La salvajada de Javier Clemente con la salud de los futbolistas (no son mercancías)
A Javier Clemente le falta sensibilidad con los miedos y las dudas que tienen los futbolistas si se produce un regreso precipitado para acabar la Liga. Dice que están sanos y hacen lo que les gusta
“Si alguno se contagia, pues para casa y mala suerte”, es lo que dice Javier Clemente sobre los riesgos que tienen que asumir los futbolistas en el regreso a los entrenamientos. Le falta tacto al ex entrenador del Athletic de Bilbao y ex seleccionador, entre otros equipos por los que ha pasado en su larga carrera. Con su experiencia podría tener más sensibilidad y pensar en las dudas que tienen los jugadores en una situación excepcional. Hay futbolistas que le pueden tener más miedo al covid-19 que a una lesión. Ahí está el caso de Fali. El jugador del Cádiz que se niega a jugar para evitar poner en riesgo su salud y la de su familia. No ha hecho ni los test con el resto de los compañeros. Puede ser un caso exagerado. Es opinable. Pero tampoco hay que irse al otro extremo. En el que parece que está Clemente cuando se expresa con poca delicadeza.
Los futbolistas de Primera y Segunda división han pasado los test del coronavirus. Se activa el protocolo marcado por la Liga y Sanidad para intentar reanudar los entrenamientos y finalizar la competición. Es un paso adelante en el fútbol español que, por ejemplo, no ha querido dar el Gobierno de Francia. A Javier Clemente le parece, según sus palabras en la Cope de Bilbao, que es necesario que los futbolistas retomen la competición. “Son deportistas. Están sanos y van a volver a jugar al fútbol, que es lo que más les gusta”, en un comentario que se puede catalogar de frívolo cuando la preocupación de los jugadores está en los riesgos de un deporte colectivo y de contacto, a pesar de estar sujetos a un estricto protocolo.
Javier Clemente ha sido protagonista durante las últimas semanas, en las que España vivía la tragedia con un elevado número de contagios y muertes, por criticar la gestión del Gobierno. No estaba en nada de acuerdo con la estrategia de un confinamiento estricto. Empezó pidiendo que se dejara salir a la calle a los que no daban síntomas y eran casos negativos y se quedaran en sus domicilios los contagiados. Fue muy directo y duro con el Gobierno. Criticó la falta de test. “No los hacen porque no hay dinero”, eran sus mensajes para dejar en evidencia la falta de material sanitario y el severo plan de reclusión domiciliaria.
Hay que salvar el negocio
También se posicionó del lado de Rafa Nadal cuando el tenista balear comentó su sorpresa por no poder realizar entrenamientos en un deporte individual. Clemente habló de la distancia de seguridad y la necesidad de aliviar las medidas de confinamiento. Se indignó también por cómo se produjo la salida de los niños menores de 14 años con sus padres. Estamos en la fase 0 de la desescalada y a Clemente le parece necesario que el fútbol arranque de nuevo y los futbolistas asuman que el riesgo cero no existe. Es una opinión de un profesional que entiende que se debe reactivar cuanto antes la economía del país y poner en marcha el sector del fútbol que representa el 1,4 del PIB. Respetable. Pero ya se sabe que en Clemente la polémica le acompaña por las formas en las que expresa su mensaje y una falta de delicadeza que no parece que siente bien entre el gremio de los futbolistas.
No vale todo para poner en marcha la industria del fútbol como nos quieren hacer creer Javier Clemente, cuando parece tratar a los futbolistas como mercancías, o lo que dice Javier Tebas. El presidente de la Liga reacciona cuando escucha una voz discrepante o alguien recela. Como fue el caso del comunicado del Eibar que decía: "Tenemos miedo". Tebas contestó con ligereza: "Tienen menos riesgos que ir al supermercado y la farmacia". Los futbolistas y entrenadores tienen todo el derecho a manifestarse y pensar que se quiere regresar de forma precipitada. Tebas, en su papel y con sus intereses, está obligado a salvar el negocio y aseguararse el cobro del dinero que restan de las televisiones. Un pulso en el que salen perdiendo los jugadores.
“Si alguno se contagia, pues para casa y mala suerte”, es lo que dice Javier Clemente sobre los riesgos que tienen que asumir los futbolistas en el regreso a los entrenamientos. Le falta tacto al ex entrenador del Athletic de Bilbao y ex seleccionador, entre otros equipos por los que ha pasado en su larga carrera. Con su experiencia podría tener más sensibilidad y pensar en las dudas que tienen los jugadores en una situación excepcional. Hay futbolistas que le pueden tener más miedo al covid-19 que a una lesión. Ahí está el caso de Fali. El jugador del Cádiz que se niega a jugar para evitar poner en riesgo su salud y la de su familia. No ha hecho ni los test con el resto de los compañeros. Puede ser un caso exagerado. Es opinable. Pero tampoco hay que irse al otro extremo. En el que parece que está Clemente cuando se expresa con poca delicadeza.
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