La fiesta de las banderas españolas en Bilbao ya con Luis Enrique a la cabeza

Certificado el triplete de España en San Mamés en la Eurocopa del próximo año, los partidos del combinado nacional no solo tendrán lugar sobre el terreno de juego del feudo bilbaíno sino que el ‘juego’ se trasladará a las gradas y a la calle, con las previsibles protestas de afines independentistas por la presencia de la Selección Española en Bilbao después de más de medio siglo de ausencia. Existe a día de hoy preocupación por la magnitud que puedan alcanzar las protestas, y más en plena efervescencia soberanista en Cataluña, y que ya ha tenido su repercusión en el País Vasco con el colapso la pasada semana de la frontera de Irún, con retenciones kilométricas que provocaron independentistas vascos en torno a Behobia, en respuesta al llamamiento de Tsumani Democràtic para presionar al Gobierno para ofrecer una solución al “conflicto político no resuelto con el Estado Español que viven Cataluña y el País Vasco”.

Por ello, en previsión de que lo que ocurra fuera del verde ocupe la primera plana informativa a nivel internacional, el Gobierno vasco ha pedido que la próxima Eurocopa de fútbol que llevará a la Selección Española a jugar los tres partidos de la primera fase en San Mamés sea vista como “un evento deportivo” más allá de cuestiones políticas en aras a demostrar el “saber hacer que tiene este país en la organización de eventos internacionales”. El consejero vasco de Cultura, Bingen Zupiria, ha defendido que la designación de San Mamés como sede española de la Eurocopa es una “gran oportunidad” que hay que aprovechar dada su trascendencia. Luego, con este planteamiento como punto de partida, ha señalado que “cada uno sabrá cómo tiene que atender” a este evento y a la presencia del combinado nacional en Bilbao en su condición de equipo local.

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Zupiria ha pedido a la ciudadanía que ponga el punto de mira en la trascendencia deportiva de la Eurocopa al ser interpelado por el recibimiento que el Gobierno de Vitoria espera que la afición vasca haga a la Selección Española una vez que este lunes se ha certificado que el combinado nacional disputará finalmente todos los partidos de la primera fase en el campo bilbaíno. El equipo entrenado hasta este lunes por Robert Moreno y que ahora liderará de nuevo Luis Enrique tenía asegurados dos partidos en la Catedral y la celebración del tercero estaba a expensas de la República de Irlanda, que, de haberse clasificado de forma directa –jugará finalmente la repesca para estar presente en esta cita tras empatar a uno contra Dinamarca–, abría la puerta a que el enfrentamiento entre ambas selecciones se jugara en Dublín, otra de las sedes de la Eurocopa, que se celebrará en 12 ciudades de otros tantos países. El emplazamiento se debería decidir en este caso por sorteo.

La presencia del combinado nacional en Bilbao va a ser aprovechado por el independentismo para mostrar su rechazo en la calle a la presencia de la Selección Española, que volverá a jugar en San Mamés 53 años después del partido que le enfrentó a Turquía el 31 de mayo de 1967 correspondiente a la fase de clasificación para la Eurocopa de un año después y que ganó por 2-0. Ante las más que seguras protestas en el actual escenario de agitación nacionalista, Zupiria ha pedido que se vea la presencia de España en Bilbao con "normalidad" de cara a favorecer la proyección de la imagen internacional del País Vasco y su capacidad para organizar eventos de esta envergadura más allá de las banderas políticas que ondee de cada uno.

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“Estamos ante un acontecimiento deportivo de relevancia internacional. Es una oportunidad para que las instituciones demostremos el saber hacer que tiene este país en la organización de eventos internacionales y sería bueno que todos viéramos en la Eurocopa un evento deportivo y, a partir de ahí, cada uno sabrá cómo tiene que atender este evento”, ha afirmado el titular de la Consejería de Cultura y Política Lingüística, en la que se engloba el área de Deportes.

Zupiria ha sido interpelado por esta cuestión en una comparecencia tras el consejo de Gobierno para dar cuenta del decreto sobre normalización del uso institucional de las lenguas oficiales en las administraciones locales del País Vasco y que busca dar mayor relevancia al euskera en las relaciones de los ayuntamientos con la ciudadanía. El consejero ha iniciado su valoración cometiendo un error al asegurar que este lunes se “confirmó la clasificación de la Selección Española para disputar la Eurocopa 2020” cuando en realidad el combinado nacional había certificado su presencia el próximo verano en esta cita deportiva hace dos partidos, tras el empate contra Suecia el pasado 15 de octubre –ayer consumó su inclusión como uno de los seis cabezas de serie en el sorteo tras vencer a Rumanía–.

"Las instituciones vamos a cumplir con nuestro compromiso al margen de que España se haya clasificado: Estamos ante un acontecimiento deportivo de relevancia internacional"

El consejero vasco ha enmarcado la presencia de España en San Mamés en un contexto de “normalidad” y, por ello, ha confiado en que se proyecte esta imagen de normalidad durante los partidos de La Roja en San Mamés. A este respecto, ha resaltado que las instituciones vascas presentaron en 2014 la candidatura de cara a ser la sede española de la Eurocopa “sin saber cuáles serían los equipos que se clasificarían” para “proyectar la imagen internacional de Bilbao, Vizcaya el País Vasco como un país que sabe organizar eventos de todo tipo” a nivel mundial y, de acuerdo a esta filosofía, las administraciones implicadas “van a cumplir con su compromiso al margen de que España se haya clasificado” para esta cita deportiva, que se disputará entre el 12 de junio y el 12 de julio.

El “buen juego”, como ha argumentado Zupiria, ha “hecho posible” que España “se clasifique y pueda jugar como local en San Mamés”, a cuyas gradas regresarán las banderas españolas después de más de medio siglo de silencio generalizado durante, al menos, tres partidos. Y es que existe también la posibilidad de que España juegue un cuarto partido en la Catedral, el correspondiente a la primera eliminatoria tras la fase de grupos, en función de los resultados y el puesto que ocupe el combinado nacional en la clasificación al término de los tres primeros partidos.