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La validación de 1.702 firmas, la sombra que se cierne sobre el cargo de Aganzo en la AFE
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SU SECRETARIO GENERAL, DE VACACIONES EN CÁDIZ

La validación de 1.702 firmas, la sombra que se cierne sobre el cargo de Aganzo en la AFE

El presidente del sindicato de futbolistas AFE se enroca para no convocar elecciones y acusa de falta de garantías a una empresa que verifica su trabajo y estudia emprender acciones legales

Foto: Diego Rivas y David Aganzo, secretario general y presidente del sindicato AFE.
Diego Rivas y David Aganzo, secretario general y presidente del sindicato AFE.

El presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), el 'masterizado' David Aganzo, sigue aferrándose al cargo y, ni corto ni perezoso, declaró inválidas las 1.702 firmas presentadas por su oposición para convocar una asamblea extraordinaria e iniciar un proceso electoral, lógicamente con el objetivo de derrocarle. La reunión de la junta directiva celebrada el pasado jueves con un único punto en el orden del día fue telemática y no presencial como demandaron los directivos que no le son afines. La excusa, como con el impugnado Convenio Colectivo del Fútbol Femenino, fue el Covid-19, aunque la realidad es que su secretario general, Diego Rivas, se encuentra de vacaciones en la playa gaditana de Sancti Petri, tal y como puede comprobarse en las imágenes que circulan por las redes sociales y que han recibido numerosas críticas.

Aganzo encargó, por supuesto a cuenta de AFE, un informe jurídico a la Universidad Carlos III que elaboró el prestigioso Alberto Palomar, así como otro informático y, por si el desembolso no fuera suficiente, uno grafológico con el objetivo de confirmar la autenticidad de las firmas presentadas. Los directivos opositores pidieron tener acceso a estos informes, pero Rivas, desde su chiringuito gaditano les remitió a los juzgados, donde no dudarán en acudir a la mayor brevedad posible, sobre todo después de que su presidente alegara irregularidades en algunas de las rúbricas para anularlas todas. Sí, las 1.702...

Foto: David Aganzo, presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), en una rueda de prensa. (EFE)

Así, en su comunicado oficial colgado en la página web de AFE se asegura que "la plataforma Signaturit Solutions SL no puede garantizar un escenario sin riesgo de suplantaciones de la identificación electrónica del firmante; que el proceso no garantiza la identidad real de los firmantes y que la aplicación no es segura". El caso es que esta es la misma plataforma con la que el sindicato trabaja para otros asuntos tan importantes o más que ataña a sus afiliados y, lógicamente, la grave acusación vertida por la atrincherada junta directiva de Aganzo sorprendió a Signaturit, que ya estudia emprender acciones legales si no hay una rectificación pública.

De momento, en un documento al que ha tenido acceso El Confidencial, Signaturit expone que "ante las acusaciones vertidas contra nuestra solución de firma electrónica en medios de comunicación por parte de AFE, el hecho de que, como habría sido natural en una relación cliente-proveedor, la Asociación en ningún momento nos las adelantó y comentó en confianza, y dado que solicitamos el supuesto informe en que se basan y no se nos ha remitido, desde Signaturit hemos decidido realizar una serie de revisiones técnicas que confirman que no se ha producido ninguna irregularidad en el funcionamiento de nuestra plataforma".

placeholder Diego Rivas, secretario general de AFE, de vacaciones en Sancti Petri
Diego Rivas, secretario general de AFE, de vacaciones en Sancti Petri

Una portavoz de Signaturit explica que "respecto al tema de las IPs, hay que tener en cuenta que recogemos varios tipos de IP en un mismo proceso de firma: la primera IP corresponde a los servidores de nuestro proveedor de email, encargado de realizar los envíos. La segunda IP corresponde a la utilizada por el proveedor de correo electrónico del firmante. No es de dónde sea el proveedor, sino en dónde esté ubicado el servidor del proveedor. Es decir, el mismo proveedor (Google), cuando un usuario abre el correo una vez, puede indicar una IP de Irlanda. Si el usuario vuelve a abrir de nuevo el correo, Google puede indicar IP de Francia, porque cada vez puede ser un servidor distinto el que esté dando la visualización del correo. Y la tercera IP corresponde a la de dónde se firma el documento y es la que el proveedor de internet del firmante otorga al dispositivo. Esta es la IP que obtenemos por tanto en el momento de la firma, directamente desde el dispositivo del firmante".

