Cuando Fali no va de bocazas con los test del covid-19 y deja en evidencia a los 'miedosos'

"Si tengo que dejar el fútbol con 26 años, lo dejo. No vuelvo hasta que no haya una vacuna o garantías", es la declaración que realizó Fali cuando todavía no se había llegado al pico de la pandemia en España. Una vez doblegada y en el inicio de la fase 0 con la desescalada se mantiene firme en su postura. Fali no se ha presentado a la cita de los test. Es el único jugador del Cádiz, líder de la Segunda división, que rechaza que le hagan las pruebas cuando en España sigue habiendo más de 200 muertos por coronavirus en las últimas 24 horas. Fali, al que algunos creían que había tenido un ataque de protagonismo, demuestra que no es un bocazas. Va en serio. Mientras que otros futbolistas más importantes y con muchísimo más dinero están con el lógico miedo de un regreso y poniendo trabas. Pero se callan y se presentan a los test.

"¿Vais a jugar?", le preguntaron esta mañana a Nolito cuando abandonaba la Ciudad Deportiva del Sevilla en su coche tras hacerse los test. "Vamos a ver, lo que digan los jefes", es la contestación. Así muchas estrellas de la Primera división han ido pasando las pruebas del coronavirus bajo la supervisión de un inspector de la Liga. Todos equipados con un kit (mascarilla y guantes) y las recomendaciones de guardar la distancia de seguridad y la higiene. Unas pruebas que no han durado más de diez minutos. Fali no ha salido de su piso (no tiene chalet) de Cádiz. Recluido. Confinado. En un día en el que todos sus compañeros dan el paso obligado por su club. Cumple con su palabra, de momento, un futbolista de raza gitana que es fijo en lo planes del entrenador del Cádiz, pero que tiene claro cuál es su decisión.

No quiere exponerse a los riesgos que supone retomar el fútbol cuando las recomendaciones sanitarias hablan de no mantener contacto y los especialistas médicos están divididos. Hay una versión que apunta a la debilidad del sistema inmunológico en un deporte de alta intensidad. Sube el riesgo de contagio. Ni con los test tienes una total garantía. "Tienes más riesgo de contagio si vas al supermercado o a la farmacia", es la respuesta que da el presidente de la Liga, Javier Tebas, al comunicado del Eibar ("tenemos miedo") y a esos futbolistas reacios a la vuelta. A Tebas le están faltando empatía y tacto. Y aquí el único que tiene valor para plantarse es Fali.

La distancia de Zidane

El primer día en la fase 0 para el fútbol hemos visto imágenes como la de Messi caminar con toda tranquilidad y calma con su mascarilla. A Zidane aprovechar la llegada de Sergio Ramos, su capitán, para tener una charla separados por dos metros. Lo mismo ha hecho el entrenador del Real Madrid con el lesionado Eden Hazard. Espera al belga de vuelta si, finalmente, se puede reanudar la competición a mediados de junio para disputar los once partidos de Liga que restan. En el Madrid también se habla de la preocupación por los riesgos de un posible contagio y el hecho de que algún jugador pueda transmitirlo a un familiar. Es la tónica en todas las plantillas. Pero se niegan a una larga concentración, que sería beneficiosa para aislarse, porque se les cae la habitación del hotel encima. Es la contradición en los futbolistas.

Fali se ha desmarcado de todos ellos. El chico que empezó trabajando con su padre en la chatarrería da una lección de personalidad. ¿Es un irresponsable por no acudir a su puesto de trabajo? Habrá opiniones de todo tipo, pero lo que tiene claro es que para él no es lo primero el fútbol. Por la simple razón de que se trata de un deporte colectivo y de contacto. Su postura es tan razonable como la de los que dicen que los futbolistas corren menos riesgos que los sanitarios (sector donde ha habido fallecidos y un buen número de infectados). Cada uno es libre de actuar en esta crisis como crea oportuno y Fali elige tener más certezas, a pesar de las consecuencias económicas de quedarse sin contrato. En el Cádiz le respetan y puede que haya otro intento para convencerle. Si no lo hace no cobra y él no pone problemas a renunciar a su salario. Pero lo que queda claro es que al jefe de la patronal del fútbol español (Tebas) le ha salido un grano.