La pasión en la división de plata: la categoría más equitativa

A

l son que marca la máxima categoría del fútbol español, LaLiga Santander, orbita también otro mundo, (solo) un poco más pequeño, que cada año que transcurre, aumenta su tamaño, acercándose a la majestuosidad del gigante: LaLiga SmartBank. La división de plata mejora temporada tras temporada, alcanzando y, en muchísimos casos, superando a otras competiciones europeas. Se trata de un lugar donde poder disfrutar a lo largo de la temporada regular de duelos históricos de clubes con una gran tradición y masa social a sus espaldas que llenan de emoción la lucha por llegar a la división de oro española. Una lucha que culmina en los ‘play-off’ de ascenso que siempre ponen a prueba los nervios del más tranquilo y hacen disfrutar a los verdaderos aficionados al fútbol.

En esta categoría se puede disfrutar del juego de subcampeones de la competición liguera como la UD Las Palmas y Real Sporting de Gijón. O de un encuentro entre RCD Espanyol de Barcelona-Real Zaragoza, dos míticas entidades que no hace mucho se enfrentaban en el Santiago Bernabéu por llevarse la Copa del Rey a casa. ¿Quién dijo que los grandes solo estaban en LaLiga Santander?

"La uniformidad es fundamental. Hablamos de la retransmisión audiovisual, del césped, que cada vez está cuidándose más, lo cual hace que la calidad de los partidos sea mucho mejor"

“Antes, la percepción que daba la segunda categoría es que el nivel para jugar no era el mismo y eso ha cambiado”, comenta Luis Gil, director de Competiciones y Oficina del Jugador de LaLiga, que explica cómo ha sido posible esa evolución en estos años. “La uniformidad es fundamental. Hablamos de la retransmisión audiovisual, del césped, que cada vez está cuidándose más, lo cual hace que la calidad de los partidos sea mucho mejor. Esto, sumado al aumento de los ingresos por derechos de televisión y de la asistencia a los estadios, conlleva una mejor preparación, unos cuerpos técnicos, los de LaLiga SmartBank, igual de extensos que en LaLiga Santander, además de que la calidad de los futbolistas es mayor, con algunos que vienen de fuera y aumentan el nivel de la categoría”.

Como adelanta Luis Gil, las partidas económicas de los clubes se han visto sensiblemente incrementadas, en especial desde la temporada 2015/16, cuando entró en vigor el RD 5/2015 con el cual se procedió a la venta centralizada de los derechos de televisión. Esto ha hecho posible una mejor optimización de los derechos de los clubes y, en sintonía con el trabajo de LaLiga, los clubes se han beneficiado de ese aumento de ingresos.

Esta mayor capacidad económica también ha permitido el crecimiento de los futbolistas que forman parte de LaLiga SmartBank. De hecho, en los últimos años se han producido traspasos entre clubes de las divisiones de oro y de plata que alcanzan montantes más propios de fichajes entre equipos de LaLiga Santander. Los casos de Borja Iglesias (del Celta de Vigo al Espanyol aunque estaba cedido en el Real Zaragoza), Jaime Mata (del Real Valladolid al Getafe CF) o Luis Milla (del CD Tenerife al Granada CF) son solo algunos de los mejores ejemplos de cómo la segunda categoría sirve de trampolín hacia la élite.

"La forma de jugar de equipos como FC Barcelona o Real Madrid, que ha marcado tendencia, hace que los clubes de LaLiga SmartBank quieran también jugar un fútbol más vistoso"

Jugar como los ‘grandes’

Pero no solo son los factores externos los que influyen en el desarrollo de la competición. Los propios clubes se han adaptado al cambio de paradigma futbolístico que ha vivido nuestro país en la última década y media. “La forma de jugar de equipos como FC Barcelona o Real Madrid, que ha marcado tendencia, hace que los clubes de LaLiga SmartBank quieran también jugar un fútbol más vistoso”, explica el director de Competiciones y Oficina del Jugador de LaLiga.

