin internacionales a causa del inminente Mundial que Johan rechazó y con la mitad de entrada, cuya recaudación fue para el club, no para el jugador.

Ya sin Johan, su excompañero Rifé, a la sazón asistente de Michels y de Muller, dijo que había "que desengañarse, encontrar otro jugador como Cruyff es totalmente imposible, por la sencilla razón de que no lo hay. Podremos cubrir su ausencia mejor o peor, pero nadie será como él". El cambio de la nueva directiva culminaría el curso siguiente con la salida de Neeskens, el tercer extranjero y neerlandés de la plantilla, enfrentado a Núñez tras la consecución de la primera Recopa del club. “Neeskens, sí; Núñez, no”, se leyó en las pancartas.

Núñez proyecta con Maradona

Pese a las palabras de Rifé y Casaus sobre el vacío dejado por Cruyff, lo cierto es que Núñez y Gaspart porfiaron para contratar un nuevo jugador franquicia, alguien similar a Johan tanto en nivel como en ascendencia dentro del equipo. Primero se pensó en Keegan, pero poco después sonó Maradona y la directiva lo tuvo claro.

A finales de los setenta, a base de jugadas preciosas y muchos goles, el Diego se postulaba como futuro mejor jugador del mundo. Minguella, ojeador del Barça en aquella época, cuenta en sus confidencias que "en 1978 viajé de nuevo a Argentina, ya con Josep Lluís Núñez en la presidencia del Barça. Me acompañaban el vicepresidente, Nicolau Casaus, y el técnico del equipo, Lucien Muller. Pero no pudimos ver a Maradona en acción en ningún partido y volvimos a Barcelona contrariados".

Asimismo, el agente confiesa que conoció el fútbol de Maradona por casualidad un año antes, pero la directiva de Montal no quiso acometer el elevado traspaso. En 1979, Maradona disputó un amistoso en el Camp Nou con su equipo y poco más tarde viajaron Minguella, Gaspart, Casaus y el propio Núñez para verlo jugar en Londres, decidiéndose en ese momento echar el resto para conseguir su contratación.

placeholder Joan Gaspart, en su despacho en el centro de Barcelona. (David Brunat)
Joan Gaspart, en su despacho en el centro de Barcelona. (David Brunat)

A juzgar por la temporalidad y los propios hechos, el joven sería el eje real del proyecto, pese a que se contratase a extranjeros más curtidos, casos de Krankl o el Balón de Oro Simonsen, como complementos a la altura. En 1980 se produjo un nuevo viaje de los responsables barcelonistas a Argentina, donde se dio la primera negociación seria por el Pelusa con Argentinos Juniors. El fichaje fue abortado finalmente por el Gobierno del país sudamericano, según confirmaron Gaspart y el propio Minguella. Como sucediese con Cruyff, el asunto de Maradona se había convertido en un problema de Estado.

Maradona llegó al Barça a la tercera intentona, tras el Mundial de España en el que participó, cuando el equipo culé era dirigido por el alemán Lattek. Simonsen había dado un excelente rendimiento, pero la llegada del nuevo 'crack' provocó su salida de una plantilla en la que también estaba el teutón Schuster. El atacante danés tenía 29 años y Maradona 21.

Como si la historia se repitiese, las personalidades de Maradona y Lattek no encajaron, por lo que aquel discutió sus métodos y acabó por insinuar su conveniente cese. Como sustituto reclamaba a Menotti, seleccionador albiceleste en el Mundial, una intención que cabía esperar. El presidente se puso de su parte y Menotti aterrizó en el Barça para el desenlace de la campaña 82-83.

placeholder Maradona, junto al 'Flaco' Menotti.
Maradona, junto al 'Flaco' Menotti.

Un final prematuro y dramático para Maradona y Menotti

El primer Barça de Menotti no tuvo tiempo de arrebatar la Liga al Athletic, pero con Maradona sano conquistó la Copa del Rey y la extinta Copa de la Liga, ambas en la final contra el Real Madrid. Una década después de Cruyff, el equipo volvía a confiarse a uno de los grandes. Pero, por circunstancias que van más allá del juego, en esta ocasión el plan no duró más que otra temporada. En la cuarta jornada de la Liga 83-84, Goikoetxea lesionó de gravedad al '10' argentino, quien no volvería a jugar hasta pasados tres meses. Sin él, los de Menotti naufragaron en la competición doméstica, pero alcanzaron la final de Copa con Maradona disponible desde la ronda de octavos.

