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Los motivos por los que Florentino Pérez ganó el pulso a Sergio Ramos
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la postura inflexible del presidente

Los motivos por los que Florentino Pérez ganó el pulso a Sergio Ramos

Florentino Pérez entiende que Sergio Ramos no ha ido de la mano con el club en un contexto complicado por la situación económica y el sevillano no se ha sentido valorado

Foto: Florentino Pérez y Sergio Ramos tras ganar la Supercopa de España. (EFE)
Florentino Pérez y Sergio Ramos tras ganar la Supercopa de España. (EFE)

El pulso lo ganó Florentino Pérez porque tenía claro que no se iba a mover de su posición negociadora con Sergio Ramos. El presidente del Real Madrid tenía muchos argumentos para dejar pasar los meses y no ponerse nervioso con el asunto de una renovación que no tenía vuelta atrás. La propuesta que le hizo al capitán fue la misma que aceptó Luka Modric. Una temporada más con una rebaja salarial del 10%. Modric (35 años) estuvo desde el primer momento receptivo y, según cuentan en el club, comprensivo con la situación económica que provoca la disminución de ingresos por la pandemia. Modric (Balón de Oro) demostró tener ganas de seguir en el Real Madrid. Ramos, no. Es la conclusión que sacan los dirigentes.

Sergio Ramos fue perdiendo apoyos dentro del vestuario con una posición de fuerza en la que ni compañeros y amigos, como Modric y Lucas Vázquez, siguieron su camino. También contaba con el respaldo de Zidane, pero el entrenador francés tan solo se limitó a valorar su figura en las ruedas de prensa. Zidane no hizo más por Ramos en sus conversaciones con Florentino y José Ángel Sánchez (director general ejecutivo). La situación de Zidane también empeoró con el club, cogió distancia, había menos comunicación y esto perjudicó la estrategia de un capitán que estaba cada vez más solo en su pulso con el presidente.

Foto: David Alaba celebra con sus compañeros de selección el gol de su equipo. (Reuters)

Las discrepancias por la duración del contrato y la rebaja salarial fueron el detonante de la ruptura de una negociación que dejó a Florentino Pérez con clara ventaja. El presidente estuvo firme. No se movió de una política de recortes en un contexto de precariedad provocado por la pandemia. El paso de los meses enredó más la relación entre Florentino y Ramos por las filtraciones que aparecían en diferentes medios de comunicación. Al presidente no le gustó que se dijera que Sergio Ramos no tenía una oferta de renovación. El sevillano mantenía que no tenía nada por escrito. Había tensión y Florentino, en este tipo de situaciones que provocan inestabilidad y transmiten una imagen negativa, no lo acepta.

El poder en el vestuario

La negociación duró poco. De la conversación a finales de diciembre se pasó a los recados a través de la prensa y Florentino cortó de raíz. Dejó que Sergio Ramos decidiera, entendió que si no había contestación es que no quería seguir, le llegó una información de que estaba en conversaciones con otro club importante de Europa y así hasta que decidió pasar por el quirófano para operarse del menisco, las malas decisiones de Zidane para que reapareciera, la recaída en el partido contra el Chelsea en Londres en la vuelta de las semifinales de la Champions, el paso adelante que dio Militao en partidos importantes y la colisión del orgullo de un presidente y un capitán.

El poder en el vestuario es otro de los motivos por los que Florentino Pérez ha decidido que no había otra elección que acabar el ciclo de Sergio Ramos en el Real Madrid. Al presidente le llegó la información de que el capitán estaba intoxicando a sus compañeros para que no aceptaran otra rebaja salarial porque era contradictorio. El Real Madrid fichó a David Alaba con el mismo sueldo que Sergio Ramos (12 millones de euros) y quiere otro 'crack' del nivel de Mbappé o Haaland. Si no había dinero para las renovaciones, no se podía entender cómo sí podía gastar para traer nuevos jugadores con salarios elevados. Para el club, Sergio Ramos lideró una especie de revuelta contra los intereses deportivos y económicos de la institución.

Foto: Sergio Ramos, durante un partido con el Real Madrid. (EFE)

Llegó el hartazgo. Nadie está por encima del Real Madrid y Florentino Pérez no se ablandó, como esperaba Sergio Ramos, que seguía apurando los días hasta la finalización de su contrato para comprobar si verdaderamente el presidente le valoraba o no. Florentino tiene experiencia en este tipo de situaciones en las que las estrellas le llevan al límite y le lanzan órdagos. Rompió con Cristiano Ronaldo, al que le abrió las puertas para que se fuera a la Juventus, y antes lo hizo con otros capitanes como Fernando Hierro, Raúl y Casillas.

Florentino Pérez entiende que Sergio Ramos no ha ido de la mano con el club en un contexto complicado por la situación económica y el sevillano no se ha sentido valorado. Se rompieron todos los canales de comunicación y negociación porque ninguno de los dos quisieron intermediarios. Había que resolverlo en un cara a cara final, así lo llevó Sergio Ramos, y, cuando quiso hablar con Florentino, ya no quedaban opciones para seguir en el Real Madrid. Para el presidente el tiempo de la negociación había expirado. Se acabó la temporada con un balance negativo, pese a que el equipo llegó a las semifinales de la Champions y peleó por la Liga hasta la última jornada.

Foto: Sergio Ramos durante un partido con el Real Madrid. (Efe)

El presidente se quedó sin entrenador con la marcha de Zidane, enfadado por las formas en las que se fue el francés con una carta crítica, y estaba más convencido de que tenía que hacer cambios importantes en la plantilla. Ese movimiento para regenerar el proyecto deportivo y acabar con pulsos, guerras frías y voces discordantes pasaba por cerrar el ciclo de Sergio Ramos. El sevillano siempre va a decir que su prioridad era seguir en el Real Madrid y Florentino Pérez que es un juzgador de leyenda. Pero su relación y comunicación estaba desgastada y había tocado a su fin. Estaban haciéndose daño.

El pulso lo ganó Florentino Pérez porque tenía claro que no se iba a mover de su posición negociadora con Sergio Ramos. El presidente del Real Madrid tenía muchos argumentos para dejar pasar los meses y no ponerse nervioso con el asunto de una renovación que no tenía vuelta atrás. La propuesta que le hizo al capitán fue la misma que aceptó Luka Modric. Una temporada más con una rebaja salarial del 10%. Modric (35 años) estuvo desde el primer momento receptivo y, según cuentan en el club, comprensivo con la situación económica que provoca la disminución de ingresos por la pandemia. Modric (Balón de Oro) demostró tener ganas de seguir en el Real Madrid. Ramos, no. Es la conclusión que sacan los dirigentes.

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