Para acercarnos hasta casi tocar con los dedos esa sensación de jugar en una gran división de fútbol, nos encontramos con algunos de sus representantes, de esos futbolistas que disfrutan del fútbol de LaLiga SmartBank. Uno de ellos lleva el brazalete de uno de los recién llegados al fútbol profesional, como es Marc Castells, capitán del CD Castellón, uno de los clubes históricos que recuperó su lugar el verano pasado. Desde el primer momento, observa con claridad las diferencias que existen con respecto a la categoría de bronce. “En Segunda B hay 100 equipos, aquí hay 22. Está LaLiga, que lo lleva todo a rajatabla. Dentro del campo la concentración tiene que ser máxima, porque en Segunda B puedes fallar, pero no lo acabas pagando de la misma manera”.

Este salto del fútbol semiamateur al profesional es enorme, aunque apenas haya una categoría de diferencia. “Se aprecia con la organización de los horarios, los terrenos de juego, la uniformidad visual de todos los estadios… Los jugadores lo notan, es un nivel superior, de mayor competitividad, mayor orden, en definitiva”, dice el propio Luis Gil al respecto, que a la vez espera que la creación de la nueva liga intermedia, la por ahora llamada Segunda B Pro, hará que la caída de LaLiga SmartBank “sea mucho más leve”.

Cualquiera puede ganar

El Castellón está luchando por mantenerse entre la élite. “La primera vuelta nos tiene que servir de experiencia para en la segunda sacar los puntos necesarios para lograr el objetivo. Calidad tenemos de sobra, pero nos ha faltado un poco de contundencia en fase defensiva, nos han metido muchos goles cuando nosotros teníamos la posesión de balón cerca de nuestra portería y eso lo debemos mejorar. Ya hemos visto que en LaLiga SmartBank los equipos que están arriba son sólidos atrás y no se complican. Esa es la mentalidad que tenemos que tener”, apunta Castells.

Llegar de una categoría inferior y encontrar a clubes de altísima calidad supone un reto para un equipo como el Castellón, que hace apenas tres años se encontraba en la Tercera División. Y, por tanto, no son pocos los que han sorprendido a Castells. “Todos los equipos que están arriba tienen la etiqueta de favoritos, como Almería, Espanyol y Mallorca. Hace poco estaban en LaLiga Santander, tienen presupuestos altos y jugadores de muchísima calidad. En cuanto a futbolistas, diría que ahora mismo Raúl de Tomás es quien más marca la diferencia”, comenta el centrocampista valenciano.

Llevar años en LaLiga Santander y tener un nombre de peso no significa nada en LaLiga SmartBank. No son pocos los ejemplos de clubes de mucho prestigio que han tenido dificultades para ascender y sobrevivir

De Tomás llegó al Espanyol la pasada temporada como la mayor inversión en un fichaje de la historia del conjunto perico, aunque no sirvió para evitar el descenso del club barcelonés, que ha pasado la mayor parte de su historia en la élite y ha sido cuatro veces campeón de la Copa del Rey. Con ese pasado tiene, indiscutiblemente, el objetivo de regresar cuanto antes a LaLiga Santander, una presión, sin duda, enorme.

Uno de los pesos pesados del equipo, el uruguayo Leandro Cabrera, lo tiene muy claro. "El fútbol es eso, si no juegas con esa presión, con ese incentivo, no tiene mucho sentido. En este equipo hubo muchos jugadores que apostamos por quedarnos, que decidimos reducir nuestros salarios para poder estar acá, y cuando ves ese esfuerzo de los compañeros y del club, te das cuenta de que estamos todos en el mismo barco y no nos queda otra que pelear por el máximo objetivo”.

