La burbuja de Quique Setién y el minuto en el que ha hablado a los jugadores sobre el lío

Estaba citado a las 13:00h con la prensa, pero se retrasó una media hora. La situación era la más complicada en su corta vida como entrenador del FC Barcelona. Quique Setién aparecía por la sala aparentemente tranquilo, con el semblante serio, pero sonriendo al saludar y sabiendo cómo debía sacar el capote ante las preguntas que le iban a caer por la crisis institucional que estaba sufriendo el Barça. "Hemos dedicado un minuto durante el entrenamiento a hablar sobre el tema. Y ya", ha contestado cuando le han preguntado sobre lo que estaba pasando.

"A mí no me afecta y trataré de que a mis jugadores les afecte lo menos posible. Trataremos de que todo lo que pueda pasar a nuestro alrededor no nos afecte. A vosotros (la Prensa) os afecta, a mí no. Lo único que me interesa es darle a mis jugadores las herramientas adecuadas para que puedan desarrollar lo que tienen dentro. Todo lo demás no me interesa. Yo ya sé que hay problemas en este club, y en clubes de este tipo, pero son cosas que yo no voy a poder controlar jamás. Habladme de fútbol, porque todo lo demás no me interesa", intentaba sentenciar en las primeras cuestiones de la rueda de prensa de este miércoles en Sant Joan Despí.

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"Habéis visto lo sonrientes y felices que estaban los jugadores en las imágenes que habéis podido ver del entrenamiento. Enseñad eso a los jugadores, la gente quiere ver gente feliz". La apuesta periodística de Setién es un buen detalle de cómo se toma el vestuario -aparentemente- el asunto, pero como le trataban de hacer ver los periodistas que cubren la información culé, la afición también desea saber qué ocurre en el club y cómo vive el vestuario esta situación que explotó el martes por la noche con la acusación de Leo Messi al secretario técnico, Éric Abidal.

Su despreocupación "para no desgastarme" en lo que sucede arriba y su preocupación de lo que debe dibujar en el césped habla también de su función en el Barça. Lejos de imitar modelos en los que el entrenador hace y deshace en la política de fichajes, al menos de momento, Setién se centra en el campo y no pierde mucho tiempo en saber si tendrá que consultar con el todavía secretario técnico, Éric Abidal, el director ejecutivo, Óscar Grau, o con quien fuera dependiendo de cómo concluye este episodio en el Barcelona. Ha llegado a la Ciudad Condal para entrenar lo que le pongan en el césped, de lo demás... Chitón.