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La Universitat de Barcelona se lava las manos con el hombre fuerte de Rubiales
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ANDREU CAMPS FUE JUZGADO POR UN PLAGIO

La Universitat de Barcelona se lava las manos con el hombre fuerte de Rubiales

El actual secretario general de la Federación Española de Fútbol (RFEF) fue absuelto de un delito de plagio, pero la universidad donde se presentó la tesis que él codirigió no hizo nada

Foto: Andreu Camps, secretario general de la Federación Española de Fútbol (RFEF). (EFE)
Andreu Camps, secretario general de la Federación Española de Fútbol (RFEF). (EFE)

No llega a ser lo de Pilatos, porque el implicado no fue condenado, pero sí puede considerarse un lavado de manos en toda regla. Andreu Camps, el actual secretario general de la Federación Española de Fútbol (RFEF), fue procesado y juzgado por un delito de plagio como codirector de una tesis doctoral que fue defendida en la Universitat de Barcelona (UB) en abril de 2011 y de la que el 13 de julio de 2015 informamos en El Confidencial al estar el implicado David Cabello, el saliente presidente de la Federación Española de Bádmiton (FESBA). Camps, ex miembro del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) y ahora hombre fuerte de Luis Rubiales, fue absuelto, pero faltaba por saber si la universidad que se vio implicada le pasó, como era de esperar, algún tipo de factura.

Sabido es lo sensibles que son estos asuntos de plagios en el ámbito universitario, de ahí que, dada la relevancia de Camps en el fútbol español, había que preguntar por su caso. "La Universitat de Barcelona no recibió denuncia alguna contra el director y el tutor de la tesis, sino que le fue comunicada por parte del juzgado y de la Universidad de Granada una sentencia sobre plagio en una tesis doctoral defendida en nuestra Universidad, a fin de que procediéramos como considerásemos oportuno". Esta es la respuesta de la citada universidad, desde donde añaden que "en este sentido, se anuló el título de Doctora de la interesada. El codirector fue absuelto y, en todo caso, cualquier otra eventual responsabilidad administrativa habría prescrito, ya que fuimos conocedores de los hechos en el año 2018 y la defensa de la tesis en cuestión se produjo en el año 2011".

[Camps, el vocal del TAD recusado por Tebas, está pendiente de un juicio por plagio]

Tal y como informamos en El Confidencial el 1 de agosto de 2018, David Cabello y su mujer, Esther Puga, fueron condenados por un delito de plagio a seis meses de cárcel, mientras que Andreu Camps, quien hacía unos días que había dimitido como miembro del TAD "por causas personales", resultó absuelto del delito del que provisionalmente también fue acusado. Según siempre la querella criminal, el 25 de enero de 2010 Esther Puga depositó en la Universidad de Granada una segunda tesis doctoral cuyo contenido es copia exacta de la primera y, por tanto, de la memoria final presentada ante el Consejo Superior de Deportes (CSD).

Sin embargo, en septiembre de 2011, uno de los autores realizó una búsqueda en TESEO, la base de datos oficial sobre tesis doctorales. Introdujo el nombre de David Cabello y vio que su nombre aparecía vinculado, en concepto de director, a una tesis doctoral depositada por la querellada Esther Puga en el Departamento de Teoría e Historia de la Educación de la Universitat de Barcelona, y constando como codirector de la tesis el también querellado Andreu Camps. Efectivamente, el actual secretario general de la RFEF —sí, así funciona el podrido fútbol español— fue absuelto, pero quedó manchado.

placeholder Andreu Camps, junto a Rubiales, durante una reunión de la RFEF.
Andreu Camps, junto a Rubiales, durante una reunión de la RFEF.

Un coodirector, condenado y el otro no

La Universitat de Barcelona confirma a El Confidencial que recibió copia de la sentencia número 312/17 del Juzgado de lo Penal de Granada de fecha 2 de abril de 2018 y de la Audiencia Provincial 23.2.2018 que desestimaba el recurso contra la anterior, en virtud de la cual se condenaba a Esther Puga por plagio de su tesis doctoral defendida en la UB en abril de 2011. Y explica: "El propio fallo de la sentencia disponía que se pusiera en conocimiento de la UB (concretamente del Departamento de Teoría e Historia de la Educación) a los efectos que resulten oportunos legalmente. Dicha sentencia condenaba al codirector David Cabello como cooperador necesario y el otro codirector, de INEFC UB, Andreu Camps, fue absuelto".

Desde la UB se asegura también que "con base en la sentencia, por resolución del rector de 17.12.2018, se procedió a incoar un procedimiento de revisión de oficio del título de Doctora de Esther Puga (...) Tramitado el correspondiente procedimiento y con el dictamen favorable preceptivo de la Comissió Jurídica Assessora, por resolución del rector de 9.4.2019, se declaró la nulidad del título de Dra. de la Sra. Puga, anulación que ha sido puesta en conocimiento del Registro de Títulos Universitarios del Ministerio". Sin embargo, contra Camps no se realizó ningún tipo de actuación en la UB, "puesto que el codirector fue absuelto en vía penal de cualquier tipo de responsabilidad".

Según expertos en la materia, la sentencia absolutoria de Camps no afirma nada que contradiga el plagio reconocido. La acusación no fue en modo alguno infundada o temeraria, tanto es así que el Ministerio Fiscal y la Audiencia Provincial de Granada desestimaron en su día los recursos interpuestos. El hecho de que resultara absuelto tras haber sido imputado no justifica sin más el que la acusación se pueda entender absolutamente infundada como para imponer las costas a la acusación como se pretende, máxime cuando fue el codirector de una tesis que se declara que fue un plagio.

