El miedo de Brahim Díaz y los 17 millones de euros absurdos del Real Madrid
Brahim Díaz llegó hace un año al Real Madrid y le han intentado ceder en el mercado de verano y ahora en el de invierno. El Getafe le reclama y el futbolista se resiste todo lo que puede
Hace un año llegó al Real Madrid que entrenaba Solari en una operación que se calificó de absurda. Era difícil entender qué necesidad tenía el club de gastar 17 millones de euros por un futbolista que quedaba libre en el mes de junio y había dejado claro a Pep Guardiola y al Manchester City que no tenía ninguna intención de renovar. Brahim Díaz, al que por cierto le representaba Pere Guardiola (el hermano del entrenador del City), se le presentó la oportunidad de fichar por el Real Madrid. Una ocasión única en un equipo que tenía una mala trayectoria y de la que se podría aprovechar por la baja forma de Isco, Bale y Mariano. Llegó, según se puede comprobar con el tiempo, como una cortina de humo y un fichaje de invierno para levantar la ilusión.
Brahim Díaz tiene a su favor la juventud (20 años) y en contra que Zidane, pese a que diga que cuenta con todos los jugadores, le abre las puertas para que se vaya cedido. No lo hace, por ejemplo, con Vinicius. Al brasileño no le vendría nada mal una cesión si se trata de foguearse y jugar con regularidad. Lo de Vinicius tiene más matices y ahora no vienen a cuento. La cuestión es por qué el Real Madrid abre las puertas a Brahim, un año después de su fichaje, en este mercado de enero. Lo desveló el presidente del Getafe, Ángel Torres, en unas declaraciones en Movistar tras el partido en el Coliseum. Torres ha pedido a Florentino la cesión de Brahim, el presidente del club blanco da el OK y la operación está a la espera de que el futbolista dé su aprobación. Por lo que dice el dirigente del Getafe no tiene muchas ganas de salir del Real Madrid.
Ángel Torres: "Le hemos pedido al Real Madrid a Brahim y Florentino me ha dicho que por ellos sí, pero el chico parece que no quiere salir". #LaCasaDelFútbol pic.twitter.com/koBSRCY0yc
— Fútbol en Movistar+ (@MovistarFutbol) January 4, 2020
Brahim Díaz se resistió en el pasado mercado de verano, cuando solo llevaba seis meses en el club blanco, a marcharse. Se agarra a su sueño, confianza en aprovechar una oportunidad de Zidane y un largo contrato (2025) de ser jugador del Real Madrid. No se da cuenta de que su fichaje fue como una cortina de humo en un momento de crisis y que Zidane ya tiene suficiente con dar salida a Vinicius, al que le da bola en partidos de menos entidad y los minutos de la basura como en Getafe. El entrenador del Madrid se guarda a Fede Valverde para la Supercopa de España. El uruguayo juega las citas de mayor envergadura: el derbi, el PSG, Clásico... En ese proceso está Rodrygo (fiable para ZZ). Brahim ni entra en la convocatoria en el primer partido del año.
Lo que le sobra a Zidane
El chico, que rompió con el hermano de Guardiola, y ahora tiene de agente a su padre (conocido como Sufi) no se quiere ir. El mes de enero se le hará largo porque en el Madrid quieren dar salida a varios jugadores. Además de Brahim se busca cómo colocar a Mariano. Otro fichaje que se hizo a última hora para amortiguar, como fuera, la salida de Cristiano Ronaldo y se encuentra en el ostracismo más absoluto. Tampoco entró en la convocatoria de Getafe. Como James (el colombiano ha ido de más a menos). Este es el problema que tiene el Madrid. Cómo dar salida a estos jugadores que no se quieren marchar, son fichajes recientes y se quedan en la grada perdiendo valor. A esto hay que añadir su importante salario. En el caso de Brahim es de 3,5 millones de euros.
Le acaban de volver a enseñar la puerta, por segunda vez en un año, y tiene equipos que le quieren en la Liga. Aunque la postura de Brahim es la de aguantar todo lo que pueda para quedarse y convencer. Pensará que como en el Madrid se está en pocos sitios y ya se sabe eso de que fuera hace más frío. Tiene que poner en la balanza si le compensa perder una temporada sin jugar con regularidad porque, aunque haya otras oportunidades, serán escasas y para jugar esos minutos de la basura. Solo el tiempo dirá, si sale cedido y regresa, si fue un acierto una operación en la que no era necesario hacer un desembolso de 17 millones de euros cuando podía haber llegado a coste cero. El regreso de Zidane arruinó, todavía más, cuando el entrenador depositó de nuevo su confianza en recuperar a Isco.
El tiempo habla. Brahim pareció sufrir los daños colaterales de una mala racha deportiva en el Real Madrid y pasó de ilusionar a cuentagotas a tener que coger el camino de Martin Odegaard, Kubo, Achraf, Ceballos… No es fácil irse, aunque sea cedido, y regresar al Real Madrid. Este es el miedo de Brahim. Marcharse y cerrarse definitivamente las puertas del Real Madrid.
Hace un año llegó al Real Madrid que entrenaba Solari en una operación que se calificó de absurda. Era difícil entender qué necesidad tenía el club de gastar 17 millones de euros por un futbolista que quedaba libre en el mes de junio y había dejado claro a Pep Guardiola y al Manchester City que no tenía ninguna intención de renovar. Brahim Díaz, al que por cierto le representaba Pere Guardiola (el hermano del entrenador del City), se le presentó la oportunidad de fichar por el Real Madrid. Una ocasión única en un equipo que tenía una mala trayectoria y de la que se podría aprovechar por la baja forma de Isco, Bale y Mariano. Llegó, según se puede comprobar con el tiempo, como una cortina de humo y un fichaje de invierno para levantar la ilusión.