Es noticia
El Barça se despide de la Liga en diciembre tras caer ante el Cádiz (2-1)
  1. Deportes
  2. Fútbol
La Champions fue espejismo

El Barça se despide de la Liga en diciembre tras caer ante el Cádiz (2-1)

El equipo dirigido por Koeman vuelve a perder tres puntos en LaLiga y se sitúa a 12 del Atlético de Madrid. El Cádiz se puso dos veces por delante en el marcador

Foto: Messi, durante un momento del partido. (Reuters)
Messi, durante un momento del partido. (Reuters)

Que el Barça estaba cogido con pinzas, blandito y convaleciente ya se sabía, pero la derrota en el Carranza sólo se explica por la falta de concentración, de tensión, de los jugadores. En el mes de diciembre ya ha dicho adiós a la Liga porque se queda nada menos que a 12 puntos del Atlético de Madrid. Así de preocupante es la situación y Koeman no tiene la culpa. Las tres victorias consecutivas habían insuflado ánimo y autoestima al paciente que estaba muy pachucho, el técnico propuso un reto a la plantilla hace dos semanas: de aquí a final de año no se puede perder ni un punto. El calendario era propicio y la motivación a corto plazo estaba definida. Koeman no se escondió y llevaba semanas diciéndolo en voz alta en las ruedas de prensa, esperando que su mensaje llegara alto y claro a una plantilla acomodada y apática. Ni por esas. El Cádiz les ganó sin chutar a puerta porque el Barça no estaba.

placeholder Messi, cabizbajo tras la derrota. (Reuters)
Messi, cabizbajo tras la derrota. (Reuters)

Que la lesión de Piqué había dejado un cráter gigante en defensa ya se sabía también. Que Mingueza debutó obligado por las circunstancias ante el Dínamo, cumpliendo, pero que su inexperiencia y juventud (21 años) le podían jugar malas pasadas, era la sospecha. Y en el minuto 8’, tras el lanzamiento de un córner, el canterano se tiró en plancha y remató de cabeza a Ter Stegen, que llegó a tocarla, pero no pudo hacer nada cuando Álvaro Giménez empujó el balón. A partir de ese error, grosero, a Koeman se le vio cabizbajo en el banquillo, mirando al suelo y temiéndose lo peor. Había dejado a Messi, Ter Stegen y Coutinho descansando en el último partido de Champions en Budapest, se había tomado totalmente en serio el reto de no fallar hasta finales de año, pero en su plan no había previsto la falta de tensión de un vestuario que no le acompaña.

Koeman se queda solo

El técnico sustituyó a Mingueza y Coutinho en el descanso por Pedri y Dembélé y retrasó a De Jong para que acompañara a Lenglet. En el 57’ Alcalá marcó en propia puerta tras rematar un centro de Jordi Alba. La suerte se alió con el Barça por poco tiempo, ya que seis minutos más tarde Negredo, que acababa de saltar al campo sustituyendo a Álvaro Giménez, marcó el 2-1 después de un fallo en cadena del Barça. Alba sacó de banda una pelota fuerte y al pie derecho de Lenglet, que falló, y Ter Stegen tampoco acertó a despejarla con el delantero acechándole. El mazazo fue tremendo y durante un buen rato los culés parecieron almas en pena sobre el césped del Carranza. Sólo en los minutos finales, Messi y Griezmann (invisible hasta entonces) y Pjanic probaron a Ledesma, pero el portero del Cádiz respondió seguro.

placeholder Koeman, con gesto serio, observa el partido. (Reuters)
Koeman, con gesto serio, observa el partido. (Reuters)

La derrota en Cádiz deja un panorama desolador para el Barça de Koeman, que sólo ha podido sumar 14 de los 30 puntos disputados hasta la fecha con cuatro victorias, dos empates y cuatro partidos perdidos. Los tiros al pie, los fallos individuales han sido una losa, como el de Neto y Piqué frente al Alavés, el de Ter Stegen en el Wanda y los de Cádiz. El plan del técnico se ha ido al garete y no lo disimuló tras el partido: “Es dificilísimo de explicar, puede ser que falta concentración y agresividad cuando no teníamos el balón, pero es difícil de explicar cómo hemos encajado el segundo gol”.

Foto: Lemar celebra su gol frente al Valladolid. (Reuters)

Koeman admitió también que la Liga está perdida y puso el acento en la actitud de sus jugadores: “Este es un paso atrás gigante para nuestras posibilidades. Hay que seguir, pero una distancia de 12 puntos ante un equipo como el Atlético es muchísima. Si no mejoramos nuestra actitud y los altibajos… no se puede decir nada más”. El holandés no lo puede hacer todo: callar al lenguaraz gestor Tusquets que se atreve a hacer diagnósticos cuando no debe generando ruido y meterse en el coco de unos jugadores que no están a lo que están. La papeleta la tiene él, pero algo de ayuda no le vendría mal porque este Barça es un desastre.

Que el Barça estaba cogido con pinzas, blandito y convaleciente ya se sabía, pero la derrota en el Carranza sólo se explica por la falta de concentración, de tensión, de los jugadores. En el mes de diciembre ya ha dicho adiós a la Liga porque se queda nada menos que a 12 puntos del Atlético de Madrid. Así de preocupante es la situación y Koeman no tiene la culpa. Las tres victorias consecutivas habían insuflado ánimo y autoestima al paciente que estaba muy pachucho, el técnico propuso un reto a la plantilla hace dos semanas: de aquí a final de año no se puede perder ni un punto. El calendario era propicio y la motivación a corto plazo estaba definida. Koeman no se escondió y llevaba semanas diciéndolo en voz alta en las ruedas de prensa, esperando que su mensaje llegara alto y claro a una plantilla acomodada y apática. Ni por esas. El Cádiz les ganó sin chutar a puerta porque el Barça no estaba.

Cádiz Antoine Griezmann