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Benzema evita el gatillazo del Real Madrid tras la expulsión de Raúl García (3-1)
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Una parada decisiva de Courtois

Benzema evita el gatillazo del Real Madrid tras la expulsión de Raúl García (3-1)

El Real Madrid ganó con sufrimiento a un buen Athletic de Bilbao, que jugó durante más de 75 minutos con un jugador menos por la expulsión de Raúl García

Foto: Benzema celebra un gol en el partido contra el Athletic de Bilbao. (EFE)
Benzema celebra un gol en el partido contra el Athletic de Bilbao. (EFE)

Karim Benzema evita el gatillazo del Real Madrid. El francés hizo dos goles, el último en el descuento, pero antes de la sentencia del galo, el que salvó al equipo fue Courtois. Una acción prodigiosa del belga. El portero sacó una mano a Vesga e impidió el empate. El equipo de Zidane venía de ganar con autoridad y solvencia al Atlético de Madrid y a falta de 15 minutos para el final estaba bloqueado. El Athletic de Bilbao, con un jugador menos por la expulsión de Raúl García, en el Di Stéfano, había equilibrado el partido. Los de Zidane no eran capaces de imponer la superioridad que tuvieron en más de 75 minutos. Aparecían las dudas por lo previsible del juego, la falta de puntería y la fragilidad defensiva. El delantero y el portero sacaron adelante uno de esos partidos que iban para accidente.

Ander Capa empató el partido, en el minuto 51, en una acción que deja en evidencia la solidez y la relajación de los de Zidane. Faltó tensión en el Madrid en el inicio de la segunda parte, y de ello se aprovechó el Athletic. Se relajó el equipo de Zidane con el gol de Kroos en el final de la primera parte y la idea de que, con uno más, ya estaba todo hecho. Benzema, otra vez de ‘9’ puro, tumbó a un buen Athletic con un gol de cabeza tras un saque de esquina extraño. El saque de Asensio no fue directo al área. El pase retrasado para Carvajal y el centro de este lo remató Benzema.

El Madrid salió del cortocircuito con el 2-1, pero quedaba el susto final. La mano de Courtois evitó el empate. Sufrió para ganar a un Athletic de Bilbao combativo que llegaba en una situación de pre-crisis por la irregularidad de sus resultados y las dudas con la continuidad de Gaizka Garitano. Un equipo y un entrenador que tendrán que pedir explicaciones a Raúl García.

placeholder Ander Capa celebra el gol del Athletic. (EFE)
Ander Capa celebra el gol del Athletic. (EFE)

Los excesos de Raúl García los pagó caro el Athletic de Bilbao. A los 13 minutos, el veterano y enérgico futbolista dejó a su equipo en inferioridad numérica por una patada y un pisotón a Kroos. La dos cartulinas amarillas echaron abajo el fenomenal inicio de partido y el atrevimiento con que salió el equipo de Gaizka Garitano. Raúl García es un jugador vigoroso, conocido por el ímpetu con que se emplea en el campo, que sube a algo más que fogosidad cuando enfrente está el Real Madrid. Lo que se le pide a este tipo de futbolistas es que desconecten el talento de los adversarios, pero a Raúl García le falla la inteligencia táctica cuando debería sacar ventaja de su oficio.

El golazo de Kroos

Zidane dio continuidad al bloque del triplete. Se conoce como triplete la racha de triunfos contra el Sevilla, Borussia Mönchengladbach y Atlético de Madrid. Tan solo hubo una novedad en el partido contra el Athletic de Bilbao. Fede Valverde en el once por el sancionado Casemiro. El equipo cogió la regularidad que pedía el entrenador, la dinámica ganadora para engancharse a la Liga y clasificarse para los octavos de final de la Champions, y Zidane ha aparcado las rotaciones. La idea de que necesita a todos para refrescar el equipo sufre un frenazo y esto sirve para darse cuenta de quién está rezagado. Isco y Marcelo. Malas noticias para el brasileño y el español. A Isco le dio entrada como revulsivo, junto a Asensio, tras el gol del empate del Athletic.

Zidane encontró la estabilidad con el triplete, mejoró el buen juego, la fiabilidad, y por consiguiente creció la confianza. La victoria en el derbi, conseguida en un partido completo de principio a fin y la solidez del bloque, reforzó al francés cuando hace poco más de una semana se hablaba de la caída libre y las consecuencias de una posible destitución. Contra el Athletic, se notaron el cansancio y, según Zidane, la precipitación. Enfrente estaba el Athletic de Gaizka Garitano, un entrenador que se presentó en el Di Stéfano con la sensación de estar en la cuerda floja, con un triunfo en los últimos cinco encuentros. El partido empezó con el plan más valiente del Athletic. Se fue a por el Madrid. A presionar fuerte, agresivo, intenso.

Era un Athletic que mordía y generaba dificultades al Madrid en la salida de la pelota y en la circulación. Estaba incómodo el equipo de Zidane, hasta que Raúl García se hiperventiló con dos entradas a Kroos que provocaron su expulsión. Raúl García estropeó el atrevido y ambicioso planteamiento de los de Garitano. Dejó a su equipo con uno menos a los 15 minutos del encuentro y la estrategia pasó de jugar cerca de la portería de Courtois a la de Unai Simón. Gaizka Garitano ni miró a Raúl García cuando se marchó al vestuario. La cara de enfado del entrenador lo decía todo.

placeholder Raúl García, expulsado. (EFE)
Raúl García, expulsado. (EFE)

El Real Madrid jugó en superioridad ante un rival ya metido atrás, que se hizo fuerte por el centro, y no dejó espacios. Era un Athletic de supervivencia ante un Madrid demasiado previsible en sus ataques. Le costó al equipo de Zidane darle ritmo a la pelota para encontrar espacios y generar peligro. El gol de Kroos llegó en el descuento de la primera parte con un potente y ajustado derechazo desde fuera del área que sorprendió a Unai Simón. Todo el esfuerzo que había realizado el Athletic se vino abajo en una primera parte agitada y con jugadas polémicas. Una en cada área. Iñaki Williams pidió penalti en una carga de Carvajal cuando el remate se fue desviado. Vinícius hizo lo mismo en una internada con rebote del balón en la mano Ander Capa.

El carácter del Athletic no pudo contener el dominio de un Real Madrid que, por insistencia, encontró la contundencia con el gol de Kroos. La doble imprudencia, los pisotones de Raúl García pusieron cuesta arriba las ganas y el descaro con la que salió a competir un combativo Athletic, que pudo empatar antes del tercer gol de Benzema si no es por el paradón de Courtois.

Karim Benzema evita el gatillazo del Real Madrid. El francés hizo dos goles, el último en el descuento, pero antes de la sentencia del galo, el que salvó al equipo fue Courtois. Una acción prodigiosa del belga. El portero sacó una mano a Vesga e impidió el empate. El equipo de Zidane venía de ganar con autoridad y solvencia al Atlético de Madrid y a falta de 15 minutos para el final estaba bloqueado. El Athletic de Bilbao, con un jugador menos por la expulsión de Raúl García, en el Di Stéfano, había equilibrado el partido. Los de Zidane no eran capaces de imponer la superioridad que tuvieron en más de 75 minutos. Aparecían las dudas por lo previsible del juego, la falta de puntería y la fragilidad defensiva. El delantero y el portero sacaron adelante uno de esos partidos que iban para accidente.

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