Clemente y Menotti calentaron un partido donde coincidirían Goikoetxea, Maradona y Schuster, también lesionado por el central vasco el curso anterior. Ganó el Athletic 1-0 y, al final, se vio una de las más brutales peleas entre equipos profesionales de la historia del fútbol, donde Maradona tuvo un papel principal. Por la conocida 'batalla del Bernabéu' la Federación repartió sanciones ejemplares que luego no fueron cumplidas, entre ellas a 'Goiko' y Maradona. Inmediatamente después, Menotti mandó a su estrella y a la mayoría de implicados en el combate a una gira por EEUU, la llamada Transatlantic Cup, que dirigiría su ayudante, Rogelio Poncini. Mientras, él se quedó en España para perder la Copa de la Liga con un grupo de circunstancias, aprovechando para anunciar que se iría del club. Después del torneo, Menotti hizo oficial su rechazó a renovar con el Barça, alegando motivos personales.

A causa de sus deudas y con las consecuencias del incidente aún frescas, Maradona fue traspasado al Napoli. "Muy a pesar mío, Maradona se va. (...) Estábamos apurando al máximo la duda de si era bueno o no mantener a un jugador a disgusto en la plantilla. Y en las actuales condiciones es muy difícil mantener a Maradona en el Barcelona", dijo el presidente.

placeholder Vista de un mural dedicado a Diego Armando Maradona en Nápoles. (EFE)
Vista de un mural dedicado a Diego Armando Maradona en Nápoles. (EFE)

Antes de cerrar el pase, Gaspart se había reunido con Maradona y su agente. El futbolista diría luego que "lo mejor es irme y prefiero hacerlo sin decir barbaridades. En la reunión del pasado viernes no llegamos a las manos porque creo que somos razonables. Era como hablar con una pared". En 2020, Gaspart contó para El Confidencial que "Maradona se fue porque él quiso. Si no, no se hubiese marchado. Diego tuvo muy mala suerte en Barcelona: una enfermedad, le dieron una patada increíble… Él tenía unos gastos enormes en la Ciudad Condal. Los argentinos son muy dados a acoger a todos los amigos y familiares. Él tenía siempre a 20 o 30 personas en su casa. Comiendo, durmiendo, cenando… Eso le pesaba mucho económicamente. Nos dio grandes tardes en Barcelona, pero en Nápoles estaban deseando que llegara. En el Barça cobraba un dineral, pero los italianos le mejoraron el sueldo. Queríamos reducir la masa salarial, él quería irse y había un equipo interesado".

Maradona no tendría homenajes en la Ciudad Condal y en Nápoles se convertiría en el indiscutible mejor jugador del mundo. Núñez se quedó así sin su más ambicioso proyecto y hubo de recomponer el equipo, optando para ello por la vía británica de Venables para el banquillo y Archibald como petición de este para la delantera.

La cosa funcionó, pero brevemente. Hasta que regresó al club Cruyff, ya como entrenador —aunque sin titulación—. Esta vez técnico y presidente se llevaron a matar, debido a las extralimitaciones que el uno achacó al otro, y viceversa. El suyo fue un matrimonio de conveniencia que dejó la primera gran era del club a nivel nacional y europeo y un desenlace del todo previsible.

placeholder Cruyff, en su presentación como seleccionador de Cataluña. (EFE)
Cruyff, en su presentación como seleccionador de Cataluña. (EFE)

Messi, desde La Masía a la gloria

Dada su magnitud, la etapa de Messi como jugador del Barça trasciende a la de sus predecesores. Entre otras cosas porque, a diferencia de Cruyff y Maradona, Leo ha estado a punto de ser 'one club man'. Llegó ya con Gaspart como presidente, recién elegido por delante de Bassat para ocupar la vacante dejada por Núñez. El infantil Messi y su padre viajaron a Barcelona en el año 2000 y estuvieron a punto de regresar a su país porque desde el club no se decidían a formalizarle un contrato. Entonces Rexach lo vio jugar y, acto seguido, se organizó la reunión donde se daría el famoso acuerdo de la servilleta.

