Nacho y Militão, los centrales que rescatan a Zidane y a Florentino
Si el Madrid sale clasificado de Liverpool el próximo miércoles, los teóricos centrales suplentes del equipo habrán salvado la temporada en su fase crucial, ausentes Ramos y Varane, dos jugadores que podrían no seguir el año próximo
Hay un dato que Florentino Pérez maneja presumiblemente con delectación ante el inicio de su nuevo mandato como presidente: el Real Madrid ha ganado once partidos desde que se operó Sergio Ramos, y solo ha empatado dos (Real Sociedad y Atlético). Por el camino, los de Zidane han eliminado al Atalanta, tienen un pie en semifinales de la Champions y se levantaron esta lluviosa mañana madrileña como líderes de la Liga tras ganar el Clásico: un escenario irreal si se tiene en cuenta que sólo hace diez semanas la Liga estaba casi perdida después de aquella derrota en Valdebebas ante el Levante.
Aquel día Nacho Fernández no estaba en la convocatoria: había dado positivo por coronavirus. Renqueante Ramos por su aprieto narcisista ante Kosovo y de baja Varane por coronavirus, el Madrid domó este sábado al Barça con la misma pareja de centrales que le bastó y le sobró ante el Liverpool de Salah, Firmino y Jota. Es imposible no preguntarse si el tiempo se va a encargar de despejar por sí solo la ecuación que sobrevuela los despachos de Valdebebas desde hace meses: qué hacer con Sergio Ramos (y, de paso, con Varane, cuyos gestos de desapego anuncian una posible marcha este verano, que varios medios especializados dan por segura).
90 minutos para la consagración
Nacho y Militâo tienen ante sí este próximo miércoles una última prueba de 90 minutos ante las gradas vacías de Anfield Road para confirmar su alternativa como defensa 'A' en un Madrid necesariamente abocado a la renovación, lastrado por el ridículo de Hazard y la inadaptación de Jovic, sostenido esta temporada por la misma columna vertebral de las tres Copas de Europa. (Con una excepción: Ramos). El Madrid se ha acostumbrado a ganar sin su capitán y ya no parecería tan funesto (como en Navidades, por ejemplo) que el héroe camero de 35 años aceptase una oferta en Europa. ¿Mala suerte, o malas decisiones? El dato es jugoso: desde que el andaluz es libre para negociar con cualquier club (el pasado 1 de enero), solo ha disputado dos partidos de Liga con el Madrid. (Y 61 minutos de Champions: las otras dos claras victorias europeas del año parecen diluir el mito del capitán imprescindible para avanzar en Europa).
La eclosión de Nacho sólo puede sorprender a alguien que no siga (ni le guste) el fútbol. Su extraordinario estado físico (especialmente destacable, dada la diabetes que le acompaña desde niño) y su capacidad de adaptación (además de su versatilidad posicional y espiritu de equipo) le han otorgado una jerarquía en el vestuario que sólo líderes como Modric, Benzema o el propio Ramos superan: un futbolista que es muchísimo más que un comodín, o un suplente eficiente, y de cuya trayectoria y regularidad no se habla lo suficiente. (Otro dato jugoso: ha sido titular 13 veces consecutivas con el Madrid, y el equipo blanco sólo ha concedido dos empates).
¿El nuevo Pepe?
La explosión abrileña de Militâo (jugador que lleva tatuada la palabra “paciencia” en la nuca) sí puede considerarse inesperada: era claramente el cuarto central de la plantilla en la cabeza de Zidane y sólo había jugado 650 minutos antes de este crucial mes (por delante únicamente de Hazard, Mariano y Odriozola). Pero la vida de los futbolistas cambia muy súbitamente, y la de este brasileño serio y disciplinado de 23 años (con vida de no brasileño, como se bromea en el vestuario) se transofrmó tras su fabulosa actuación en la idea de los cuartos contra el Liverpool.
Las cosas andaban francamente regular para el jugador de Sao Paulo. El 20 de enero, cuando reapareció en la alineación titular del equipo, el Madrid cayó en uno de sus ridículos coperos y acabó eliminado por el Alcoyano (2-1). Peor aún fue el partido de diez días después contra el Levante: el brasileño estuvo ocho minutos en el campo antes de ver una tarjeta roja. Después se lesionó en el abductor y no volvió a jugar hasta marzo. Cuando ya se especulaba con su salida del club este verano, ha demostrado en la semana fundamental del año ser el futbolista de 50 millones que compró el club y la gran solución de Zidane al infortunio muscular y viral del equipo.
Militâo mostró una solvencia admirable contra la escuadra de Klopp: un 100% en duelos ganados, victorioso en balones aéreos y un 80% de pases con éxito, según datos de whoscored.com. Contra el Barcelona este sábado fue el rey absoluto de los despejes: seis (el siguiente jugador en este capítulo fue Araujo, con tres). Redujo a Dembelé, que acabó desaparecido, y colaboró para minimizar el impacto de Messi, Pedri, Griezmann y compañia.
Hombre de un solo club
Hace solo diez jornadas, tras aquella derrota en Valdebebas contra el Levante en la que Militâo fue expulsado, el Real Madrid miraba el alirón de lejos, a ocho puntos del Atlético. Este domingo ha amanecido líder, tras reponerse de un duelo extenuante ante el Liverpool y ganar bajo la tormenta a un Barça que llegaba fresco para dar la primera alegría a Joan Laporta, con Piqué en la grada y Mingueza de goleador (otro síntoma evidente de renovación en la zaga del archirrival). Se escriben cientos de miles de palabras sobre la renovación de Ramos y decenas de miles sobre Alaba y la posible marcha de Varane. Pero si el Madrid sale de Liverpool clasificado para semifinales, ¿se tomará el madridismo en serio la dupla Nacho-Militâo y cómo ha suplido la baja del mito Ramos y el incombustible Carvajal? Recuerden lo que se decía sobre Pepe y sobre Varane en sus inicios, cuando no se habían aclimatado aún a un club como ningún otro. Nacho, de 31 años, finaliza su vigente contrato con el Madrid en junio de 2022. Si permaneciera más años en Chamartín, se convertiría en el quinto ‘One Club Man’ de la historia merengue (después de Camacho, Zárraga, Sanchis y Chendo).
Hay un dato que Florentino Pérez maneja presumiblemente con delectación ante el inicio de su nuevo mandato como presidente: el Real Madrid ha ganado once partidos desde que se operó Sergio Ramos, y solo ha empatado dos (Real Sociedad y Atlético). Por el camino, los de Zidane han eliminado al Atalanta, tienen un pie en semifinales de la Champions y se levantaron esta lluviosa mañana madrileña como líderes de la Liga tras ganar el Clásico: un escenario irreal si se tiene en cuenta que sólo hace diez semanas la Liga estaba casi perdida después de aquella derrota en Valdebebas ante el Levante.
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