Las ojeras de Piqué en la Copa Davis y el aviso de Ernesto Valverde

Está por ver si a Gerard Piqué le afectan los viajes a Madrid para estar encima de la organización de la Copa Davis. Lleva unos días de mucho ajetreo entre sus labores de empresario, con las lógicas preocupaciones para que todo salga bien, y los entrenamientos con el Barcelona para preparar el partido de este sábado en Leganés. A Piqué se le ha visto por la mañana en la Ciudad Condal y por las tardes en la capital. Un ir y venir que no parece lo más recomendable para un deportista de la alta competición. No se ha saltado ningún entrenamiento programado por Ernesto Valverde y ha hecho todo los posible por estar en la Caja Mágica. Aquí atendía a su equipo de colaboradores, invitados (Neymar, Jordi Alba, Puyol...), presenciaba partidos y concertaba entrevistas con medios de comunicación. A Piqué se le ha visto con ojeras. Un síntoma que refleja el cansancio acumulado de las horas y los viajes de un lado a otro.

Sobre este asunto se pronuncia su entrenador. Ernesto Valverde se ha reunido con Piqué para saber cómo estaba en una semana diferente para el central. El técnico respeta el tiempo que dedica Piqué a sus obligaciones como empresario y no hay reproches en lo que se refiere a su predisposición en los entrenamientos, pero tiene que evaluar si al central le está pasando factura este evento. Si hay desgaste, sobre todo psicológico, y puede repercutir en su rendimiento en el encuentro de Leganés cuando se reanuda la Liga. Es Valverde el que tiene la última palabra sobre si conviene que juegue en el estadio de Butarque. El que tiene que decidir si le ve centrado o agotado. Experiencia y oficio tiene para jugar un partido en el que se volverá a medir la fiabilidad del Barcelona fuera de casa. Otra cosa son las garantías de que esté fresco en todos los sentidos.

Al entrenador del Barça le incomoda esta situación. "Si lo veo centrado y bien jugará y si no jugará otro", comentó el 'Txngurri' en la sala de prensa. Suena a aviso. Está en su papel el entrenador cuando tiene que mostrarse justo y objetivo no solo de cara a Piqué sino también al resto de compañeros de equipo que puedan pensar que con Piqué se hace la vista gorda. En cualquier caso, Valverde afirma que Piqué está centrado y entiende que pueda tener unos negocios que debe atender. Otra cosa es cuando llegue el momento de tomar la decisión y el entrenador valore si estos viajes y el ajetreo no son buenos. Si le deja sin jugar se podrá interpretar como un castigo. Si juega está sometido a un examen en el que se evaluará cada acción del juego y su rendimiento. Si tiene un error recibirá críticas que estarán argumentadas en su falta de profesionalidad, el agotamiento y cansancio. Si lo hace bien se desmontará todo este lío.

Hay debate entorno al rendimiento que está ofreciendo Piqué y se acrecienta en una semana en la que se ha tenido que volcar con la Copa Davis en Madrid. Esta temporada acumula una cantidad de tarjetas amarillas que contrasta con las que recibió la pasada. Lleva seis en diez partidos mientras que la pasada recibió las mismas en 35 partidos. Más tarjetas se puede interpretar por los despistes o la falta de atención del central. Su récord, por ejemplo, de menos tarjetas está en la temporada 2010-11 donde solo le mostraron cinco. A Piqué se le señala por haber perdido concentración y contundencia. En partidos, por ejemplo, como la derrota en Granada y la debacle en el campo del Levante. Se hace más grande el debate por cómo está volcado en sus negocios, la Copa Davis y si todo este movimiento le tiene desgastado y bajan sus prestaciones en los partidos del Barcelona.