Fue en la cafetería Tennis Pompeia y el precario pero legal pacto lo redactó Rexach en presencia de Jorge Horacio Messi, padre del jugador. Rezó así: "En Barcelona, a 14 de diciembre de 2000 y en presencia de los señores Minguella, Horacio y Carles Rexach, secretario técnico del FC Barcelona, se compromete bajo su responsabilidad y a pesar de algunas opiniones en contra a fichar al jugador Lionel Messi, siempre y cuando nos mantengamos en las cantidades acordadas". Gaspart solo dio "luz verde" al acuerdo, según sus palabras.

Cuatro años después, Laporta ya presidía el club y un Messi de 17 años debutaba en Liga con el Barça de Rijkaard. Lo haría sustituyendo a Deco en la victoria 0-1 frente al Espanyol, el 16 de octubre de 2004. De inmediato acumularía minutos en un ataque con Ronaldinho, entonces el 'crack' del equipo. En 2006 no jugó la final de Liga de Campeones ganada al Arsenal por decisión técnica, debido a que su lesión en la semifinal contra el Chelsea le impidió llegar en perfecto estado. Pero, en adelante, primero Rijkaard y después Guardiola le convirtieron en el jugador franquicia, a la manera que en el pasado se pretendió con Cruyff y Maradona.

Foto: Joan Laporta.

A diferencia de sus antecesores, Messi devolvió la confianza en forma de serenidad y títulos. Sin dudarlo, Guardiola prescindió de Ronaldinho y más tarde de Ibrahimovic, depositando su confianza en el argentino como estrella del mejor Barça de todos los tiempos. En gran medida gracias a Leo, los equipos de Rijkaard, Guardiola, Vilanova, Luis Enrique, Valverde y Koeman ganaron sus torneos. Un total de 35 títulos le acompañan: cuatro Ligas de Campeones, 10 Ligas, siete Copas del Rey, tres Mundialitos, tres Supercopas de Europa y ocho de España. Unidos a sus seis Balones de Oro (2009, 2010, 2011, 2012, 2015 y 2019), el jugador que más ostenta en la historia, e infinidad de récords de goles y de otras estadísticas.

El final de la era más exitosa

Con Bartomeu en la presidencia, llegaron malos tiempos para Messi en el Barça, que desembocaron en una drástica decisión del delantero. En el verano de 2020, Messi mandó un burofax en que informaba de su salida inmediata del club, a su juicio acorde a la legalidad. La negativa de la junta a dejarlo salir hizo que Leo recapacitase, alegando que no quería llegar a los juzgados contra el club de su vida y aceptando cumplir su último año de contrato. El buen hacer de Koeman como técnico entrante permitió que en el campo no se notara su estado de ánimo. En esa última temporada, el Barça ganó otra Copa del Rey.

Dimitido Bartomeu y electo Laporta en su segunda etapa, el objetivo prioritario para el ejercicio 21-22 fue renovar a Leo, según admitió el nuevo presidente. Messi tiene 34 años. Las exigencias salariales impuestas por LaLiga y la crisis económica a causa del coronavirus dificultaban la operación. En parte para demostrar a Messi que su proyecto iba en serio, mientras negociaba con él Laporta mejoró la plantilla con Depay y Agüero, dos delanteros de primer nivel con quien el '10' se pudiese asociar, el Kun además amigo suyo.

placeholder Messi, durante su despedida como jugador del Barça. (EFE)
Messi, durante su despedida como jugador del Barça. (EFE)

Tras más de un mes sin relación contractual, Messi se vio de nuevo por Barcelona, junto a las oficinas del club, una vez acabadas sus vacaciones. Todo parecía encaminado a la firma de un nuevo contrato con el Barça, en el que necesariamente Messi debería rebajarse el sueldo, a cambio de otras condiciones. Los diarios dieron por hecho el acuerdo. Pero en la tarde del 5 de agosto de 2021, todo se rompió.

A través de su página web, el Barça anunció: "A pesar de haberse llegado a un acuerdo entre el FC Barcelona y Leo Messi y con la clara intención de ambas partes de firmar un nuevo contrato en el día de hoy, no se podrá formalizar debido a obstáculos económicos y estructurales (normativa de LaLiga española). Ante esta situación, Lionel Messi no continuará ligado al FC Barcelona. Las dos partes lamentan profundamente que finalmente no se puedan cumplir los deseos tanto del jugador como del club". Luego agradeció sus servicios y le deseó suerte.

