Último partido, último minuto: héroes sobre la bocina

¿Q

ué tienen en común Gandalf en 'Las Dos Torres', Han Solo en 'Una Nueva Esperanza' o la horda de vengadores que vuelven de la muerte en 'Avengers: Endgame'? A todos los tenemos grabados a fuego en la memoria por salvar los muebles a última hora. Surgieron de la nada en ese momento en que ya nadie esperaba a los protagonistas, cuando toda esperanza parecía perdida para dar la vuelta a la tortilla.

Nos cruzamos con héroes todos los días. Algunos son cotidianos y viven entre nosotros. Otros deciden serlo jornada a jornada, rodeados de algunos de los mejores futbolistas del mundo. Pero solo unos pocos son capaces de saborear lo que significa ser la caballería que llega para arreglarlo todo en el último minuto. Si hablamos de fútbol, hay goles que valen un título, una clasificación para Europa o una salvación. Y detrás de ellos se esconde un rasgo común: el estallido de felicidad que provocaron en sus hinchas cuando el balón besó la red.

Hay goles que valen un título, una clasificación para Europa o una salvación y provocan un estallido de felicidad entre los hinchas

Y en esa última jornada de infarto de LaLiga Santander, donde casi todo estaba por decidir, el gol del campeón se lo daría Luis Suárez a un Atlético de Madrid que lograría su undécimo título liguero. El Elche CF, por su parte, afianzado en la máxima categoría, celebraría la permanencia con una victoria en casa gracias a dos héroes del equipo: Boyé y Guti. La remontada épica del Real Betis también merece ser nombrada porque mete a los verdiblancos en puestos que dan acceso a la Europa League; lo mismo haría la Real Sociedad, con un tanto de Isak en el minuto 86, que confirmó la quinta plaza.

El Real Madrid, con la clasificación para la Champions League ya asegurada, ganó su partido ante el Villarreal CF, con goles de Benzema y Modric, que le sirvió para mantenerse en la lucha por el título hasta el último minuto. Le acompañarán en la máxima competición europea FC Barcelona y Sevilla FC, tercero y cuarto respectivamente, en una temporada de nervios a flor de piel y con emoción, literalmente, hasta el último minuto. Y si no que se lo digan a Luis Suárez, que no pudo reprimir las lágrimas tras el pitido final. Repasamos otros seis tantos que también acabaron en llanto de alegría en la historia en LaLiga Santander:

Godín le da una liga al Atlético de Madrid con un gol en el Camp Nou (2014)

Habían pasado dieciocho años desde el último título de liga del Atlético de Madrid. Después de un año al máximo nivel en la competición liguera, los rojiblancos se plantaron en el Camp Nou en la última jornada ante la prueba final: el FC Barcelona. El desenlace de esa campaña no podría haber sido más de película, ya que se trataba de una final en toda regla (el que ganaba, se llevaba el título) con la salvedad de que el empate también le valía a los de Diego Simeone. No comenzaron bien las cosas para el Atleti, que vio como Diego Costa se retiraba lesionado en el minuto 16. Siete minutos más tarde, en el 23, era Arda Turan el que abandonaba el césped. Sin dos de sus grandes baluartes ofensivos de la temporada, el Atleti inició una defensa numantina. Y el Barça, a lo suyo.

Apretó y apretó hasta que Alexis adelantaba al equipo del Tata Martino en el 34 con un derechazo por toda la escuadra. ¿Era el fin de las esperanzas colchoneras? Para nada. Ducha al descanso, charla motivadora y jugada a balón parado. Esas que tan bien se le dan al Atleti. Gabi lanza un córner al corazón del área donde Godín entra como un ciclón. Cabezazo al fondo de las mallas, 1-1 en el marcador y algo más de cuarenta minutos por delante. Al Atleti le iba el título de liga en ello, pero si por algo se caracterizó ese equipo era por su capacidad para resistir. Y bien que lo hizo. El premio de un campeonato bien lo valía.

Salomón Rondón clasifica al Málaga CF para la Champions por primera vez (2012)

El Málaga de principios de la pasada década estaba comandado por Mauricio Pellegrini. En aquel conjunto se juntaron algunos nombres ilustres de LaLiga con otros que comenzaban a despuntar. Eran los años en los que Joaquín, Cazorla, Van Nistelrooy o Demichelis compartían vestuario con un Isco que ya daba muestras de su enorme clase. La 2011-2012 fue una gran temporada para el Málaga, que llegó a la última jornada con serias opciones de clasificarse, por vez primera, para la Champions League. Todo lo que necesitaba era ganar y se enfrentaba a un Real Sporting que se estaba jugando el descenso. Los dos puntos que separaban a los andaluces del Atlético de Madrid, quinto, eran un colchón interesante pero no definitivo. Y como suele suceder en este tipo de partidos, los nervios y la tensión se apoderaron de los locales que se encontraron ante un muro pertrechado por los gijoneses.

El venezolano Rondón envió un remate de cabeza a la madera en el minuto 26. Cazorla y Demichelis tuvieron varias ocasiones, pero el esférico se negaba a entrar. El Sporting de Clemente aguantó de manera estoica la primera mitad, pero para alivio de la hinchada local, Rondón no perdonó cuando tuvo una nueva oportunidad, esta vez en el minuto 49. Córner botado al segundo palo, aclarado de los malacitanos hacia el primer palo que deja al delantero solo frente a su marca y el arquero, incapaz de detener su cabezazo. Un solitario tanto que le sirvió para escribir una de las páginas más gloriosas de la historia del Málaga.

