Del helado con dátiles al granizado: la dieta de los futbolistas en verano

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a emoción que hemos vivido esta temporada en LaLiga Santander y LaLiga SmartBank no solo ha tenido que ver con el duro entrenamiento de los futbolistas y el talento de estos en el césped. En esa fórmula mágica para marcar un gol de chilena o hacer una parada salvadora hay un pilar básico en el rendimiento de los protagonistas del campeonato liguero: la nutrición. Una alimentación, eso sí, pensada para deportistas de alto nivel, pero alejada de lo que debería consumir el común de los mortales, que no tiene las mismas necesidades calóricas que un deportista de élite.

La dieta está personalizada y depende de la altura, el peso del futbolista o el momento del año

La temporada de LaLiga Santander ya ha echado el cierre y LaLiga SmartBank está a punto de hacerlo y los futbolistas de ambas categorías ya disfrutan (o están a punto de hacerlo) de unos días de descanso. Unas vacaciones en las que deberán seguir algunas normas mínimas: hacer algo de ejercicio para no perder la forma y vigilar también su dieta para no echar por tierra todo el progreso realizado durante los meses de competición.

Nos hemos puesto en contacto con Ana García, Nuria Granados y Bertina Ferrández, responsables de la alimentación de las plantillas del Levante UD, RCD Mallorca y RC Celta respectivamente, para conocer más de cerca qué comen los jugadores, qué efectos tiene una dieta equilibrada sobre su organismo y cómo ha variado el menú de los deportistas en los últimos años.

Vacaciones de verano: comer con cabeza

Lo primero que debemos saber es que la dieta que siguen los futbolistas está tan personalizada que depende de multitud de factores, desde la altura al peso pasando por el momento del año o la posición en el campo. El trabajo de pretemporada no es el mismo que durante la campaña, el de final de temporada o el de las vacaciones de verano.

Es ahora, durante los meses de descanso y después de un año de emociones fuertes sobre el terreno de juego tanto en LaLiga Santander como LaLiga SmartBank, cuando hay cierta libertad a la hora de afrontar la dieta, aunque siempre con algunas restricciones. “Les damos unas recomendaciones generales: que descansen y disfruten de la familia, de los amigos y del ocio. Pero también les decimos que cumplan unos mínimos. Si no entrenan todos los días ni juegan partidos, sus necesidades bajan. Es muy importante el consumo de frutas y verduras y mantenerse hidratado”, explica Ana García, del Levante.

“Si no entrenan todos los días ni juegan partidos, sus necesidades bajan. Es muy importante el consumo de frutas y verduras y mantenerse hidratado”

En este último punto, los nutricionistas les dan algunos consejos para evitar tentaciones como hacer helados saludables congelando fruta. Se les puede añadir cacao, crocanti de frutos secos o tostados o jarabes de dátiles”, apunta Nuria Granados, nutricionista del Mallorca. También están permitidos los granizados, aunque siempre tienen que ser naturales, “porque los de heladería tienen mucho azúcar. Basta con triturar dos o tres piezas de fruta y mezclarlo con un kilo de hielo. Con eso, puedes llenar cuatro o cinco vasos”, aconseja la experta del Levante.

Las tres nutricionistas aseguran que los deportistas suelen cumplir a rajatabla con sus planes pero, ¿qué sucedería si alguno de ellos se saltara la dieta durante el resto del año? “Tenemos parámetros para medir el estado de un deportista a través de analíticas, que nos permiten ver si hay deficiencias nutricionales. Pueden ser la ausencia de vitaminas, de minerales o una anemia. Y luego está la composición corporal. Un deportista que sigue las pautas semana a semana evoluciona su masa grasa y muscular. Pequeños cambios en el porcentaje de masa grasa se notan en el rendimiento”, explica Bertina Ferrández, nutricionista del Celta.

Pretemporada: la hora de ponerse a punto

Con los últimos coletazos del verano llega el momento de los reencuentros en el fútbol español. Los futbolistas se vuelven a ver con sus compañeros, los equipos inician las pretemporadas y todos, técnicos y deportistas, se preparan para una nueva campaña de LaLiga Santander y LaLiga SmartBank con las pilas cargadas y la ilusión por las nubes. Hay algunos que incluso llegan con los deberes hechos.

