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Los 60 años de Maradona: cada vez más prócer, más solo y más indomable
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Cumpleaños en aislamiento por el coronavirus

Los 60 años de Maradona: cada vez más prócer, más solo y más indomable

El ídolo máximo cambia de década entre peleas políticas y nuevas amistades. El Mundial 1986 y su partido ante Inglaterra siguen siendo la mayor gesta deportiva del pueblo argentino

Foto: Maradona, en marzo de este año, antes del partido Boca Juniors-Gimnasia y Esgrima. (Reuters)
Maradona, en marzo de este año, antes del partido Boca Juniors-Gimnasia y Esgrima. (Reuters)

El tiempo pone a cada uno en su sitio, dice la sabiduría popular, y nadie hace más por impugnar esa sentencia que Diego Armando Maradona. El futbolista más idolatrado de la historia cumple este viernes 60 años aislado en su domicilio por el virus: una metáfora de la soledad afectiva que acecha a un caudillo permanentemente rodeado de masas, defendido (en teoría) por una corte más dedicada a la rentabilización de su figura que a su cuidado, abuelo alejado de su familia, un ángel caído que creció descalzo y cuya heroicidad de 1986 le coloca en el Olimpo de los próceres argentinos: tumbó a Inglaterra –sólo cuatro años después de la derrota en la Guerra de Las Malvinas– con la “Mano de Dios” y con el mejor gol de la historia del deporte más popular del planeta (cuya narración por el periodista uruguayo Víctor Hugo Morales sigue estremeciendo 34 años después).

"Con Maradona los pobres les ganaron a los ricos, y los ricos odian perder", expresa en conversación con este periódico Jorge Valdano, el jugador que primero le abrazó en el Estadio Azteca aquel 22 de junio. “Diego en Argentina es un campeón sentimental. Y eso tiene que ver con su trayectoria, su personalidad... Y sobre todo con el partido contra Inglaterra, que marcó un antes y un después. Volvimos todos los jugadores a Argentina como ciudadanos, y él encima de un caballo blanco. En la memoria colectiva el partido contra Inglaterra [cuartos de final] ha penetrado mucho más fuerte y más hondo que la final contra Alemania. Aquello lo convirtió en un semidiós…”

El ‘D10S’ ya no consume cocaína (hábito responsable de que media Argentina lleve tres décadas conviviendo entre la veneración y el odio, por constituir un mal ejemplo para la juventud). Lo que hace ahora Maradona es beber bastante. “Ha suplantado la coca con el alcohol”, afirman desde Buenos Aires fuentes cercanas al club al que entrena hoy, Gimnasia y Esgrima de La Plata. “Lo típico de una personalidad adictiva: cuando dejás una sustancia tenés que tomar otra cosa”.

Algún indeseable de su círculo próximo difundió hace unos meses un vídeo en el que se veía al ídolo haciendo el ridículo en estado de profunda embriaguez. Valdano, compañero de vestuario en la selección, da más importancia a otro aspecto de la vida del ‘10’: “De todos los problemas que pueda tener, el más feo, el más difícil de comprender, es que ha roto con sus afectos: está alejado de sus hijas, de Claudia [Villafañe, su exmujer], de los amigos de mucho tiempo que ha tenido cerca. Mi sensación es que a medida que va cumpliendo años se va relacionando con gente peor. Que no hacen más que beneficiarse de él, conseguir dinero…”

placeholder Dos trabajadoras de la salud caminan frente a un mural de Diego Maradona, el pasado 28 de octubre en Buenos Aires. (Efe)
Dos trabajadoras de la salud caminan frente a un mural de Diego Maradona, el pasado 28 de octubre en Buenos Aires. (Efe)

Pasión política

Quien sabe si por esa carencia afectiva, la actividad política de Maradona es imparable: no hay iniciativa de la izquierda latinoamericana que no cuente con su apoyo: Nicolás Maduro, Evo Morales, Alberto Fernández, ‘Lula’ da Silva o Cristina Kirchner se benefician regularmente de sus arengas sin filtro. Maradona cumple años, pero no ha desarrollado pelo en la lengua: critica públicamente a quien le venga en gana (Riquelme, Messi, Macri, etc.), desoyendo los permanentes consejos médicos para que se cuide y repose (además, cabe destacar, de actuar en campañas sociales, colaborar con comedores populares y fotografiarse con los desfavorecidos). En julio dimitió como embajador de la FIFA porque su presidente, Gianni Infantino, nombró como presidente de la Fundación FIFA al expresidente Macri.

“Él es muy revoltoso, y es divisorio”, concede Valdano: “Le gusta el titular, y los enemigos que se busca son siempre grandes, ¿no...? El anterior Papa, Bush, por supuesto Macri... Nunca se queda corto [risas]. Él es indomable, y así va a ser hasta el final de sus días”.

placeholder Maradona en sus comienzos junto a Menotti.
Maradona en sus comienzos junto a Menotti.

“Messi o Maradona, no Messi y Maradona”

En Argentina, además de muchos otros lugares, un tema de conversación en millones de asados cada año es el debate sobre quién es el mejor de la historia: el ‘Pelusa’ o la ‘Pulga’. “Nos pasamos la vida diciendo que son jugadores incomparables y al momento siguiente los comparamos. Para mí son dos genios que representan épocas y personalidades diferentes", dice Valdano. "Hay elementos que llevan a pensar una cosa y la contraria. No me parece que el hecho de que él ganase un Mundial lo coloque por encima de Messi: Cruyff no ganó un Mundial, Di Stéfano tampoco... Lo que sí es cierto es que la comparación es inevitable y en eso Maradona es sentimentalmente imbatible”.

