Benzema e Isco alborotan el vestuario del Real Madrid con sus 'rajadas'

El vestuario del Real Madrid está alborotado en un inicio de temporada extraño. Llevamos poco más de un mes, desde que empezó a competir el equipo en San Sebastián (20 de septiembre), y han sucedido demasiadas cosas con las que el entrenador está incómodo. Deportivas y extradeportivas. Buenas, malas y regulares porque hay resultados de todo tipo. Lo peor son las dos derrotas seguidas en el estadio Alfredo Di Stefano contra el Cádiz y el Shakhtar, lo mejor la victoria en el Clásico contra el Barcelona y lo regular, por definirlo de esta manera, es la reacción de carácter para empatar el partido contra el Borussia Mönchengladbach con el gol de Casemiro en el minuto 93. Pero si con algo no contaba Zidane es con las diferentes polémicas que llegan desde un vestuario que está revuelto.

Antes del partido en Alemania, el entrenador tuvo que responder a unas imágenes en el Camp Nou que captaron a Isco quejándose de los minutos que tiene. “Si me tiene que cambiar, me cambia en el minuto 50 o en el 60 de partido. A veces en el descanso. Si me tiene que meter, me mete en el 80”, son las palabras que captaron las cámaras de ‘Movistar Plus’ en un corrillo en el que estaban Marcelo, Modric, Jovic, Lucas Vázquez y Miliato. ¿Cómo se debió sentir Lucas Vázquez con la crítica de Isco? Lucas es uno de los jugadores que más respetan y confían en Zidane. Incluso, Modric, que asume su suplencia y entiende que las rotaciones del entrenador son una buena solución para no evitar el desgaste.

La reacción del entrenador francés fue la de recordarle a Isco que “soy yo quién toma las decisiones de sacar un once y hacer los cambios. Lo que tienen que hacer los jugadores es estar preparados para jugar”.

Después de lo de Isco ha llegado la pillada a Benzema en la que le dice a Mendy en el túnel de vestuarios del Borussia Park que no juegue con Vinicius (no dice el nombre) en la segunda parte porque, traducido al lenguaje futbolístico, estropea las jugadas. Las imágenes y el sonido están captados por ’Telefoot’. Vinicius se ha dado por aludido porque es el jugador que se mueve por delante de Mendy en la banda izquierda y Benzema no le pasa un balón en todo el tiempo que están juntos en la segunda parte. El francés le ha dado explicaciones al joven brasileño con la intervención de Zidane para que no haya confusiones o aparezcan los malos rollos. Zidane ha tenido que mediar en privado con los dos. Este viernes, antes del partido contra el Huesca, el técnico ha pasado página y saca el lado positivo. “Está aclarado. No hay problema y es bueno que pasen cosas porque esto significa que el equipo está vivo”.

Hay tiranteces

Estas dos secuencias (Isco y Benzema) son dos pilladas de las cámaras de televisión que aprovechan la ausencia de público para ir a los detalles. Con aficionados, el sonido ambiente y más personal en los estadios es más complicado tener acceso a este tipo de comentarios, inquietudes, quejas y críticas que destripan algunas de las interioridades de lo que se dice en un vestuario y cuál es el estado de ánimo de los protagonistas. El de Isco, por ir a un caso en concreto, no es nada bueno porque lleva tres partidos seguidos sin jugar un solo minuto. Desde que fue titular contra el Cádiz ha desaparecido de los planes de Zidane y no se le ha visto ni contra el Shakhtar, Barcelona ni el Borussia Mönchengladbach.

Isco y Benzema no han hecho nada ni dicho algo que no se pueda entender como normal y pueda suceder en cualquier trabajo en el que hay tiranteces cotidianas. También es habitual en el mundo del fútbol y así lo reconocen muchos de los ex futbolistas que hoy son comentaristas en los medios de comunicación y le quitan importancia a las palabras de Benzema sobre Vinicius. El problema es que la sospecha se convierte en prueba cuando te pillan las cámaras. Isco está desmotivado y Benzema incómodo con Vinicius, deseando que se recupere de una vez por todas Eden Hazard, con el que seguro se entenderá mejor porque ya se vio algo de lo bien que están compenetrados en lo poco que ha jugado el belga en el Real Madrid. Es la realidad.

Esto de hablar mal del compañero o criticar al entrenador no tendría más repercusión si no te cazaran las cámaras y fueras jugador del Real Madrid. Aquí el problema lo tiene, a partir de ahora, Zidane. Si gana, que lo necesita sobre todo en la Champions donde va apurado, estas polémicas irán perdiendo fuerza. Pero de momento, en el club restan importancia a los hechos. Fuera ya se ven como pequeños incendios que se suman a otros que ya le han molestado al entrenador del Real Madrid. Como las palabras de Borja Mayoral en su presentación con la Roma al desvelar que el club quería dar salida a Jovic y quedarse con él.

La bola del vestuario alterado se hace un poquito más grande. También ha tenido que lidiar el entrenador con la mala gestión de la pretemporada de Eden Hazard, que se fue a jugar con Bélgica y llegó lesionado o el tema de su sobrepeso. Hasta el punto de que tuvo que adelantar su recuperación para sacarlo, a la desesperada, contra el Borussia Mönchengladbach por Vinicius porque, como diría Benzema, el brasileño estaba negado.

Y así se podría hablar de cómo Odegaard se ha lesionado en el sóleo cuando regresó de la Selección o la cantidad de problemas que tiene en el lateral derecho, con las bajas de Carvajal, Odriozola y Nacho, que han provocado que Lucas Vázquez tenga que jugar de urgencia en este puesto.