Guardiola vuelve a fracasar en la Champions con otro equipo a su medida

Mal fin de semana pare el cruyffismo barcelonista. Un día después de que el Barcelona cayera humillado en Lisboa ante un todopoderoso Bayern de Múnich, el Manchester City de Pep Guardiola cayó esta noche de sábado en la capital portuguesa ante el Olympique de Lyon. El club francés, si bien eliminó a la Juventus de Turín en la ronda anterior de Champions, ni siquiera había logrado clasificarse entre los puestos europeos en la liga francesa (quedó séptimo). Los galos vencieron 1-3 a los ingleses, aprovechando sus oportunidades con mucha eficacia y logrando desactivar el juego 'citizen' durante la primera parte.

En una Champions distópica y repleta de sorpresas, Guardiola se une al grupo de entrenadores exitosos del fútbol español (como Simeone o Zidane) que han sido eliminados esta última semana. Tras la derrota del poderoso City, las dos semifinales ofrecerán duelos francoalemanes la próxima semana: PSG-Leipzig y Bayern de Múnich-Olympique de Lyon.

La eliminación de este sábado es un extraordinario revés para el técnico español, que supo mejorar a su equipo tras el descanso con la entrada de Mahrez, pero que pagó la fragilidad defensiva ante los contraataques del Olympique (una especialidad del equipo francés). Para el Manchester City, propietario de Mansour bin Zayed bin Sultan Al Nahyan, viceprimer ministro de los Emiratos Árabes y miembro de la Familia Real de Abu Dhabi, supone un perjuicio económico considerable además del fracaso deportivo más doloroso desde que llegó Guardiola al equipo: tras derrotar al Madrid con claridad en octavos, el propio entrenador había hablado del aumento de confianza experimentado por haber superado al equipo con más títulos y experiencia continental con una plantilla remozada más que ninguna otra en el último ejercicio fiscal.

El fallo de Sterling

El equipo de Guardiola sólo recordó al que superó con claridad al Real Madrid hace una semana en la segunda parte, cuando De Bruyne logró empatar el partido en una magnífica combinación con Mahrez y Sterling. Este último jugador falló una ocasión insuperablemente clara cuando el partido estaba 1-2, un minuto antes de que Dembelé marcase el 1-3, y jamás podrá olvidar el encuentro, que se le fue al equipo inglés en un par de claros fallos defensivos (además del incomprensible error de Sterling a puerta vacía).

El Manchester City se queda sin su sueño de acceder por primera vez a una final de Champions (su mejor resultado hasta la fecha es unas semifinales bajo la batuta de Manuel Pellegrini) y Pep Guardiola prorroga su mala relación con la competición de clubes más importante del mundo: desde que salió del FC Barcelona no ha logrado traspasar la ronda de semifinales; llegó tres veces en tres años con el Bayern de Múnich y después no logró alcanzar esa ronda con el City en su primer año, siendo eliminado en octavos de final. Las dos últimas temporadas el equipo cayó en cuartos de final.

Pese a que los ingleses fueron superiores durante la segunda parte, la eliminación en ningún caso puede considerarse injusta. Un Guardiola más precavido que de costumbre (con tres centrales) se aboca a un torrente de críticas tras haber logrado que los propietarios del City hayan invertido cientos de millones de euros en fichajes, rompiendo incluso el techo máximo impuesto por la FIFA: 781 millones en total. De ellos, 400 millones se destinaron a reforzar la defensa, línea menos sólida del equipo inglés (como volvió a demostrarse este sábado).