Es noticia
El veto a Fernando Llorente de una minoría del club desencadena la crisis en el Athletic
  1. Deportes
  2. Fútbol
echaron abajo el retorno del canterano

El veto a Fernando Llorente de una minoría del club desencadena la crisis en el Athletic

El principal argumento de esta minoría de la Junta es hacer prevalecer el sentimiento de traición que tienen los socios. Elizegi, Alkorta, Garitano y Muniain eran partidarios del fichaje

Foto: Fernando Llorente, jugador del Nápoles. (Efe)
Fernando Llorente, jugador del Nápoles. (Efe)

Con un ‘no es no’ la comisión deportiva que lidera el directivo Ricardo Hernani echó abajo el regreso de Fernando Llorente al club bilbaíno. Ni con la carta de libertad, que le daba el Nápoles, ni con las presiones internas que surgieron desde el vestuario. La decisión de tres directivos, con peso dentro de la Junta del Athletic de Bilbao, para vetar el fichaje de Fernando Llorente provoca una crisis institucional en el club. Había una mayoría, desde el presidente Aitor Elizegi, el director deportivo Rafa Alkorta, el entrenador Gaizka Garitano, los que mandan en el vestuario (Muniain a la cabeza) que querían el regreso del delantero. Hoy, Llorente está sin ficha en el Nápoles. Ha prevalecido la opinión de una minoría por encima de la planificación deportiva y las necesidades de reforzar al equipo con un goleador que se fue de la casa y que hace todo lo posible para que le vuelvan a abrir las puertas.

El principal argumento de esta minoría de la Junta es hacer prevalecer el sentimiento de traición que tienen los socios y aficionados que no le perdonan que se fuera del club en 2013. Fernando Llorente es algo así como el Luis Figo del Barcelona, sin hacer grandes comparaciones porque el portugués se fue del Barcelona al Real Madrid. Pero el anterior presidente, Josu Urrutia, se encargó de que su marcha a la Juventus quedara grabada en la historia del Athletic como un gesto de deslealtad.

placeholder Aitor Elizegi, presidente del Athletic de Bilbao. (Efe)
Aitor Elizegi, presidente del Athletic de Bilbao. (Efe)

La oposición es fuerte al retorno del canterano que llegó a Lezama con 11 años y estuvo nueve temporadas en el primer equipo. Se imponen a las decisiones del director deportivo, el entrenador que pidió un delantero tras la dura derrota contra el Cádiz en San Mamés, los jugadores y el propio Elizegi. En Bilbao está abierta la caja de los truenos, con opiniones de destacados personajes que han formado parte del club que no encuentran sentido al rechazo de Llorente. “Lo que hizo Urrutia fue jugar sucio y el público se le ha echado encima. En las directivas que yo he tenido si decíamos que en Lezama hacía falta balones, la directiva los ponía y si había que traer a alguien lo traían”, es la opinión de Javier Clemente, en ‘Onda Vasca’, sobre la crisis que se ha abierto con el asunto de Fernando Llorente.

Alkorta, sin mando

¿Quién manda en el Athletic? ¿Pintan algo Elizegi y Alkorta? Tanto el presidente como el director deportivo han tenido que comparecer públicamente esta semana para calmar los ánimos e intentar aclarar que no hay ruptura ni divisiones dentro del club. Pero es difícil de entender a un presidente que en su comparecencia dice que “este club habla con el jugador (Fernando Llorente), pero no inicia una conversación”. Contradictorio. “No sé quién activa la operación Llorente”, dice Elizegi.

El episodio de Fernando Llorente daña la imagen de la directiva en la que existen algunos miembros que son partidarios de despedir al entrenador. No quieren a Gaizka Garitano. En una situación comprometida queda el director deportivo. Rafa Alkorta fue un destacado futbolista que brilló en el Athletic de Bilbao y fichó por el Real Madrid. Un zaguero rápido, expeditivo, contundente y sobrio. De esos que se anticipaba a la jugada y era difícil de superar. De vuelta al Athletic con Elizegi asumió la función de director deportivo y esta semana vive sus peores días en el cargo. En los despachos también te pueden meter un gol y da la sensación de que Alkorta se ha tragado la pelota que llegó del vestuario.

Los jugadores y Gaizka Garitano pidieron que hiciera todo lo posible para reforzar la plantilla con Fernando Llorente. Alkorta no lo ha conseguido y lo más llamativo es que el fichaje no se lo ha echado abajo el presidente sino esa minoría de directivos que tiene tanto poder en las decisiones del club y hacen prevalecer la sensibilidad de los socios y aficionados que califican de traidor y pesetero a Fernando Llorente.

placeholder Rafa Alkorta, Gaizka Garitano y Aitor Elizegi. (Efe)
Rafa Alkorta, Gaizka Garitano y Aitor Elizegi. (Efe)

El Athletic es un club diferente, especial, que se guía por otros parámetros con el fin de conservar la identidad y los valores del club y el lado más romántico del fútbol. Ni Fernando Llorente, que un día fue un león más (le llegaron a apodar ‘El Rey León’), ha conseguido su propósito de volver a vestir la camiseta del Athletic a pesar de recabar los apoyos de gente con peso en el vestuario como Muniain y Yuri Berchiche.

El club atraviesa por un mal inicio deportivo con tres derrotas en cuatro partidos que le tienen en posiciones de descenso y el presidente echa la culpa a la pandemia, a la falta de aficionados, con explicaciones que son difíciles de entender. “No es verdad que hayamos perdido tres partidos en casa. No jugamos en casa. Falta gente”, dice Aitor Elizegi para salir del paso como sea en una situación algo más que preocupante porque la crisis se traslada a las cuentas. El club anuncia unas pérdidas de 20 millones de euros en el ejercicio de la temporada pasada por el impacto del coronavirus.

Con un ‘no es no’ la comisión deportiva que lidera el directivo Ricardo Hernani echó abajo el regreso de Fernando Llorente al club bilbaíno. Ni con la carta de libertad, que le daba el Nápoles, ni con las presiones internas que surgieron desde el vestuario. La decisión de tres directivos, con peso dentro de la Junta del Athletic de Bilbao, para vetar el fichaje de Fernando Llorente provoca una crisis institucional en el club. Había una mayoría, desde el presidente Aitor Elizegi, el director deportivo Rafa Alkorta, el entrenador Gaizka Garitano, los que mandan en el vestuario (Muniain a la cabeza) que querían el regreso del delantero. Hoy, Llorente está sin ficha en el Nápoles. Ha prevalecido la opinión de una minoría por encima de la planificación deportiva y las necesidades de reforzar al equipo con un goleador que se fue de la casa y que hace todo lo posible para que le vuelvan a abrir las puertas.

El redactor recomienda