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Cómo Bale hace rabiar al Real Madrid con su obsesión por el golf
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Cómo Bale hace rabiar al Real Madrid con su obsesión por el golf

Acabamos de descubrir que Los Ángeles y jugar en la MSL encajan en el estilo de vida y trabajo del galés. Confiesa que es una posibilidad en sus planes de futuro

Foto: Gareth Bale con su bolsa de palos de golf. (@GarethBale11)
Gareth Bale con su bolsa de palos de golf. (@GarethBale11)

“Juego mucho al golf cuando voy a Los Ángeles”. Podía haber nombrado cualquier otra distracción y obviado la palabra ‘golf’. Cada vez que la pronuncia produce un ardor de estómago en el Real Madrid. Gareth Bale no lo puede remediar. Es el futbolista que se apasiona con el golf. No queda claro qué disciplina ocupa un lugar entre sus preferencias. La prioridad es el balón porque le da de comer. Y muy bien, por cierto. El golf es su válvula de escape. Para bien y para mal. Disfruta y hace rabiar. Este hobby del que se sospecha que ha sido el culpable de un largo historial de lesiones. Los innumerables problemas en la columna vertebral. Los dolores de espalda. El desequilibrio muscular que acaba con roturas en el sóleo. Su bajo umbral de dolor que le impide jugar dos partidos cada tres días. Hay que dosificarle.

En Bale hay una corriente que le sacude por su escaso compromiso y liderazgo. Otra que le defiende y considera que es víctima de críticas injustas. En ocasiones, exacerbadas. Es el futbolista que podía haber sido el mejor del mundo si se lo hubiera propuesto y tuviera la voracidad de Cristiano Ronaldo o Messi. Es, también, un profesional marcado por una personalidad apática y reprochable por decir, después de una final de la Champions, que se quiere ir del Madrid y un año después tragar con ser suplente con Zidane. Por marcharse del Bernabéu antes de que acaben los partidos sin estar resueltos.

placeholder Bale con la polémica bandera 'Gales.Golf.Madrid' en una celebración de la Selección de Gales. (Efe)
Bale con la polémica bandera 'Gales.Golf.Madrid' en una celebración de la Selección de Gales. (Efe)

Lo que molesta de Bale es que hable con pasión de su obsesión por el golf. Una de las razones por las que vive feliz en Madrid. Lo ha vuelto a hacer y provoca ese estado de irritación entre los que le tienen cogida la matrícula. “La MLS (liga de fútbol norteamericana) está creciendo. Definitivamente es algo que me interesaría. Además, me encanta ir a Los Ángeles de vacaciones. Juego mucho al golf cuando voy allí“, comenta el galés en el podcast ‘The Hat-Trick’. No dice nada que no se conozca. No debería resultar extraño. Pero todavía hay quien se lleva las manos a la cabeza en el Real Madrid cuando le escuchan hablar del golf en sus planes de futuro. ¿Por qué se cerró en banda de marcharse del Real Madrid el pasado verano? El golf de Madrid no se lo podían quitar de su vida.

Encaja en Los Ángeles

Acabamos de descubrir que Los Ángeles y jugar en la MSL encajan en el estilo de vida y trabajo del galés. Confiesa que es una posibilidad en sus planes de futuro. Esto ya es un paso porque Bale no se va quedar mucho más tiempo en el Real Madrid cuando el club tiene que revisar el presupuesto y los costes con las secuelas económicas que deja el coronavirus. Más austeridad en todos los ámbitos es el plan de Florentino Pérez. Con Bale solo queda esperar a que decida si apura el contrato (le quedan dos años) o diga si le apetece cambiar de aires porque ha encontrado otro paraíso con campos de golf.

Cuando Florentino Pérez fichó a Gareth Bale estaba convencido de que traía al mejor jugador de la Premier League. Un futbolista descomunal por sus cualidades físicas. Resultó la mejor solución para tapar la avería que provocó la traición de Neymar y su padre. De estar cerca de fichar por el Real Madrid, el clan brasileño prefirió los 42 millones de euros de comisión del Barcelona. Bale sirvió para tapar la decepción del rechazo de Neymar. Y la verdad es que empezó dando buenos resultados con esa delantera que formó junto a Benzema y Cristiano Ronaldo. La famosa ‘BBC’ contra la ‘MSN’ (Messi, Suárez y Neymar). Había debate sobre cuál era la mejor. En capacidad de goles y fantasía. El problema con el que no contaba el Madrid es con las repetidas lesiones y esa afición obsesiva por el golf. Pero sí. Bale dio mucho en partidos importantes. Goles espectaculares marcados en finales. Nadie se lo puede negar, pese a que siga haciendo de rabiar con el dichoso golf, la bandera de ‘Gales.Golf.Madrid’ y esa forma de ser distraída.

“Juego mucho al golf cuando voy a Los Ángeles”. Podía haber nombrado cualquier otra distracción y obviado la palabra ‘golf’. Cada vez que la pronuncia produce un ardor de estómago en el Real Madrid. Gareth Bale no lo puede remediar. Es el futbolista que se apasiona con el golf. No queda claro qué disciplina ocupa un lugar entre sus preferencias. La prioridad es el balón porque le da de comer. Y muy bien, por cierto. El golf es su válvula de escape. Para bien y para mal. Disfruta y hace rabiar. Este hobby del que se sospecha que ha sido el culpable de un largo historial de lesiones. Los innumerables problemas en la columna vertebral. Los dolores de espalda. El desequilibrio muscular que acaba con roturas en el sóleo. Su bajo umbral de dolor que le impide jugar dos partidos cada tres días. Hay que dosificarle.

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