Es noticia
Zidane no cree en los milagros y perdona el mal juego del equipo si hay carácter
  1. Deportes
  2. Fútbol
el entrenador baja el nivel de exigencia

Zidane no cree en los milagros y perdona el mal juego del equipo si hay carácter

Zidane está en un periodo en el que asume que no puede hacer milagros y se agarra a la energía de equipo como la mejor virtud de su equipo

Foto: Zidane durante el partido del Real Madrid en el Borussia Park. (Efe)
Zidane durante el partido del Real Madrid en el Borussia Park. (Efe)

Zidane está en dificultades tácticas y estratégicas. No consigue elevar el juego del equipo y darle continuidad, incluso cuando rompe con su filosofía de las rotaciones y repite en Alemania el mismo once que en el Clásico. Con la excepción de Lucas Vázquez en el lateral derecho por el lesionado Nacho. Lo grave es que el entrenador baja el nivel de exigencia y perdona las fases del juego ineficaz a cambio de la actitud. Con esto se da por satisfecho para evitar tragedias como la que pudo suceder en el segundo encuentro de la fase de grupos de la Champions. Este conformismo es un mal síntoma y en el club esperan algo más que el carácter. Porque en líneas generales, este Real Madrid es más aburrido que divertido. Hay demasiadas incertidumbres.

El Real Madrid no jugó mejor contra el Borussia Mönchengladbach que contra el Barcelona. Tuvo más la pelota, que es diferente. Necesitó del carácter para empatar el partido en el minuto 93. A esto se le llama tener un problema gordo de fútbol. El equipo necesita sacar el orgullo para ser competitivo. ¿Desde cuándo el Real Madrid no tiene un partido tranquilo? Uno de esos en los que se pueda decir que ha sometido al rival por su buen fútbol. Sigue siendo un equipo que no practica un fútbol redondo y tiene un estilo reconocido. Tan solo algunos detalles de Benzema y Asensio. Pero Zidane lo perdona todo, o eso parece, si hay carácter. Así es difícil ganar siempre. Lo natural es sufrir, sufrir y sufrir cuando lleguen los días importantes de la temporada si no se produce una mejoría general e individual.

Foto: Eden Hazard en Alemania para el partido de la Champions contra el Borussia Mönchengladbach. (@realmadrid)

Esta temporada lleva ocho partidos disputados y en todos ha sufrido demasiados apuros siendo Courtois el mejor del equipo. El portero también fue clave en Alemania. Evitó el tercer gol y permitió la reacción. Ni contra la Real Sociedad (0-0), Betis (2-3), Valladolid (1-0), Levante (0-2), las derrotas contra el Cádiz (0-1) y Shakhtar Donetsk (2-3), ni por supuesto en el agónico empata en el Borussia Park donde acabó jugando con Sergio Ramos y Casemiro como delanteros a la desesperada, ha tenido un encuentro plácido. Demasiados resultados ajustados. Mucho sufrimiento. Lo importante, para Zidane, es que el equipo tenga carácter.

Fútbol de parabrisas

La primera media hora contra el Borussia Mönchengladbach es engañosa. El Real Madrid practicó un fútbol de parabrisas. De un lado a otro del campo. Con poca profundidad y desborde y el recurso de disparos lejanos. Zidane está en un periodo en el que asume que no puede hacer milagros y se agarra a la energía de equipo como la mejor virtud a explotar.

El transcurso de los partidos indica que el fútbol del Real Madrid no ha evolucionado y el consuelo está en recuperar, de una vez por todas, al mejor Hazard para que le meta ritmo y más velocidad al ataque. En el club tienen esta esperanza y tampoco quieren perder de vista a Odegaard. El noruego ha venido para dar frescura e inspiración al juego de creación. La preocupación que oculta Zidane es que el equipo no tiene peligro en la elaboración del juego y la buena reacción a la que se refiere, tras lo de Cádiz y Shakhtar, ha llegado con un polémico penalti de Lenglet a Sergio Ramos y la fe de Casemiro en Alemania.

Kroos y la inseguridad

Kroos dijo el día antes del enfrentamiento contra el Borussia Mönchengladbach que jugando como contra el Cádiz y el Shakhtar no ganaban ni a un Tercera división. La inseguridad también se apodera del futbolista más preciso y fiable de la plantilla con el balón en los pies y en la lectura de lo que necesita el juego para tener fluidez y hacer daño. Kroos tuvo un error en el pase que provocó el primer gol del equipo alemán porque el Madrid tiene serias dificultades en superar las líneas defensivas rivales que se plantan con orden y trabajo. Ha sucedido contra el Cádiz, Shakhtar y Borussia Mönchengladbach.

placeholder Kroos en el Borussia Park. (Efe)
Kroos en el Borussia Park. (Efe)

Dijo Jorge Valdano, durante la retransmisión del partido en el Borussia Park, que el gol llega por la efectividad de los delanteros o a través de la elaboración de las buenas jugadas. El Real Madrid no tiene nada de esto. Y es para preocuparse que entre los jugadores aparezca la desconfianza si es cierto lo que le dijo Benzema a Mendy, captado por las cámaras de ‘Telefoot’, en el túnel de vestuarios al descanso. “Él hace lo que quiere. Hermano, no juegues con él. Madre mía. Juega contra nosotros”, supuestamente refiriéndose a Vinicius. Benzema, el ‘9’, se le ve incómodo cuando el brasileño no entiende el juego colectivo.

El problema futbolístico no es solo ofensivo sino más gordo. Estructural. El Madrid sigue sin ser un bloque sólido y sufre en las transiciones. En dos partidos de la Champions ha recibido cinco goles y Courtois ha evitado que las goleadas fueran mayores. El equipo tampoco sabe defenderse cuando tiene la pelota y tiene problemas para juntarse cuando la pierde. Es previsible en la posesión y vulnerable cuando toca reorganizarse.

Se podía ir caso por caso con el estado y el rendimiento individual de cada futbolista. Muchos, la gran mayoría, están lejos de su mejor versión y la consecuencia es un empobrecimiento del espectáculo y carencias en lo físico. Lo bueno, dentro de este Real Madrid que todavía es gris, es que recupera lo que más valoran sus aficionados: la casta y no rendirse hasta que el árbitro pita el final del partido. “El resultado demuestra que hay carácter. Me quedo con la reacción de los jugadores porque han peleado hasta el final”, comentó Zidane tras el empate sufrido en Alemania para ver el vaso medio lleno o tapar los defectos y los errores. De cuándo se verá un Real Madrid más brillante y solvente es mejor no pronunciarse porque el equipo está dando demasiados vaivenes. Hay que tener tranquilidad, es lo que repite Zidane.

Zidane está en dificultades tácticas y estratégicas. No consigue elevar el juego del equipo y darle continuidad, incluso cuando rompe con su filosofía de las rotaciones y repite en Alemania el mismo once que en el Clásico. Con la excepción de Lucas Vázquez en el lateral derecho por el lesionado Nacho. Lo grave es que el entrenador baja el nivel de exigencia y perdona las fases del juego ineficaz a cambio de la actitud. Con esto se da por satisfecho para evitar tragedias como la que pudo suceder en el segundo encuentro de la fase de grupos de la Champions. Este conformismo es un mal síntoma y en el club esperan algo más que el carácter. Porque en líneas generales, este Real Madrid es más aburrido que divertido. Hay demasiadas incertidumbres.

Zinédine Zidane Karim Benzema Vinicius Junior Eden Hazard
El redactor recomienda