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Apuestas ilegales, sanción, multas y lesiones: el Mallorca rescata a Daniel Sturridge
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el último juguete roto del fútbol

Apuestas ilegales, sanción, multas y lesiones: el Mallorca rescata a Daniel Sturridge

A Sturridge el engaño le salió muy caro. Fue condenado por apuestas ilegales y las consecuencias resultaron nefastas. Se quedó sin equipo y lleva en el paro desde marzo de 2020

Foto: Daniel Sturridge pasa un test físico con el Mallorca. (@RDC_Mallorca)
Daniel Sturridge pasa un test físico con el Mallorca. (@RDC_Mallorca)

Está arrepentido y pide una oportunidad para reengancharse al fútbol profesional. Lo ha pasado tan mal en el último año y medio que necesita que alguien crea en él, pero sobre todo quiere mostrar a los jóvenes el error que tuvo. Daniel Sturridge es uno de esos juguetes rotos del fútbol por culpa de su mala cabeza. Lo tenía todo: talento, fama y mucho dinero. Pero quería más, se sentía que estaba por encima de todo y le pillaron haciendo trampas. El engaño le salió muy caro. Fue condenado por apuestas ilegales y las consecuencias resultaron nefastas. Se quedó sin equipo y lleva en el paro desde marzo de 2020.

El Mallorca le abre las puertas a un futbolista inglés que es dos veces campeón de la Champions, que ha disputado el Mundial de 2014, la Eurocopa de 2016 y los Juegos Olímpicos de Londres. El club bermellón valorará en las próximas semanas si afronta el fichaje de este delantero que pasó por los mejores equipos de la Premier League. Depende de que vaya superando todos los test físicos y haya más certezas de que puede regresar al fútbol profesional. Lo importante para Sturridge es que hay un club que le da esa oportunidad que no encuentra desde que le despidió el Trabzonspor. El club turco también tiró la toalla con el inglés.

Foto: Antoine Griezmann durante un partido entre el Barcelona y el Atlético de Madrid. (Efe)

La caída a los infiernos del futbolista inglés se produce en el año 2018. Daniel Sturridge estaba en negociaciones con el Sevilla y le recomendó a su hermano que apostara por el fichaje por el club hispalense. No se llegó a concretar y la comisión de investigación de apuestas ilegales, junto con la UEFA, iniciaron un proceso sancionador. El castigo y la multa empezó siendo de seis semanas de inhabilitación para jugar al fútbol y 84.000 euros. Tras los recursos de apelación, aumentó a cuatro meses y 171.872 euros. Significó su final, en marzo de 2020, cuando ya era jugador del equipo turco.

Arrepentido y desesperado

Daniel Sturridge empezó a buscar otras ofertas y nadie le quería. Ni en Inglaterra, donde fue considerado como uno de los grandes delanteros, ni tampoco en la Mayor League Soccer (MLS). Con 31 años, arrepentido y desesperado, puede salir del túnel si finalmente el Mallorca decide incorporarle a la plantilla. Para ello tiene que ser evaluado por los médicos, preparadores físicos y el técnico, Luis García Plaza. Hay un gran trabajo de test que debe superar. Nadie pone en duda su calidad y experiencia. También se valora su arrepentimiento y la motivación que tiene para demostrar que es competitivo y quiere ser feliz, disfrutar haciendo lo que más le gusta desde que era un niño.

Sturridge era uno de esos talentos precoces del futbol inglés que incorporó el Manchester City para su Academia con 14 años. Su progresión, la facilidad con la que hacía goles le llevó al Chelsea de Roman Abramovich a pagar 7 millones de euros para incorporarlo a la plantilla. Fue una época en la que coincidió con Carlo Ancelotti de entrenador, pero la competencia era brutal con delanteros del nivel de Drogba y Anelka. Salió cedido al Bolton y el siguiente equipo que apostó por él fue el Liverpool. Gastó 15 millones de euros para reforzar una delantera en la que ya estaba Luis Suárez. Tuvo un excelente rendimiento, pero llegaron demasiadas lesiones (cadera, rodilla, musculares…). Surgió la posibilidad de fichar por el Sevilla y le pillaron hacienda trampas. Hundió su carrera con las apuestas ilegales.