Pero hay más. La absolución no incluye como hecho probado nada que afirme incluso su desconocimiento del caso. Y he aquí lo más grave: "Pese a que meses antes había sido depositado un trabajo idéntico en la Universidad de Granada, en la de Barcelona aparece con un codirector nuevo y un tutor de la UB, Andreu Camps y Conrad Vilanou, respectivamente, quienes obviamente no habrían desarrollado ningún trabajo en la elaboración de ese documento, del que tuvieron conocimiento semanas antes de su defensa. Ahora bien, firman como si realmente la hubieran codirigido y tutorizado...

placeholder Imagen de una reunión del TAD, con Andreu Camps y Tomás González Cueto, ahora con Rubiales. (EFE)
Imagen de una reunión del TAD, con Andreu Camps y Tomás González Cueto, ahora con Rubiales. (EFE)

Es lógico pensar que prestándose al sorprendente traslado de expediente de una investigación ya finalizada, pudieran de alguna manera ayudar a que se llevara a cabo el plan. En todo caso, ¿hizo alguna investigación la UB sobre la participación del Departamento que aceptó el traslado y nombró tribunal, así como los profesores afectados en este fraude? Es obvio que se utilizó a la UB y ello difícilmente se pudo llevar a cabo sin la colaboración de personas de esta universidad: ¿Se investigó el caso? Estas preguntas no obtuvieron respuesta.

Según los mismos expertos, el hecho de que no forme parte del delito de plagio, no excluye las responsabilidades administrativas por determinadas conductas que hayan podido cometer personas de la UB. Sin embargo, la postura de esta es evidente: ni se hizo ni se va a realizar ninguna investigación sobre cómo fue posible que en ese traslado de expediente, incorporación de codirector y tutor, nombramiento de tribunal y demás actos acaecidos nadie aparentemente fuera consciente de esas extrañas circunstancias. La no condena por plagio no guarda relación con los ilícitos administrativos que en el ámbito universitario se hubieran podido cometer.

Según fuentes universitarias consultadas, la alusión de la UB a la prescripción es poco sostenible. Habría de determinar los actos ilícitos para en su caso ver si se dan los requisitos para la citada prescripción. Pero, sobre todo, al no cuestionarse la UB si los numerosos filtros existentes —comisión de doctorado, escuela de doctorado, exhibición de tesis, nombramiento de tribunal...— fueron conniventes con una tesis que se defiende poco tiempo después de haber sido trasladado el expediente, en el que aparecen el tutor y un codirector que, según los hechos probados, no añaden nada al trabajo plagiado y repetidamente rechazado por la Universidad de Granada. Ambos se incorporaron en un escaso lapso de tiempo antes de la defensa, donde los otros miembros del tribunal guardaban una estrecha relación con Camps.

Resulta cuanto menos decepcionante, además de preocupante, que en una universidad en la que recientemente vivieron el escandaloso caso del ex presidente del Senado, Manuel Cruz, se resistan a responder a preguntas obvias y se parapeten en una eventual prescripción para correr un tupido velo o, como decía al principio, lavarse las manos, con tal de no reconocer que se 'tragaron' un plagio tan burdo como el que relata la sentencia penal y ni siquiera son capaces de depurar responsabilidades. Más vale tarde que nunca, ¿no creen?

Sus andanzas como miembro del TAD

Por si no lo recordaban, Camps es el miembro del TAD que se negó a abrir expediente a Villar por el caso Recreativo y Marino y por el retraso electoral, cuando hizo valer su voto de calidad para rechazar la impugnación de las votaciones solicitada por la candidatura de Jorge Pérez. Por si fuera poco, Camps fue recusado por Javier Tebas, presidente de LaLiga, "por su interés personal en los asuntos relacionados con la RFEF, así como mantener relación de servicio con la institución federativa que preside Villar", aunque Camps no tuvo ni la decencia de abstenerse.

Eso sí, el catalán cambió radicalmente su postura después de ver a Villlar entre rejas y conocer parte de las investigaciones de la Guardia Civil. Consciente de que la UCO podría tener emails y conversaciones telefónicas suyas con Gorka Villar, no tuvo ningún problema para renegar de Villar y su hijo como de la peste y convertirse en el hombre fuerte de Rubiales. Es decir, más de lo mismo —o peor— al frente del fútbol español. ¿Propondrá el presidente Sánchez que haga algo al respecto a su ministro de Universidades Castells? Siéntense a esperar un plagio más...

No llega a ser lo de Pilatos, porque el implicado no fue condenado, pero sí puede considerarse un lavado de manos en toda regla. Andreu Camps, el actual secretario general de la Federación Española de Fútbol (RFEF), fue procesado y juzgado por un delito de plagio como codirector de una tesis doctoral que fue defendida en la Universitat de Barcelona (UB) en abril de 2011 y de la que el 13 de julio de 2015 informamos en El Confidencial al estar el implicado David Cabello, el saliente presidente de la Federación Española de Bádmiton (FESBA). Camps, ex miembro del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) y ahora hombre fuerte de Luis Rubiales, fue absuelto, pero faltaba por saber si la universidad que se vio implicada le pasó, como era de esperar, algún tipo de factura.

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