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La destrucción de James en el Real Madrid o el sistema que le deja fuera
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el colombiano no logra reivindicarse

La destrucción de James en el Real Madrid o el sistema que le deja fuera

A sus 28 años, James debería estar en una época de madurez. No es así y produce confusión un jugador de contrastada calidad, pero débil en lo físico. Anímicamente está tocado

Foto: James se lleva las manos a la cabeza durante el partido contra la Real Sociedad. (Efe)
James se lleva las manos a la cabeza durante el partido contra la Real Sociedad. (Efe)

Con James hay una sensación en el Real Madrid de confusión. Sale de una lesión y entra en otra. La última es producto de un golpe que sufrió en la cadera en el partido contra la Real Sociedad en el Bernabéu. Otro parón y un nuevo bajón para el colombiano. "No tiene suerte”, es la única respuesta que dan los que están cerca del futbolista. Le tocará ganarse, otra vez, la confianza de Zidane. Hay quien piensa, en el club, que pierde otro tren para subirse a la dinámica de un equipo en el que prácticamente todos mejoran su condición física y garantizan un rendimiento alto. Se descuelgan Marcelo y Bale. James no ofrece competencia y se lo pone ‘fácil’ a Zidane. Del entrenador es de sobra conocido que no arriesga con los que están bajos de forma y con el colombiano pocos son capaces de poner la mano en el fuego y asegurar que será importante en lo que queda de temporada.

A James le falta algo más que suerte. El diagnóstico es que pierde frescura, fluidez y confianza. En el Madrid recuerdan el fallo en una ocasión clara de gol en la segunda parte del partido de Copa contra el Unionistas en Salamanca. Se trata de una de esas acciones que definen los malos síntomas de un futbolista que pierde la claridad. En otro momento dulce esos balones iban para dentro. Y es que James tuvo una primera época en la que hacía goles escandalosos y su fútbol era vistoso. En las oportunidades que ha tenido en la Copa del Rey se vio una versión espesa hasta que, en el descanso contra la Real Sociedad, fue sustituido por Luka Modric. El motivo es un golpe en la cadera. La sospecha es que a Zidane no le encaja en ninguno de los múltiples planteamientos tácticos. La decepción que tiene James es verse fuera del sistema de los cinco centrocampistas (con Isco y Modric por delante). Una estructura que cree que le beneficia.

placeholder James atiende las instrucciones de Zidane. (Efe)
James atiende las instrucciones de Zidane. (Efe)

Al entrenador tampoco se le puede culpar de la destrucción de un futbolista que generó altas expectativas en su primera etapa y tiene un serio problema: la condición física. Es un jugador frágil. Propenso a las lesiones. Son varios los problemas musculares que han ido frenando su progresión. Una desgracia para él y una ruina para el club que pagó 80 millones de euros y tenía el convencimiento de que fichaba a uno de esos jugadores que tienen fantasía. Las lesiones tienen que ver mucho con el estilo de vida de cada jugador (dieta, hábitos, capacidad de trabajo, entrenamientos, recuperación…). James no tiene fuelle para interpretar el fútbol que propone su entrenador: defender primero y atacar después, presionar, robar y llegar a la portería rival.

Críticas en Colombia

A sus 28 años debería estar en una época de madurez. En plenitud. Podría y debería tener el ritmo y la chispa que recuperó Modric (34 años) y lleva demostrando durante un buen tiempo Benzema (32 años). No es así y produce confusión un jugador de contrastada calidad, pero débil en lo físico. Anímicamente está tocado. James no está a gusto, pierde protagonismo y tiene un futuro incierto. Su plan pasaba por demostrar al entrenador que era otro jugador: más fuerte y con compromiso. No duró mucho. Empezó la temporada con energías y una ovación de la grada en la primera aparición que tuvo por el Bernabéu. Su destrucción empezó en la derrota contra el Paris Saint Germain en el Parque de los Príncipes. Zidane sacrificó a James y empezó a apostar por Fede Valverde, siguió con Isco y reforzó su confianza en Modric.

Pierde fans y popularidad. Incluso en Colombia, donde se pide en los debates deportivos que el seleccionador Carlos Queiroz no le convoque y sea justo con los que tienen menos nombre y son más fiables. En el Real Madrid le queda una temporada más de contrato. Pero tiene, a diferencia de Gareth Bale, un representante (Jorge Mendes), que está abierto a buscarle una salida a otro equipo, otro país para recuperar el tiempo perdido y encontrar un entrenador que le devuelva la alegría por jugar.

Con James hay una sensación en el Real Madrid de confusión. Sale de una lesión y entra en otra. La última es producto de un golpe que sufrió en la cadera en el partido contra la Real Sociedad en el Bernabéu. Otro parón y un nuevo bajón para el colombiano. "No tiene suerte”, es la única respuesta que dan los que están cerca del futbolista. Le tocará ganarse, otra vez, la confianza de Zidane. Hay quien piensa, en el club, que pierde otro tren para subirse a la dinámica de un equipo en el que prácticamente todos mejoran su condición física y garantizan un rendimiento alto. Se descuelgan Marcelo y Bale. James no ofrece competencia y se lo pone ‘fácil’ a Zidane. Del entrenador es de sobra conocido que no arriesga con los que están bajos de forma y con el colombiano pocos son capaces de poner la mano en el fuego y asegurar que será importante en lo que queda de temporada.

Gareth Bale Jorge Mendes
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