La sanción finalizó el 18 de junio del 2020, pero desde entonces nadie le ha querido en su proyecto. Puede ser por la inactividad, las lesiones, la mala imagen que tiene y la crisis económica. El Mallorca es su esperanza. Quiere demostrar que es otra persona y puede ser útil, aportar goles en la Liga. Vive en un hotel, acude a los entrenamientos, escucha con atención las charlas de Luis García, tiene un plan especial de preparación en el gimnasio, de musculación, y otro en el campo y así hasta conseguir el visto bueno del club. Que confíe en él y haga el fichaje.

Cuenta a los niños sus errores

El primer y gran obstáculo está superado. Vuelve a la rutina del fútbol. Tiene un equipo, un entrenador y compañeros que le animan. Le sirve para salir del pozo. Está integrándose en la dinámica de un grupo de futbolistas y cuenta su historia a los más jóvenes para que no caigan en los errores que él ha cometido. De tenerlo todo a verse en la nada y volver a recuperar la ilusión y la esperanza. El juguete roto inglés necesita contar cómo se siente y lo hace en una entrevista en un podcast para exteriorizar su felicidad y arrepentimiento: “Quiero que me conozcan los jugadores jóvenes para que no cometan los errores que yo he cometido y ayudarlos a ser la mejor versión de sí mismos. Esto es lo más importante para mí. Hacer entender a los más jóvenes que ha pasado por muchas cosas difíciles, pero que he logrado salir de ellas y ahora me siento mejor”.

El Mallorca, si finalmente valora que es un futbolista apto para competir, puede hacerse con los servicios de un delantero que tiene gol y que llega como agente libre. A coste cero es una operación muy interesante. Atrás quedará la imagen del futbolista inglés que podía haber dejado el fútbol por las apuestas ilegales y volveríamos a ver a un campeón de Europa que marcar goles. Un jugador que ha recibido elogios tan importantes como los de Jürgen Klopp. “Se ha ganado ser reconocido como uno de los grandes del Liverpool moderno. Es uno de los mejores finalizadores que he visto en mi vida”, dice el entrenador del Liverpool, que tuvo en Sturridge el revulsivo en un equipo que ganó la Champions con el tridente Mané, Salah y Firmino.

Foto: Mbappé durante el partido entre Francia y Suiza en la Eurocopa. (Efe)

Este caso nos ayuda a entender cómo hay futbolistas que arruinan su carrera por una serie de errores. En España hemos visto cómo Jesé Rodriguez pasó a ser una estrella prematura en el Real Madrid, fichó por el Paris Saint Germain y dio vueltas y vueltas con cesiones a diferentes equipos en los que no encontraba su sitio. Estaba en peligro su carrera y Las Palmas, en una segunda oportunidad, confió en él para reengancharse al fútbol en Segunda división. Fue la temporada pasada y el canario estaba a prueba. La ha superado y consigue que el club le renueve el contrato por un año más.

Está arrepentido y pide una oportunidad para reengancharse al fútbol profesional. Lo ha pasado tan mal en el último año y medio que necesita que alguien crea en él, pero sobre todo quiere mostrar a los jóvenes el error que tuvo. Daniel Sturridge es uno de esos juguetes rotos del fútbol por culpa de su mala cabeza. Lo tenía todo: talento, fama y mucho dinero. Pero quería más, se sentía que estaba por encima de todo y le pillaron haciendo trampas. El engaño le salió muy caro. Fue condenado por apuestas ilegales y las consecuencias resultaron nefastas. Se quedó sin equipo y lleva en el paro desde marzo de 2020.

Liverpool FC Jesé Rodríguez
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