Javier Lanza, periodista deportivo argentino, editor de los medios A24 y Enganche, encuadra el debate en la tendencia de su país a la polarización: “Maradona no es un exjugador de fútbol… Es casi algo social, prácticamente un movimiento. Analizar a Maradona como un exjugador que opina de las cosas es no entender su dimensión para el argentino promedio. Nadie en este país tiene tantas ideas y venidas; lo que define su personaje es que es una contradicción constante. Algo muy argentino, que es la polarización: aquí es Messi o Maradona, no Messi y Maradona…”

“Entender el Mundial de 1986 como algo deportivo solamente es no entender lo que significa aquí”, continúa Lanza: “Logró algo a lo que nadie se ha siquiera acercado, algo tan simbólico… El 99% de los argentinos elegiría haber estado en la cancha en el partido contra Inglaterra, por encima de cualquier otro. Pero no creo tampoco que la incapacidad de Messi para ganar con la selección haga ganador del debate a Maradona. El debate no va a cambiar: si Messi gana el Mundial de Catar, los que defienden a Maradona lo van a seguir diciendo. Y si no gana nada, los que lo prefieren van a decir que es el mejor de la historia. La gente no cambia de pasiones. Y esto es una pasión… ‘Se cambia de todo menos de pasión’, como dice el personaje de Francella en El secreto de sus ojos’”.

placeholder Maradona y Messi se saludan en una gala de la FIFA en 2017. (Reuters)
Maradona y Messi se saludan en una gala de la FIFA en 2017. (Reuters)

Maradona dice que se sigue emocionando cuando ve el segundo tanto de aquel partido contra la pérfida Albión. Argentina también: el recuerdo supera incluso la decepción posterior por sus derrapes y desplantes (capítulo, este sí, en el que la personalidad de Messi le coloca en un plano social muy superior). Cada vez que Gimnasia y Esgrima de La Plata juega de visitante, Diego es homenajeado por los directivos e hinchas del club rival.

Salud y confinamiento

Este año Maradona aprovechó el confinamiento para rehabilitarse de una lesión en la rodilla derecha y bajó bastantes kilos de peso tras seguir un estricto plan de entrenamiento. “¿Se acuerdan que había un zoo en el que te podías sacar fotos con un león gigante? (...) Lo tenían empastillado, si no es imposible domar a la fiera. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Recen por él”, había afirmado su hija Gianinna (exmujer del 'Kun' Agüero) en noviembre. "Tiene ansiolíticos recetados desde hace tiempo. El cuerpo tiene una tolerancia y retirarlos en forma drástica puede comprometer la vida del paciente. Por momentos tiene excesos de alcohol, por momentos no. Diego Maradona es un paciente difícil, particular. Todo el mundo lo sabe", dijo también uno de sus médicos, Leopoldo Luque.

Este mismo viernes, día de su cumpleaños, su equipo recibirá al Patronato en la primera jornada de la Copa de la Liga Profesional de Fútbol. Maradona no estará en el banquillo: cumple aislamiento preventivo por haber mantenido contacto estrecho con un caso positivo de coronavirus. No presenta síntomas, pero debe permanecer recluido unos días más, como ha pasado ya en algunos entrenamientos y amistosos. "Tiene muchos factores: exceso de peso, hipertensión, fue recientemente operado y está al límite de los 60 años", explicó hace poco uno de sus médicos, Pablo Del Compare.

placeholder Mural sobre Maradona en Nápoles. (Efe)
Mural sobre Maradona en Nápoles. (Efe)

La salud y el estilo de vida de Maradona han tenido en vilo varias veces a Argentina, cuya pasión futbolera supera probablemente a la de cualquier otro país del globo. También a Italia: pasan las décadas, pero nadie se atreve a borrar en Nápoles los murales urbanos en recuerdo del genio que logró, entre otras cosas, el primer título de Liga de su modesta historia (y su único título de UEFA).

La revista France Football ha publicado un espléndido suplemento de 44 páginas con ocasión del cumpleaños del ‘10’. El editorial se titula “Mito errante”. Zinedine Zidane dice que es inimitable. Kylian Mbappé afirma que “fue probablemente el primer jugador Play Station”. Valdano, pese a haberse distanciado del ‘Pelusa’ en los últimos años, lo tiene claro: “Da igual lo que haga Diego, va a seguir siendo impune... Se lo tiene como un prócer y se lo mereció”.

El tiempo pone a cada uno en su sitio, dice la sabiduría popular, y nadie hace más por impugnar esa sentencia que Diego Armando Maradona. El futbolista más idolatrado de la historia cumple este viernes 60 años aislado en su domicilio por el virus: una metáfora de la soledad afectiva que acecha a un caudillo permanentemente rodeado de masas, defendido (en teoría) por una corte más dedicada a la rentabilización de su figura que a su cuidado, abuelo alejado de su familia, un ángel caído que creció descalzo y cuya heroicidad de 1986 le coloca en el Olimpo de los próceres argentinos: tumbó a Inglaterra –sólo cuatro años después de la derrota en la Guerra de Las Malvinas– con la “Mano de Dios” y con el mejor gol de la historia del deporte más popular del planeta (cuya narración por el periodista uruguayo Víctor Hugo Morales sigue estremeciendo 34 años después).

Diego Armando Maradona
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