Rodrygo, la única perla del Madrid que aguanta la comparación con Ansu Fati

En esta carrera entre el Real Madrid y el Barcelona por encontrar, formar y garantizar que al menos uno de sus talentos precoces consiga romper como la estrella del equipo y se mantenga en el tiempo, da la sensación de que va un paso por delante el Barcelona. Cualquiera que haya visto el despliegue físico, técnico y el descaro de Ansu Fati contra los ucranianos tiene que reconocer que estamos ante un futbolista destinado a marcar una larga época.

De aquí en adelante influirán más factores para que no se tuerza la prometedora carrera que apunta. Dependerá de las lesiones, la regularidad, la suerte o un entrenador que lo sepa aprovechar. Hay numerosos casos de trayectorias que pasan del todo a la nada que se podrían poner como ejemplo. Aquí van dos. En el Barça se dispararon las expectativas con Bojan Krkic y hoy está jugando en el Montreal Impact de la Major League Soccer. En el Madrid se echó a perder a Jesé Rodríguez, el mayor goleador de la cantera, y no ha remontado su carrera desde que fichó por el Paris Saint Germain. Ansu Fati parece humilde, no se le sube la fama a la cabeza, tiene un núcleo familiar unido y dio hace unos días un paso importante cuando cambió de representante. Dejó al hermano de Messi (Rodrigo) para irse con el todopoderoso Jorge Mendes, con lo que en la gestión contractual también parece estar en buenas manos.

Las comparaciones entre la cantidad de talento joven que poseen el Real Madrid y el Barcelona hacen que el debate sea más intenso con el maravilloso estreno de Ansu Fati en la Selección. El análisis más inmediato favorece al Barcelona por el impacto que tiene el chico de Guinea Bissau en sus diferentes puestas en escena. Debuta con 16 años en el Barcelona y se convierte en el futbolista más joven en marcar en la Liga y en la Champions. Ha llegado al primer equipo directamente desde el juvenil. Los escalones los sube de dos en dos o de tres en tres. Para llegar a la Selección absoluta solo le hizo falta un par de partidos con la Sub-21 y ya se ha ganado la confianza de Luis Enrique.

La prueba del gol

A partir de ahora, la apuesta que inició Ernesto Valverde y que no tuvo continuidad con Quique Setién queda en manos de la gestión que haga Ronald Koeman. De lo que no hay duda es que Ansu Fati trae un talento de serie para frotarse las manos y sería un grave error desaprovecharlo. La ilusión en los aficionados está más en este tipo de jóvenes prometedores que dan frescura y renuevan plantillas viejas. En el Real Madrid sucede lo mismo. ¿Con quién hay que comparar el nivel que tiene Ansu Fati? ¿Con Vinicius o con Rodrygo? El primero de los brasileños saldría perdiendo si lo llevamos al terreno del gol. El segundo es más completo. Rodrygo deslumbró en su estreno como madridista. En aquel partido del 25 de septiembre de 2019, en el Bernabéu, contra Osasuna salió por Vinicius y al minuto, en el primer balón que le llegó, marcó un buen gol. Control, conducción y definición. Luego haría otros tres tantos al Galatasaray en la Champions y se ha ido colando en alineaciones de peso. La última contra el Manchester City en el Eitihad para jugarse la Champions.

Otra de las preguntas es quién va por delante en esta carrera por tener a los mejores talentos. Florentino Pérez presenció en la grada el desparpajo y el talento de un chico de 17 años contra Ucrania. En su cabeza tendrían que surgir mil preguntas sobre las garantías para tener éxito en el relevo generacional de la plantilla. El recital de Ansu Fati produce satisfacción en el Barcelona y envidia en el Real Madrid. No es malo si cada uno cree en sus apuestas. Hay un talento para muchos años con la camiseta blaugrana y en esto lleva trabajando desde hace mucho tiempo el proyecto de Florentino.

El Real Madrid va bien servido de futbolistas precoces para contrarrestar el fenómeno de Ansu Fati. Cuenta con Vinicius, Rodrygo y a la pareja de brasileños suma esta temporada a Martin Odegaard. El noruego se incorpora antes de lo que tenía pensado. El plan inicial, lo pactado con la Real Sociedad, era estar una segunda temporada en el equipo donostiarra. Las brillantes actuaciones, antes del parón de la competición, y la austeridad impuesta en los fichajes por culpa de la disminución de ingresos que provoca el coronavirus adelantaron su regreso.

Con Odegaard más Vinicius y Rodrygo tiene el Real Madrid un punto de partida para construir el equipo del futuro. A ellos se le une Fede Valverde. Otra pieza básica para reconstruir el nuevo Real Madrid que la pasada temporada tuvo momentos relevantes. Entre ellos la falta que hizo el uruguayo a Morata en la final de la Supercopa de España y que acabó siendo clave en el primer título en la tanda de penaltis. Rodrygo fue uno de los elegidos. Lo que demuestra su personalidad. No le puede la presión.

Faltarían por sumarse al proyecto de futuro los cedidos Takefusa Kubo, Brahim Díaz y Reinier Jesús. Más jóvenes con un talento superior que no tienen sitio, de momento, en los planes de Zinédine Zidane. En el Barcelona la apuesta de presente-futuro tiene otros futbolistas con buena pinta: Riqui Puig, Pedri y Trincao. A partir de estos momentos entra en juego la valentía de ponerlos y depende de Zidane y Koeman. No hacerlo o restarles minutos en detrimento de los veteranos pondrá en valor su atrevimiento y la ilusión o decepción de los aficionados que quieren ver caras nuevas en un mercado sin fichajes.