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El boicot a la Supercopa de España (sin TVE) y el capotazo de Sergio Ramos a Rubiales
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El boicot a la Supercopa de España (sin TVE) y el capotazo de Sergio Ramos a Rubiales

Los internacionales no quieren líos en la polémica de la Supercopa de España. Eligen mirar para otro lado en el revuelo social y Sergio Ramos, el capitán, hace un 'guiño' a la postura del presidente

Foto: Sergio Ramos durante la presentación de la nueva camiseta de la Selección española. (Efe)
Sergio Ramos durante la presentación de la nueva camiseta de la Selección española. (Efe)

En Sergio Ramos encuentra un ligero apoyo Luis Rubiales cuando el capitán se refiere al poder que tiene el fútbol para normalizar un país como Arabia Saudí. La designación como sede de la Supercopa de España es complicada de defender y empieza a tener consecuencias. RTVE decide no entrar en la puja de la retransmisión. Los futbolistas prefieren estar callados y alejarse de la polémica. Mirar para otro lado. No pronunciarse sobre lo recomendable de ser partícipes de jugar en un país que es una dictadura y está denunciado por no respetarse los derechos fundamentales de igualdad de género y la libertad de expresión. Entre otras denuncias (homofobia, ejecuciones...). Jugar en Arabia Saudí puede manchar la imagen de los futbolistas que se limitan a cumplir con un supercontrato de la Federación (120 millones de euros en tres años).

A la concentración de la Selección española llega la polémica, pero no se profundiza. Como es el caso del madridista Dani Carvajal, que se limita a decir que es un buen formato y reporta una buena cantidad de ingresos para ayudar al fútbol modesto, humilde y el femenino. Eligen mirar para otro lado y pasar por encima de un asunto que provoca revuelo social y apunta a la decisión tomada por la Federación Española de Fútbol. "No es algo en lo que nosotros tengamos la palabra, pero si esta primera Supercopa allí sirve para cambiar las situación de las mujeres en un futuro, pues nos sentiremos orgullosos", es la reflexión del capitán Sergio Ramos en un momento crítico para su presidente.

A Luis Rubiales le acusan de blanquear un régimen dictatorial con el argumento del aperturismo con la entrada de las mujeres a los estadios durante la Supercopa de España. "No todo vale", es lo que le dicen al presidente, que defiende un formato que veía muerto y en una fecha vacacional (el mes de agosto) sin interés. Ha actuado para que sea más atractiva, rentable y solidaria con el reparto del dinero al fútbol modesto.

Que dé la cara Rubiales

No ha generado, precisamente, ilusión. Sino más bien rechazo, críticas e indignación. La semana en la concentración de la Selección española que prepara los dos últimos partidos de la Eurocopa 2020 (Malta y Rumanía) es una jaula de grillos. Los futbolistas evitan, de puertas para afuera, el ruido que genera la decisión de tener que jugar en Arabia Saudí. Tan solo Sergio Ramos ha tenido ese 'guiño' a Rubiales. Vale mucho, aunque haya dicho poco. Algunos esperarían más del capitán. Sus palabras , como las del presidente, chocan frontalmente con la crítica que han escuchado de uno de los referentes del fútbol femenino: Vero Boquete. “Estamos hablando de un país opresor y castigador de los derechos humanos. Tenemos que ser coherentes. No hay libertad”, es la denuncia de la jugadora del Utah Royals estadounidense. La mujer, la futbolista, la colega de los internacionales absolutos se posiciona y muestra un rechazo. ¿Deja en mal lugar Vero Boquete a estos futbolistas que eligen esconder sus principios? El debate está abierto fuera y dentro de la Selección.

Las reacciones contra la decisión de jugar la Supercopa de España en Arabia Saudí cada vez son más numerosas y contundentes. RTVE da un paso al no entrar en la puja por la retransmisión de la competición y comunica que no es coherente y que por razones humanitarias no se ‘presta’ al negocio. Recalca que Arabia Saudí es un país donde no se respetan los derechos humanos. Atresmedia y Mediaset se inclinan por no pujar por este torneo. El boicot a la Supercopa de España crece entre los aficionados que se niegan a viajar al país y piden, a través de las redes sociales, que no lo haga nadie. Incluso se solicita la cancelación de la celebración de la Supercopa de España en ese país. "La Federación debería conocer al detalle y tener en cuenta el historial de vulneraciones de los derechos humanos de Arabia Saudí", dice Esteban Beltrán (director de Amnistía Internacional en España).

Callan los futbolistas todo lo que pueden. En este asunto el que tiene que dar la cara es Luis Rubiales. El presidemte está en una situación comprometida y tiene que dar explicaciones en plena tormenta de rechazo social. “El dinero no es para construir un chalé. Va para el fútbol femenino, va para el modesto. El dinero es importante. ¿Quién puede negar eso? Pero va para los clubes de Segunda B y Tercera”, es la justificación del mandatario, al que se le ha presentado la ocasión de elegir entre el dinero y los valores y se encuentra con un boicot que irá en aumento en el nuevo año con la celebración de la competición. Habría que pararse a pensar si conviene llamar Supercopa de España a un torneo que no se celebra en territorio nacional.

En Sergio Ramos encuentra un ligero apoyo Luis Rubiales cuando el capitán se refiere al poder que tiene el fútbol para normalizar un país como Arabia Saudí. La designación como sede de la Supercopa de España es complicada de defender y empieza a tener consecuencias. RTVE decide no entrar en la puja de la retransmisión. Los futbolistas prefieren estar callados y alejarse de la polémica. Mirar para otro lado. No pronunciarse sobre lo recomendable de ser partícipes de jugar en un país que es una dictadura y está denunciado por no respetarse los derechos fundamentales de igualdad de género y la libertad de expresión. Entre otras denuncias (homofobia, ejecuciones...). Jugar en Arabia Saudí puede manchar la imagen de los futbolistas que se limitan a cumplir con un supercontrato de la Federación (120 millones de euros en tres años).

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