Eden Hazard vence el miedo de la lesión y en el Real Madrid superan los temores

La placa de titanio que le recolocaron a Eden Hazard cuando pasó por el quirófano, el 5 de marzo en Dallas, ha aguantado un envite serio. Se superan los primeros temores en el Real Madrid después de la patada que recibió el belga, en el partido contra el Eibar, en el tobillo derecho. Sirvió para corroborar que el peroné, una zona que tiene que soportar altas cargas y tensión, ofrece resistencia. Los médicos siguen vigilantes, pero ahora hay más tranquilidad en el club al saber que el belga regresa sin miedo. Hazard quiere arriesgar. Es una excelente noticia para los servicios médicos del Real Madrid y, en especial, para Zinédine Zidane. No hay que olvidar tampoco la alegría que se lleva Florentino Pérez, presente en la grada del estadio Alfredo di Stéfano y muy pendiente de observar la respuesta de una de sus estrellas. El presidente espera que se consolide el futbolista que tiene que marcar las diferencias y asumir el liderazgo del equipo.

Eden Hazard necesita quitarse el sufrimiento en una primera temporada en el Real Madrid que daba por terminada antes del coronavirus. Ahora encuentra una nueva oportunidad. Empezó mal con una lesión en el cuádriceps, en el inicio de la Liga, que le tuvo un mes fuera de la competición. Empeoró con la patada que recibió en el encuentro de la Champions contra el Paris Saint Germain, el 26 de noviembre, que le ocasionó el daño en el peroné. Hazard apostó por un tratamiento conservador y tardó 83 días en tener el alta. Dio la sensación de volver a estar rápido y explosivo contra el Celta, pero se demostró que el peroné tenía fragilidad y recayó en el Ciutat de Valencia. Se perdió el Clásico y el partido contra el Manchester City. Pasar por el quirófano ha sido fundamental para acabar con sus desgracias.

Es una excelente noticia para el entrenador del Real Madrid asegurarse que Hazard está con ganas para el tramo final de esta extraña temporada. En él tiene puestas gran parte de sus esperanzas. Necesita darle más empaque al juego de ataque con Hazard y, apesar de que sale de una lesión, juega antes que cualquier otro compañero que pueda estar más sano. Hazard es imprescindible en los planes del entrenador y en su idea de juntarlo con Benzema. La satisfacción en el Madrid ha sido comprobar que, en la primera parte contra el Eibar, se sobrepuso al dolor del golpe y siguió subiendo el ritmo en sus acciones. No se escondió. Jugó con personalidad. Encaró y estuvo amenazante. Con velocidad, verticalidad y potencia dio profundidad al juego. Las señales son buenas. Dio una asistencia a Sergio Ramos y un incisivo disparo, que acabó en el gol de Marcelo, confirman la recuperación.

Meticuloso en la recuperación

Hubo un momento de pánico cuando se vio al belga cojear con el golpe que recibió. El momento recordó a la recaída en el partido contra el Levante diputado el 22 de febrero. Ese día, Hazard no aguantó y se resintió de la fisura en el peroné distal derecho. Volvió al calvario que, para otro futbolista, podría haber supuesto bajar los brazos o haber dejado secuelas psicológicas. De Eden Hazard se destaca en el Madrid lo convencido que está (no es Jovic) de que triunfará en este club como lo hizo en el Chelsea. Ha sufrido tres golpes en una misma temporada y en todas las ocasiones ha salido adelante por su voluntad para recuperarse físicamente y mentalmente. Le acompaña una fama de descuidarse en lo físico, pero en los procesos de recuperación ha sido disciplinado y meticuloso con el plan establecido.

El calendario está comprimido por la cantidad de partidos en poco tiempo, pero se ha podido comprobar que Zidane necesita a Hazard. En el Barcelona arriesga Messi y en el Real Madrid es el momento de saber si Eden Hazard está para todas las batallas. El argentino no quiere descansar y juega completos los dos primeros encuentros (Mallorca y Leganés) después de tres meses de inactividad. Ha tenido problemas musculares en el regreso a los entrenamientos y se puso en duda que pudiera estar en la reanudación. Messi decide exprimirse y no entra en las rotaciones de Quique Setién. En el Real Madrid se plantea el debate de los riesgos que puede correr Hazard. Zidane no dudó en ponerle en el once contra el Eibar después de tres meses de recuperación y solo uno de entrenamientos sin partidos de prueba.

La importancia y el impacto de Hazard en el Real Madrid puede tener semejanzas con lo que le aporta Messi al Barça. Messi no hay más que uno, pero con Hazard entonado los niveles de peligrosidad se multiplican por su talento y la continuidad que le da al juego. Zidane plantea cómo administrar los minutos de Hazard (contra el Eibar jugó una hora) en las diez ‘finales’ que hay por delante para intentar ganar la Liga. La opinión del futbolista se tiene que tener en cuenta para conocer su estado físico y psicológico. Lo primero está resuelto. Hazard tiene ritmo y chispa. Aunque todavía no está para jugar un partido entero puede salir de inicio y, lo segundo, deja más tranquilo a Zidane cuando comprueba que la lesión no ha dejado secuelas en la cabeza del belga.

La decisión para Zidane no es nada fácil porque se trata del jugador ofensivo más desequilibrante y lo necesita para seguir el pulso por la Liga. El Barcelona no falla (dos encuentros, dos victorias) y en el Madrid se necesita un plus para no descolgarse. Y ese 'algo más' es la aportación de los delanteros.