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La conexión Banega-Ocampos continúa: el Sevilla jugará el domingo contra el United
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Un golazo en el 88' hace justicia al juego

La conexión Banega-Ocampos continúa: el Sevilla jugará el domingo contra el United

El equipo de Lopetegui evita con un cabezazo de Lucas Ocampos llegar a la prórroga tras un partido muy serio aunque poco brillante, en el que fue muy superior al Wolverhampton tras el cuarto de hora inicial (Bounou detuvo un penalti)

Foto: Ocampos celebra su gol (Reuters).
Ocampos celebra su gol (Reuters).

Y entonces, en el minuto 88, un fabuloso giro de cuello de Lucas Ocampos completó un centro exacto de Éver Banega desde la banda derecha. Había transcurrido casi todo el partido, la mayoría de franca superioridad sevillista, pero la ocasión más clara del partido había sido del Wolverhampton (en el minuto 12): un penalti que Bounou supo atajar a Raúl Jiménez para despertar a su equipo de su mala entrada al campo. Después de ese lance, el partido tuvo color blanco: 76 minutos de dominio paciente que concluyeron con el córner sacado en corto por Suso hacia Banega, los dos segundos que tardó el argentino en concebir el pase y la acrobacia de Ocampos para rematar un balón imparable. Extrañamente, era el primer gol de Ocampos en Europa este año (ha anotado 14 en la liga). Su valor es inmenso: el Sevilla está en las semifinales de la Europa League y el domingo (21.00 horas) se enfrentará al Manchester United en Colonia.

Salió el equipo inglés al campo de Duisburgo con mayor ímpetu que el español, abanderado por el hercúleo Adama Traoré. Suya fue la jugada del partido: el futbolista más mediático de los ‘Wolves’ agarró una pelota en su campo y corrió cincuenta metros sin que nadie pudiera impedirlo, como en un partido de rugby, hasta que Diego Carlos le derribó cuando se disponía a chutar. Penalti indiscuible. El goleador mexicano encargado de lanzarlo, Raúl Jiménez, no había fallado una pena capital en toda su carrera en una competición de clubes. Fue el momento más importante del encuentro: Bounou le aguantó magníficamente y salvó el 0-0. Ahí comenzó otro partido, que sería dirigido por Banega y el cuadro español: ya al final de la primera parte, la posesión sevillista del balón era del 70%.

Durante la segunda parte, el Wolverhampton no tendría una sola oportunidad ante Bounou. Reculó progresivamente sus líneas a medida que los de Lopetegui adelantaban los centrales hasta campo inglés, abortando de salida los posibles contraataques de un Traoré imbatible en carrera de velocidad (la estrategia saldría bien: el jugador español sería sustituido en el minuto 80).

El jugador más incisivo del Sevilla no era, como de costumbre, Ocampos, sino el marroquí En-Nesyri, que agotado cedió su lugar a De Jong poco después de salir Traoré. Lopetegui no había reemplazado al argentino, algo apagado, siempre imprevisible. La prórroga estaba muy cercana: el Sevilla no había convertido el dominio constante en ocasiones claras (con excepción de una remate alto de Koundé y un libre directo magistralmente tocado por Banega y desviado por Rui Patricio).

La conexión argentina

Dos minutos después llegaron el gol del partido y la explosión del banquillo. La conexión argentina que tanto rendimiento ha ofrecido esta temporada abortaba la prórroga y hacía justicia al duelo entre un equipo poderoso físicamente y ordenado, de excelente presión defensiva, y un equipo, el Sevilla, con una vocación permanente de control de balón y entrada por los costados (los ‘Wolves’ supieron parar con eficacia las internadas de Navas y Reguilón durante amplias franjas del partido).

placeholder Banega centra un balón durante el partido (Reuters).
Banega centra un balón durante el partido (Reuters).

La sexta Europa League del Sevilla está a dos partidos (en una hipotética final jugaría frente al ganador del Inter de Milán-Shakhtar, que se disputará el próximo lunes). “Creo que hemos merecido ganar. La clave ha sido picar piedra, tener paciencia y esperar los momentos adecuados”, dijo Lopetegui en la rueda de prensa posterior al partido: “Ellos han tirado el penalti y poco más”.

El héroe del partido, Ocampos, el jugador más revalorizado del equipo esta temporada, describió su tanto: “Me quedó el centro de Éver. Pensé: ‘va ahí’, y fue justo ahí. Súper contento porque pude meter mi granito de arena. Estaba deseando marcar en esta competición”, Después avisó: “Este equipo tiene mucha hambre y ganas de hacer algo importante juntos. Sabemos el equipo contra el que vamos a jugar, pero tenemos nuestras armas y esperamos hacer un un gran partido”.

Y entonces, en el minuto 88, un fabuloso giro de cuello de Lucas Ocampos completó un centro exacto de Éver Banega desde la banda derecha. Había transcurrido casi todo el partido, la mayoría de franca superioridad sevillista, pero la ocasión más clara del partido había sido del Wolverhampton (en el minuto 12): un penalti que Bounou supo atajar a Raúl Jiménez para despertar a su equipo de su mala entrada al campo. Después de ese lance, el partido tuvo color blanco: 76 minutos de dominio paciente que concluyeron con el córner sacado en corto por Suso hacia Banega, los dos segundos que tardó el argentino en concebir el pase y la acrobacia de Ocampos para rematar un balón imparable. Extrañamente, era el primer gol de Ocampos en Europa este año (ha anotado 14 en la liga). Su valor es inmenso: el Sevilla está en las semifinales de la Europa League y el domingo (21.00 horas) se enfrentará al Manchester United en Colonia.

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