Respecto a la similitud o no de la firma electrónica avanzada con la firma manuscrita, Signaturit explica que "es importante tener en cuenta que una firma en papel y otra en formato electrónico pueden ser totalmente diferentes y resultar de todos modos válidas ambas, pues no difieren en lo sustancial: quién las ha hecho. En ese sentido, la firma electrónica de Signaturit cumple con los requisitos técnicos y legales (...) y además recoge datos biométricos del grafo de la firma (aceleración, presión, velocidad) y se puede peritar como una firma realizada en papel. Así que la diferencia entre una firma manuscrita o electrónica no desacredita a esta última".

La explicación a las diferentes IPs

En cuanto a la acusación de que un documento fue abierto al mismo tiempo en Pakistán y Suiza, Signaturit explica que "es probable que se trate de una confusión por no entender bien la existencia de las distintas IPs que recogemos en todo proceso de firma". En lo referente a la hora de la firma "no vemos a priori ningún atisbo de fraude en que la firma se realice a una hora u otra, pero, en cualquier caso, si AFE o cualquier otro de nuestros clientes estimara conveniente una comprobación de si esas son o no firmas correctas, se podrían analizar los casos concretos. Por otra parte, es importante tener en cuenta que todos los documentos que se firman mediante Signaturit cuentan con un sellado de tiempo cualificado que asegura que no se ha producido ninguna alteración del documento desde el momento de la firma. Esto quiere decir que, desde el momento exacto en que el documento ha quedado firmado por todas las partes, nadie más puede modificarlo".

placeholder David Aganzo, presidente de AFE, a la salida de una reunión en la sede de LaLiga. (EFE)
David Aganzo, presidente de AFE, a la salida de una reunión en la sede de LaLiga. (EFE)

Por último, la empresa recuerda que está "reconocida como Prestador Cualificado de Servicios Electrónicos de Confianza por el actual Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, y como prestadores oficiales y cualificados de servicios de confianza de la Unión Europea. Una plataforma que ofrece las máximas garantías legales y de seguridad, acreditada por las más altas instancias españolas y europeas y, como tal, blindada contra el fraude".

"En definitiva", sentencian desde Signaturit,"nuestro sistema ni falla ni permite alterar firmas una vez realizadas o llevar a cabo prácticas fraudulentas que adulteren el proceso. Por eso es importante entender la diferencia entre una plataforma que falla y una plataforma mal utilizada: esto último no podemos controlarlo, pero el peso de la prueba y la acusación tiene que ir dirigido al usuario, y no a nosotros como empresa seria, solvente, respaldada por todas las autoridades competentes en materia de firma electrónica y con una hoja de servicios impecable todos los años que ya llevamos en el mercado".

En más que evidente que David Aganzo se resiste a convocar unas elecciones más que necesarias en el sindicato mayoritario de futbolistas, probablemente por el miedo a perderlas, toda vez que la oposición que lideran Queco Piña, Jesule, Armando Lozano y Xavi Oliva ha presentado 1.702 firmas cuando en realidad necesita 1.000. No es descartable que algunas puedan ser erróneas o, incluso, que en algunos casos se haya podido producir irregularidades, pero de ahí a anularlas todas y encima hacerlo cargando contra la profesionalidad y el prestigio de una empresa como Signaturit quizás sea llegar demasiado lejos y le cueste demasiado caro.

Como lejos se ha marchado el secretario general de AFE, Diego Rivas. Mientras sus compañeros de Primera acaban una temporada para olvidar, los de Segunda conocieron este lunes varios positivos en el Fuenlabrada, la mayoría de los de Segunda B y Tercera aún están intentando cobrar los ERTEs y algunas jóvenes jugadoras luchan por sus derechos en la Audiencia Nacional, él está en su chiringuito de Cádiz. Normal que sus afiliados, a quienes se niegan a reconocer para algo tan democrático como convocar unas elecciones, estén deseando que les digan dónde hay que firmar...

El presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), el 'masterizado' David Aganzo, sigue aferrándose al cargo y, ni corto ni perezoso, declaró inválidas las 1.702 firmas presentadas por su oposición para convocar una asamblea extraordinaria e iniciar un proceso electoral, lógicamente con el objetivo de derrocarle. La reunión de la junta directiva celebrada el pasado jueves con un único punto en el orden del día fue telemática y no presencial como demandaron los directivos que no le son afines. La excusa, como con el impugnado Convenio Colectivo del Fútbol Femenino, fue el Covid-19, aunque la realidad es que su secretario general, Diego Rivas, se encuentra de vacaciones en la playa gaditana de Sancti Petri, tal y como puede comprobarse en las imágenes que circulan por las redes sociales y que han recibido numerosas críticas.

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