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El Barça se desinfla en la segunda parte y vence por la mínima al Huesca (0-1)
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Dos caras competitivas

El Barça se desinfla en la segunda parte y vence por la mínima al Huesca (0-1)

El conjunto de Ronald Koeman fue de más a menos en El Alcoraz tras un primer tiempo en que el resultado se quedó corto. La falta de puntería castigó a los azulgranas

Foto: Los jugadores del Barça celebran el 0-1 de Frenkie de Jong. (Reuters)
Los jugadores del Barça celebran el 0-1 de Frenkie de Jong. (Reuters)

En una temporada en que los partidos plácidos del Barça se cuentan con los dedos de una mano y sobran unos cuantos, la visita del conjunto de Ronald Koeman al Alcoraz llegó en forma de flotador salvavidas. El choque, con sorpresa por el planteamiento excesivamente conservador del técnico del Huesca, Míchel, vio a un conjunto azulgrana visitante volcado al ataque desde el pitido inicial. Fluido, dinámico, vertical, desequilibrante y tenaz.

Mientras el Huesca esperaba en su campo, el cuadro catalán acumulaba un gran número de efectivos por dentro, con la presencia de Pedri, Ousmane Dembélé, Martin Braithwaite, Frenkie de Jong, Sergio Busquets y Leo Messi. A diferencia de otros encuentros vividos esta temporada, donde los pupilos de Koeman se atascaban ante rivales replegados y ahogaban el juego en zonas interiores, el Barça exhibió un reparto espacial extraordinariamente bueno. Un hecho que le permitió ser ancho y profundo, pero también recuperar el balón tras perderlo en pocos segundos.

Foto: Ronald Koeman camina cabizbajo por la banda del Coliseum Alfonso Pérez. (Reuters).

De este modo, las ocasiones no tardaron en llegar en cascada. Los azulgranas sitiaban la meta de Álvaro Fernández y se juntaban en la izquierda con Pedri, Jordi Alba, Ousmane Dembélé y la libertad de Leo Messi por todo el frente de ataque. Así, el lateral catalán puso un centro raso para Martin Braithwaite que el danés dejó pasar y Pedri falló a bocajarro en el minuto seis. Tan solo dos minutos más tarde, Jordi Alba llegó a línea de fondo y asistió a un impreciso Leo Messi que no supo resolver favorablemente un remate con su pierna menos buena.

El Huesca se blindó por dentro

El partido se jugaba en una baldosa, y cuando se abría, Ousmane Dembélé aparecía para dejar su huella, como en esa acción en el minuto 18 donde dejó desparramados a cuatro defensores oscenses en una arrancada fugaz. Participativo durante toda la primera parte, se convirtió en el mejor socio de Jordi Alba en el costado derecho. Así, en el minuto 21, el jugador francés envió un centro preciso a Pedri que el canario desperdició por encima del larguero.

El gol era cuestión de tiempo y Frenkie de Jong se encargó de demostrarlo en el minuto 26 tras una asistencia magistral de Leo Messi. El neerlandés entró de segunda línea, cargó el área y definió a un lado de Álvaro Fernández. Tras el tanto, el Huesca buscó estirarse al contragolpe en pocos toques, pero la imprecisión colectiva y la falta de talento individual minaron la reacción. En estas, Messi lanzó una falta que el guardameta local salvó por poco antes de enfilar el túnel de vestuarios.

placeholder Pedro Mosquera persigue a Leo Messi en El Alcoraz. (Reuters)
Pedro Mosquera persigue a Leo Messi en El Alcoraz. (Reuters)

La segunda mitad se inició como la primera. Con Ousmane Dembélé como fuente ilimitada de desequilibrio y Messi buscando una virtud goleadora que se le viene resistiendo toda la temporada. No hubo grandes modificaciones tácticas, más allá de que el Huesca optó por crecer más desde el balón que desde la defensa reculada.

El partido cayó anestesiado mientras el Barça buscaba la velocidad, el desborde y el ritmo frenético con el que había empapado el primer tiempo. Así, el Huesca se encontró su primera ocasión del partido en el minuto 62 en un saque de esquina que Rafa Mir remató de espuela y a punto estuvo de superar a Marc-André ter Stegen. La sociedad Pedri y Messi conectó en el minuto 67 un potente disparo que el portero oscense salvó de nuevo.

Viendo la falta de fuelle en su equipo, Míchel sacudió la dinámica con cuatro sustituciones. Idrissa Doumbia, Juan Carlos, Shinji Okazaki y David Ferreiro entraron por Mikel Rico, Seoane, Pulido y Sergio Gómez. Por su parte, Koeman dio entrada a Pjanic, Mingueza y Griezmann por Busquets, Dest y Braithwaite. El Barça no podía cerrar el partido pese a la inventiva de Pedri y el desequilibrio de Messi. Ousmane Dembélé, capaz de lo mejor y de lo peor en pocos segundos, controló un balón defectuosamente y perdonó al Huesca en el minuto 77. Los locales apretaron en los últimos minutos a través de los centros laterales y las jugadas a balón parado, pero Stegen se mostró inflexible.

En una temporada en que los partidos plácidos del Barça se cuentan con los dedos de una mano y sobran unos cuantos, la visita del conjunto de Ronald Koeman al Alcoraz llegó en forma de flotador salvavidas. El choque, con sorpresa por el planteamiento excesivamente conservador del técnico del Huesca, Míchel, vio a un conjunto azulgrana visitante volcado al ataque desde el pitido inicial. Fluido, dinámico, vertical, desequilibrante y tenaz.

Leo Messi Jordi Alba