“Hacia la mitad de las vacaciones algunos nos piden una revisión porque les preocupa haber perdido todo lo que han hecho”, señala Bertina Ferrández. La nutricionista del Celta recuerda que lo importante, más que imponer unas pautas, es lograr que los futbolistas las comprendan y las pongan en práctica por su cuenta: “Hacemos educación nutricional. Les enseñamos que si tienen doble entrenamiento deben aumentar la ingesta de carbohidratos y proteínas por la noche en cantidades determinadas”.

La pretemporada suele ser una época en la que el futbolista no debe preocuparse tanto por su alimentación ya que convive con el resto de la plantilla y cena en hoteles o en las instalaciones del club, siempre, por supuesto, cumpliendo las medidas de seguridad pertinentes. “Siguen una dieta estricta porque se la indicamos nosotros. Se adaptan a una alimentación alta en proteínas de calidad, fruta, verdura, fibra, hidratos de carbono. Está adaptada al deportista para que pueda rendir en los entrenamientos y potenciar la recuperación muscular”, apunta Ana García, del Levante.

La temporada: una máquina bien engrasada

Llega la hora de la verdad. La de luchar por el título, por Europa o por la permanencia. La de darlo todo en el terreno de juego. Esa dieta tan personalizada de la que hablábamos se muestra en todo su esplendor durante la temporada. Es el momento en que conviven multitud de situaciones y personas diferentes. Hay futbolistas lesionados con menor consumo calórico; otros que, por su posición, tienen unas necesidades diferentes; algunos juegan un partido cada tres días; y no hay que olvidar que la mera composición física de cada uno les hace más proclives a una u otra alimentación.

“No necesita lo mismo un centrocampista de 60 kilos que un central que pesa 80, las cantidades [de comida] son diferentes”, ilustra Nuria Granados, del Mallorca. Durante la temporada, los jugadores de los clubes de LaLiga reciben indicaciones para seguir una dieta que les permita mantenerse a tope durante la competición. “Tienen menús para días de descanso. Los días de partido varían la cantidad de carbohidratos. Les recomendamos el pan integral y que aumenten el consumo de fibra salvo los días de competición”, apostilla. ¿Qué hay de esa leyenda que, años atrás, decía que el menú se resumía en pasta y carne todos los días? “Intento que todos tengan un plan que les guste”, apunta la responsable del Mallorca.

“Les enseñamos que si tienen doble entrenamiento deben aumentar la ingesta de carbohidratos y proteínas por la noche en cantidades determinadas”

En ese sentido, Ana García recuerda que se ha dado un salto de gigante en cuanto a variedad: “Hemos evolucionado. Ahora se pueden comer un cuscús con verduras salteadas y tofu. Ellos saben que la proteína viene de la carne, el pescado o el huevo y que pueden combinar los hidratos de carbono, una patata, una yuca, quinoa, pasta...”. La variedad, eso sí, no implica que desaparezcan los rituales ni las tradiciones: “Los jugadores proponen platos para probar cosas nuevas, pero la repetición del menú tiene una base. Cuando te acostumbras a comer algo y te sienta bien el día de partido, intentas cambiar lo menos posible”.

Pese a todo, las responsables de la alimentación de los jugadores, tratan de amoldarse al máximo posible a los futbolistas. Nuria Granados recuerda que tienen que entrar en juego infinidad de factores, como la religión de un jugador. Pero también es importante la personalidad de cada uno: “Intentamos que todos encuentren aquello que quieren comer. Hay algunos a los que les gusta experimentar y otros que están cómodos comiendo siempre lo mismo”.

Estar en forma no es una cuestión solo de rendir en el campo de la ciudad deportiva de cada club. También de hacerlo en la cocina. Cuidar el cuerpo comienza por la ingesta de alimentos y tanto García, Granados como Ferrández recuerdan la evolución que ha sufrido esta disciplina en los últimos diez o quince años. “Los jugadores le daban una importancia relativa y ahora son ellos mismos los que se implican hasta el punto de que la alimentación es casi tan importante como el entrenamiento”, zanja Ferrández.