Florentino y Ramos pactan el final de la guerra sucia en torno a la renovación
Han hablado en estos días en los que el presidente se recupera del coronavirus y el capitán, de su reciente operación. Las conversaciones no han hecho que Pérez mueva ficha
Las últimas semanas, con Florentino Pérez confinado por el contagio del coronavirus y Sergio Ramos en casa recién operado, han devuelto la tranquilidad a las aguas del Real Madrid. El dirigente y el futbolista han tenido tiempo para conversar sin intermediarios sobre la situación de la negociación para renovar al capitán blanco. No obstante, estos contactos no han avanzado la negociación en ninguna dirección. Tanto Florentino Pérez como Sergio Ramos se mantienen firmes en sus posiciones y no parece que vayan a cambiar de momento, aunque desde el club se tenga la sensación de que el futbolista tiene ahora toda la presión sobre él y eso podría desbloquear la situación.
En este sentido, el Real Madrid le ha hecho una oferta por dos años con una ficha neta inferior a la que tiene en la actualidad el jugador, que terminará esta temporada su vinculación con el Real Madrid con 35 años. Sergio Ramos tenía una ficha de 12 millones anuales, que ha bajado a 10,8 millones por la reducción salarial del 10% que pactó el club con el vestuario como resultado del descenso de ingresos debido a la crisis de la pandemia.
Desde el club, se ofreció al futbolista un primer contrato por una temporada, siguiendo la política del club con los jugadores de más de 30 años. Después, se accedió a romper esa política y proponerle dos años de contrato. Sin embargo, la ficha es menor a la que tiene en la actualidad porque el jugador terminará con 37 años su vinculación; una edad avanzada que justifica esa bajada de la ficha. Por su parte, Sergio Ramos, dado su papel protagonista en el equipo en el vestuario y, sobre todo, en el césped, donde es el bastión defensivo y uno de sus máximos recursos ofensivos, no se conforma con esa ficha. No pide un aumento, pero quiere un contrato de dos temporadas con la ficha que tenía antes de que se produjese la reducción salarial de la plantilla.
El club no piensa ceder más
No obstante, el Real Madrid no accede a sus demandas, por entender que 12 millones netos por dos temporadas a un jugador de 35 años suponen un peso salarial de 50 millones brutos en dos años. Una cifra que el club no debe soportar en un momento complicado por el descenso de los ingresos por el covid y que coincide con la inversión de la necesaria remodelación del Santiago Bernabéu. Florentino no va a mover a ficha y traslada la presión al jugador.
Por su parte, Ramos sopesa cómo resolver este dilema mientras su hermano se mueve en el mercado internacional sondeando el interés de otros equipos de primer nivel de Europa como PSG, United o clubes de la Serie A. Sergio sabe que salir del Real Madrid le supondría una pérdida de estatus mediático y deportivo después de 16 temporadas en el club. El de Camas es consciente de que renovar significaría mantener el brazalete del Real Madrid así como su liderazgo dentro y fuera del campo en un momento emblemático en la historia del Real Madrid, que coincidirá con el estreno del nuevo Santiago Bernabéu.
Lo que sí han pactado Florentino y Ramos estos días es el final de la guerra sucia de filtraciones y contestaciones a través de medios afines
Lo que sí han pactado Florentino y Ramos estos días es el final de la guerra sucia de filtraciones y contestaciones a través de medios afines que están salpicando la imagen del Real Madrid, la de Florentino como presidente y la de Ramos como capitán. El madridismo está cansado de ver cómo se mancha el nombre del club aireando los trapos sucios de esta negociación en las tertulias deportivas en las que periodistas cómplices de uno y obedientes con el otro venden la última versión sobre la situación de este tira y afloja que se repite en cada final de contrato del camero.
En estos momentos, no hay acuerdo y las posiciones parecen inamovibles. Pero si la prioridad de Sergio Ramos, como filtra su entorno, es realmente quedarse y no se mueve por dinero, el sevillano reculará y forzará una renovación para liderar el Real Madrid 3.0 en el nuevo Bernabéu. Florentino espera la llamada de Ramos. El sevillano decide: puerta grande y renovación o enfermería y adiós con la etiqueta de 'pesetero'.
Las últimas semanas, con Florentino Pérez confinado por el contagio del coronavirus y Sergio Ramos en casa recién operado, han devuelto la tranquilidad a las aguas del Real Madrid. El dirigente y el futbolista han tenido tiempo para conversar sin intermediarios sobre la situación de la negociación para renovar al capitán blanco. No obstante, estos contactos no han avanzado la negociación en ninguna dirección. Tanto Florentino Pérez como Sergio Ramos se mantienen firmes en sus posiciones y no parece que vayan a cambiar de momento, aunque desde el club se tenga la sensación de que el futbolista tiene ahora toda la presión sobre él y eso podría desbloquear la situación.
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