En la rueda de prensa organizada al efecto, el presidente explicó que la situación heredada por su junta es “nefasta (…) y no tenemos margen salarial. (…) Aun sin Leo, tenemos excedido el límite (…) Esto va ligado al tema del FPF (…) por ese motivo no pudimos hacer encajar el primer contrato que pactamos con Messi. (…) para hacerlo, el Barça tenía que estar a favor de una operación que hipoteca al club. (…) Leo se quería quedar, nosotros que se quedara. El hecho de que quisiera seguir fue el primer paso, pero llega el momento en que te tienes que plantar, analizar con frialdad y rigor. (…) Esperaba que su despedida pudiera hacerse de una forma más bonita, dentro de dos años y con público en el estadio. Pero las cosas son como son. Las decisiones se toman porque el Barça está por encima de todo. (…) Habrá un antes y un después de Leo. Ahora empieza una nueva era”.

placeholder Messi levanta su último trofeo en el Barça. (Reuters)
Messi levanta su último trofeo en el Barça. (Reuters)

Messi se despide lejos del césped

Se acaba así la era del tercer grande del Barça, quizás el mejor futbolista de la historia. Como le sucedió a Núñez, Laporta se estrena con la necesidad de llenar en el equipo una ausencia irremplazable. Y son tiempos donde no existen Maradonas, ni habría dinero para pagarlos. Parece que Messi sale por la puerta de atrás, como pasó con Maradona en los ochenta y con Cruyff en los noventa.

A las 12:00 del domingo 8 de agosto de 2021, Messi compareció ante los medios para dar su versión de los acontecimientos. Lo hizo entre lágrimas, en presencia de su familia, sus compañeros y el presidente. Con las siguientes declaraciones: "Estaba convencido de que este año iba a seguir aquí (…) No estaba preparado, con el burofax sí lo estaba, pero este año no (…) Siempre antepusimos el estar en nuestra casa, el estar bien y disfrutar de nuestra vida en Barcelona tanto en lo deportivo como en lo cotidiano. Llegué siendo muy pequeño, con 13 años. Después de 21 años, me voy con mi mujer y tres hijos catalanes y argentinos".

placeholder Messi, junto a Suárez y Neymar, sus dos grandes escuderos en Barcelona. (Reuters)
Messi, junto a Suárez y Neymar, sus dos grandes escuderos en Barcelona. (Reuters)

"Todos teníamos claro que yo iba a seguir. Tan claro que teníamos todo arreglado y no había ningún problema. Siempre fuimos sinceros con la gente, al menos de mi parte. (…) Acordé bajarme la ficha un 50% y se cerró el contrato (…) El club no me pidió nada más". “Yo hice todo lo posible para quedarme porque es lo que quería. No sé el club. El presidente dijo que era por lo de LaLiga (…) Lo único que sé es que el club no quería endeudarse más y que no se pudo por las normas de LaLiga”.

“Me hubiese gustado irme de otra manera, con gente en el campo. Poder escuchar una última ovación del público, los eché mucho de menos durante este tiempo de la pandemia y jugar sin ellos. Ya va más de un año y medio. Si hubiese imaginado mi despedida, hubiese sido cerca de la gente". El 16 de mayo de 2021 Messi jugó su último partido con el Barça, una derrota por 1-2 ante el Celta, donde marcó el único gol. Fue lejos de Barcelona y sin público en las gradas. En el Camp Nou, los culés lo disfrutaron por última vez en marzo de 2020, una semana antes de que se decretase el estado de alarma en el país a causa de la pandemia. Fue contra la Real Sociedad y, como casi siempre, hizo un gol, el único del partido.

placeholder Messi, junto a Koeman, en su despedida. (Reuters)
Messi, junto a Koeman, en su despedida. (Reuters)

"Estaría dispuesto a volver para ese homenaje en el césped, no será igual que ahora, pero para esta gente estoy dispuesto a cualquier cosa como hice desde que llegué aquí", aseguró el argentino. De momento, ambas partes se han ofrecido a que el partido en su honor suceda y Leo pueda despedirse sobre el campo, con jugadas en lugar de palabras, como él y todos sus seguidores merecen. Pero quién sabe si el tiempo lo emparejará con Cruyff en esta ocasión o, por contra, lo hará con Maradona.

El Barça ha tenido a tres de los considerados cinco futbolistas más grandes de la historia. Solo faltaron Pelé, que no salió de Brasil más que para un lucrativo retiro en Estados Unidos, y el argentino Di Stéfano, que tras un galimatías de acuerdos y desacuerdos llegó a Barcelona pero acabó en el Real Madrid de los cincuenta.

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