Sin embargo, llevar años en LaLiga Santander y tener un nombre de peso no significa nada en LaLiga SmartBank. No son pocos los ejemplos de clubes de mucho prestigio que han tenido dificultades para ascender y sobrevivir. “Hace muchos años, por ejemplo, el Villarreal, que era el mejor equipo de LaLiga SmartBank, no ascendió como primero. El Elche CF, con una plantilla que llevaba años en esta categoría, ascendió bastante antes que el Villarreal. Obviamente, la calidad de los jugadores influye porque el fútbol es esfuerzo y calidad, pero uno no puede quedarse con una cosa o con la otra. Si un equipo baja de LaLiga Santander y se lo toma con un poco de prepotencia, por decirlo así, lo puede pasar muy mal. Por eso, nosotros afrontamos la temporada desde la humildad y el máximo respeto a todos los rivales. Es un orgullo vestir la camiseta del RCD Espanyol y sabemos que para luchar por devolverla a donde queremos debemos competir a tope cada semana”, dice el central blanquiazul.

Apenas hay diez puntos de distancia entre el sexto puesto (el último que da acceso a los ‘play-off’ de ascenso) y el decimocuarto. La emoción está más que garantizada

Con la mente puesta en LaLiga Santander

Ese descenso siempre es muy duro, como el del propio Espanyol, acostumbrado desde hace más de 25 años a estar en la máxima categoría, pero la adaptación a la caída es un poco menos brusca gracias a las compensaciones que reparte LaLiga a los equipos que pierden la categoría. Este año, el Espanyol recibió un importe provisional de 30,1 millones de euros por tal motivo, mientras que el Leganés ingresó 15,8 millones, por los 9,6 del Mallorca. Es una caída con red.

“Es una buena medida para paliar un poco el descenso de los equipos, les permite planificar con algo más de opciones. Al tener un presupuesto un poco más alto, tienes más alternativas en el mercado y puedes hacer una mejor plantilla. No te garantiza nada, porque otros clubes han pasado por ahí y no lo lograron, pero ayuda”, comenta Salva Sevilla, uno de los veteranos del Mallorca, que ha vivido de bermellón el paso de Segunda B a LaLiga Santander en apenas dos años y busca ahora de nuevo el regreso a lo más alto, una ambición que va por buen camino, pues el equipo que dirige Luis García Plaza es líder en solitario.

“Queda mucho, es una categoría muy complicada y hay que tener los pies en el suelo e ir con mucha cautela. Hemos tenido una racha de 18 partidos sin perder y casi sin encajar gol y luego hemos tenido otra racha donde éramos casi incapaces de ganar, eso te habla de las circunstancias de la competición, cualquier equipo te puede complicar. Es cierto que estamos en muy buena posición, pero queda mucho”, afirma el andaluz, que recuerda con amargura las últimas fechas de la pasada liga: “Sabíamos que podía pasar, porque teníamos un bloque de jugadores que no había jugado nunca en la máxima categoría, pero estuvimos tan cerca de la permanencia que sí que duele porque creo que con un poco más de suerte lo podíamos haber conseguido”.

Esa falta de madurez de buena parte de la plantilla bermellona se ha visto subsanada con apenas una temporada entre los mejores equipos del mundo. “El año pasado fue muy productivo, pese a haber descendido. Todos los jugadores han aprendido un montón y han cogido la experiencia que les faltaba por esa exigencia de LaLiga Santander que todos los rivales te llevan al límite. Todo eso te hace mejorar muchísimo”, apunta Sevilla.

Nos queda poco menos de media temporada por delante para conocer el destino de estos 22 equipos, algunos buscando la gloria de LaLiga Santander, otros queriendo seguir un año más en el fútbol profesional. Unos meses apasionantes para disfrutar del gran espectáculo que nos trae jornada a jornada la división de plata. Apenas diez puntos de distancia entre el sexto puesto, el último que da acceso a los ‘play-off’ de ascenso, y el decimocuarto. La emoción está más que garantizada y, gracias al crecimiento de LaLiga SmartBank, el buen fútbol también está asegurado para no despegarse de las pantallas.