Nos colamos en el nuevo Bernabéu: el césped retráctil avanza a toda velocidad

Impresiona ver el Santiago Bernabéu por dentro. Imponente y vertical, como siempre, los ojos de uno se van al cielo, donde el estadio aparece coronado por unas imponentes cerchas que permitirán que desaparezca la visión del cielo para los espectadores.

Sin embargo, aunque todas las miradas estarán puestas en esa cubierta futurista que recubrirá el nuevo Bernabéu, y en su ampliación en la parte alta, la gran novedad logística es el césped retráctil que permitirá recogerlo bajo tierra para mejorar su mantenimiento. Según ha podido saber El Confidencial, el complicado engranaje que moverá el tapete sobre el que jugarán los partidos no solo va cumpliendo las fechas previstas, sino que va incluso adelantado.

En un principio, se proyectó un calendario de trabajo para la remodelación del estadio que permitía trabajar sin restricciones en las ventanas sin fútbol, básicamente el verano, para realizar las reformas que afectaban a la zona del césped y a la instalación de ese mecanismo retráctil que esconderá el césped. Sin embargo, una vez que el Real Madrid decidió trasladar sus partidos a Valdebebas al conocer que no habría público esta temporada, todos los plazos se han ido recortando y las obras avanzan a un ritmo más que notable. De hecho, incluso durante el confinamiento se trabajó a destajo. Y una vez recuperada la 'nueva normalidad', la remodelación ha ido rebajando las mejores previsiones de los directores de obra.

En la imagen principal, se puede apreciar cómo los camiones trabajan sobre el césped del estadio, una alfombra nueva que se colocó hace unos meses en previsión de que fuese utilizado por el equipo para sus partidos, ya que se contaba con que a estas alturas ya hubiese regresado el público al Bernabéu. Ese césped tiene una mezcla de hierba natural y césped artificial algo mayor que la que ofrecía el campo antes de su cierre para la remodelación.

Al no celebrarse partidos, se ha instalado una rampa de arena por la que los camiones acceden para trabajar en las distintas labores que se están haciendo sobre la base del campo. Tanto en las plataformas de la estructura retráctil como en los fosos laterales y en los fondos. Especialmente en el fondo sur, que fue derruido en su parte baja al inicio de la remodelación.

Arriba siguen llamando la atención la nueva estructura que va tomando cuerpo y las cerchas, protagonistas de la remodelación de la parte alta del estadio. De hecho, la cercha de Padre Damián ya se ha completado con una pieza que le faltaba, construida en las afueras del estadio. El viernes se realizaron las fotos que ilustran este artículo, el sábado se alzó la cercha y esta semana ya comenzará a trabajar, lo que acelerará los cambios en la parte alta del estadio.

La zona que da al paseo de la Castellana, donde se va a situar la zona comercial, también se ha utilizado hasta el momento para construir piezas que se elevarán para completar la estructura aérea que desmontará la parte alta del Bernabéu e irá armando la estructura de la nueva cubierta. Por último, las nuevas torres de acceso al estadio, que aparecen también en las fotografías, van a buen ritmo.

La mala noticia para el club es que no hay público en las gradas y eso está afectando a los ingresos ordinarios, especialmente al 'ticketing' y a los ingresos del día de partido, donde el Real Madrid era el club con más ingresos del fútbol europeo. La buena es que las obras están aprovechando la ausencia de actividad en el Bernabéu para trabajar 24 horas al día en la remodelación de un estadio que en el club se cree que acortará los plazos establecidos en el inicio. Y cuando se abra, los ingresos ordinarios del Real Madrid casi se duplicarán, ofreciendo una robustez económica, al menos así está diseñada, que le permitirá competir en el mercado y defenderse del poderío de los petrodólares del PSG y del Manchester City.