Ganar al Real Madrid no lo arregla todo, pero apaña bastante

El Barça, como club, vive en permanente estado de combustión y las declaraciones de Gerard Piqué en 'La Vanguardia' son el último incendio. El capitán fulminó al presidente en la víspera de enfrentarse al Real Madrid. “Piqué tiene su opinión; si está metido en el tema, no hay problema”, zanjó Koeman, que bastante tiene con entrenar al equipo y decidir si deja a Griezmann en el banquillo en el Clásico. Porque el técnico, como la mayoría de los culés, son conscientes de que ganar al Madrid este sábado no lo arregla todo, pero apaña una barbaridad.

El proyecto de Koeman acaba de empezar y hay motivos para la esperanza que, sobre todo, generan los jóvenes: Ansu Fati, Pedri y Trincao. El problema es que para hacerles sitio debería sentar a una estrella en concreto, Griezmann, y tomar esa decisión justo en un partido tan emblemático como un clásico podría suponer un mazazo anímico para el francés. Ante el Ferencvaros fue suplente y se interpretó mayoritariamente como un descanso para que estuviera fresco ante el Madrid, pero Trincao, primero jugando como extremo puro por la derecha y Dembélé después, rindieron mucho más de lo que lo ha hecho Griezmann hasta el momento.

Incluso ante el Getafe, cuando jugó como falso 9, estuvo flojo, y hasta desaprovechó una clara oportunidad de gol, mientras que Pedri fue el mejor del equipo. El entrenador despejó en rueda de prensa la pregunta concreta sobre el francés, pero dejó luego pistas: “Para mí lo más importante es el rendimiento de cada jugador. La gente joven, para ganar experiencia, tienen que jugar partidos. Yo elijo el mejor once para mañana y no depende de los años de un jugador”.

Atendiendo a sus palabras, si es por rendimiento, Griezmann empezaría el clásico en el banquillo. La otra cara de la moneda es Ansu Fati, que con 17 años tiene todas las papeletas para disputar su primero como titular. Mientras, Jordi Alba podría reaparecer después de su lesión.

El voto de censura, en barbecho

Un triunfo ante al máximo rival sería mano de santo para el proyecto de Koeman, con una plantilla que sigue batallando con el club por el asunto de la rebaja salarial. Los jugadores han decidido que sí enviarán un representante a la mesa de negociación, pero no hay ningún acercamiento en las posturas. A Bartomeu y compañía, sin embargo, lo que suceda ante el Real Madrid no les afectará en ningún sentido, porque siguen con sus artimañas, ganando tiempo y dilatando la convocatoria del voto de censura. Según ellos, el cambio de protocolo que les pidió la Generalitat para que se pueda votar con las máximas garantías sanitarias (más sedes y franjas horarias para evitar colas) es un un esfuerzo tremendo, y por eso han pedido que se celebre el 15 y 16 de noviembre (y no el 1 y 2, como deberían). Jordi Farré, el impulsor de la moción de censura, ya ha dejado claro que como lo retrasen les demandará.

Bartomeu y su Junta tienen varios frentes abiertos y las declaraciones de Piqué han sido la puntilla. El ruidazo en el club es insoportable, pero cuando este sábado ruede la pelota en el Camp Nou vacío, durante 90 minutos, todo quedará en un segundo plano.