Un doblete de Ghezzal mete al Levante UD por primera vez en Europa (2012)

Sevilla FC, RCD Mallorca, CA Osasuna y Levante UD se jugaban una plaza para la Europa League en la última jornada de la temporada 2011-2012. De ese cuarteto, todos tenían experiencia europea salvo el Levante, que aspiraba a hacerse un hueco en la competición continental por primera vez en su historia después de una notable temporada. Lo explicaba la calidad de una plantilla en la que se encontraban Keylor Navas, Iborra o Valdo, entre otros.

A diferencia de otros héroes de esta lista, en Levante optaron por otra vía: ganar a tu contrincante y sentarte a esperar plácidamente que los resultados de tus rivales te abran las puertas de Europa. Y todo sucedió gracias a Abdelkader Ghezzal, delantero franco-argelino que había llegado cedido en el mercado de invierno desde Italia. Tanto, que su casillero de goles no se había estrenado. Lo que todo el mundo desconocía era que Ghezzal se había reservado para el día más importante: el día que el Levante certificó su clasificación europea. Dos tantos suyos en la segunda mitad sirvieron para encarrilar una victoria ante el Athletic Club que Farinós se encargó de cerrar de penalti al borde del pitido final. Con su doblete, Ghezzal demostró que, en ocasiones, importa más la calidad que la cantidad.

José Antonio Reyes le sirve una liga en bandeja al Real Madrid (2007)

La temporada 2006-2007 está grabada a fuego en las retinas de los seguidores madridistas. La temporada de las remontadas a última hora, de un excelso Guti desatascando los partidos desde el banquillo, de un Higuaín que comenzaba a dar destellos de su clase y de un Van Nistelrooy en un permanente estado de gracia. Pero fue José Antonio Reyes el encargado de ponerle la guinda al pastel.

Ocurrió en la última jornada, frente al RCD Mallorca en el Bernabéu, y, cómo no, tuvo que ser una remontada. El Madrid comenzó perdiendo frente a los baleares y solo le valía la victoria. El Barcelona, con quien se jugaba el título, ganaba cómodamente en Tarragona y hacía sus deberes mientras en el Bernabéu comenzaba a cundir el pánico, hasta que Reyes apareció en el minuto 66. Entró sustituyendo a Beckham y solo necesitó dos minutos para poner las tablas en el luminoso, a pase de Higuaín. Ya en el tramo final, después de que Diarra decantara la balanza a favor de los blancos, el andaluz se encargó de poner el broche de oro a una temporada que difícilmente se olvidará en el Bernabéu.

Coro salva al RCD Espanyol de Barcelona del descenso con un gol en el descuento (2006)

El Espanyol de la primera década del siglo XXI fue un equipo capaz de dar la campanada en más de una ocasión. Así lo demuestran dos Copas del Rey, en 2000 y 2007, y aquel subcampeonato de la Europa League, de la que solo una tanda de penaltis separó a los blanquiazules del título. Pero el Espanyol también sabe sufrir. Y apretar los dientes. Fue precisamente un año antes, en 2006, cuando se escribió una de esas páginas difíciles en la historia del club. Una página, por suerte, con final feliz.

Estamos en la última jornada del campeonato y el Espanyol depende de sí mismo para mantenerse en la máxima categoría un año más. Necesita ganar, pero la Real Sociedad es un hueso duro de roer que mantiene su puerta a cero en todo momento con la ayuda de hasta tres palos. Las alarmas saltan cuando el Deportivo Alavés, que se juega una plaza de descenso con los pericos, se adelanta en el marcador en el minuto 78. A partir de ahí, toque de corneta y a tirar de heroica. Con todo el equipo al ataque, la Real llegó a tener la victoria en un mano a mano que salvó Gorka… hasta que llegó el minuto 91. Jarque la cuelga, Pandiani la peina, un defensa de la Real no acierta a despejar… y Coro salva al Espanyol con un zurdazo. El resto es historia.

Rivaldo clasifica al FC Barcelona para la Champions League con una chilena desde fuera del área (2001)

Rivaldo era un jugador especial. A lomos del brasileño el Barça encadenó varios campeonatos ligueros. Especialmente recordado fue el tridente que formó junto a Luis Figo y Patrick Kluivert durante los últimos coletazos del siglo XX (sin olvidar a un Pep Guardiola en la sala de máquinas). En su palmarés se cuenta también un Balón de Oro o un Mundial, pero si los aficionados barcelonistas tuvieran que escoger un gol del mediapunta, solo uno, es posible que se quedaran con el que anotó al Valencia CF en la última jornada de la temporada 2000-2001.

No había sido un año habitual para el Barcelona. Acostumbrado a pelear por el título, el club llegó a la última jornada jugándose el pase a la Champions League. Y las cosas no pintaban bien. Nada bien. Era el minuto 89 y el marcador reflejaba un 2-2 que dejaba a los azulgrana fuera de la máxima competición continental. Rivaldo había tirado del carro hasta ese momento anotando los dos tantos locales y fue, de nuevo, Rivaldo el que cazó un balón a media altura, lo amortiguó con el pecho y, de espaldas a la portería, se sacó de la chistera una chilena desde fuera del área que sorprendió al meta rival. Con un hat-trick en el momento más decisivo, el brasileño se encargó de rescatar a su equipo cuando más le necesitaba y otorgarle el billete para la Champions League.