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La nube negra sobre Ever Banega y el 'arte' de Boca Juniors para sacarlo del Sevilla
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termina contrato y su país le reclama

La nube negra sobre Ever Banega y el 'arte' de Boca Juniors para sacarlo del Sevilla

Los argentinos se movilizan y hasta el ex presidente Macri (hincha bostero) trabaja para seducir al 10 sevillista, Ever Banega

Foto: Ever Banega, un punto a tratar para el Sevilla en breve. (Reuters)
Ever Banega, un punto a tratar para el Sevilla en breve. (Reuters)

Éver Banega (Rosario, 1988) celebró como nadie la victoria del Sevilla FC en la casa del Real Betis, eterno rival. Le dolía hasta la última célula del cuerpo, pero no le importó. Aporreó con fuerza y entusiasmo el baúl de latón del utilero, cantó hasta quedar ronco el himno de El Arrebato, mirando al cielo y a la grada de 700 hinchas de su equipo desplazados a Heliópolis. La noche del domingo, Banega se sentía el hombre más feliz del mundo, como Monchi o José Castro. Pero una nube negra se cierne sobre el feliz cielo blanquirrojo: Banega termina contrato en junio y Boca Juniors quiere repatriarlo a la liga argentina.

En el Sevilla, según aseguran a El Confidencial fuentes solventes del club, existe tranquilidad relativa: llevan meses trabajando en la renovación del que es uno de los estandartes del equipo. Pilar básico para Julen Lopetegui (y para todos los entrenadores que han dirigido al Sevilla), Banega se inventó el domingo un genial pase de gol que franqueó la puerta a Luuk de Jong para que percutiera en el disparo que dio la victoria del Sevilla en el último derbi. El argentino, que lleva disputados 209 partidos oficiales con la camiseta nervionense, es el mejor asistente de la Liga y también uno de los grandes especialistas en el robo de balón. A sus 31 años, Banega se ha ganado por derecho ser uno de los ídolos de la afición sevillista, que reconoce el talento y la vergüenza torera del 10 de Nervión, un futbolista de carácter cuyo encaje en el Sevilla se compara ya con las leyendas de siempre, desde Kanouté a Suker, pasando por Polster, Gringo Scotta o Luis Fabiano.

Los intentos de Boca Juniors

Pero Boca Juniors, que el próximo 8 de diciembre celebra elecciones presidenciales, tiene puestos sus ojos en Banega, que ya jugó en el club xeneize antes de emigrar a España a las filas del Valencia. Los principales candidatos a suceder a Daniel Angelici, expresidente del club —que va en la lista de uno de los favoritos, lo mismo que Mauricio Macri, expresidente argentino, ex máximo mandatario del club de La Bombonera y furibundo hincha—, ya han contactado con el agente del jugador sevillista y le han hecho ver que su fichaje es prioritario. La marcha más que probable de Carlos Tévez dejará un buen margen para moverse alto en los parámetros económicos, aunque todos son conscientes de que Boca Juniors, como la mayoría de los clubes argentinos, se ven abocados a ser realistas, ya que el país se encuentra de nuevo sumida en una grave crisis monetaria. El factor emocional juega un papel importante en las artes para seducir a Banega, ya que todos quieren en Boca que se enfunde la mítica camiseta con el 10 en la espalda, el mismo número que llevaron Maradona, Riquelme o el mencionado Tévez.

Gestiones en la sombra

Monchi, director general deportivo del Sevilla, presume de ser amigo personal de Éver Banega, aunque alza la guardia cuando se le habla del tema. Lleva meses manejando el asunto, y lo hace con sumo tacto. Es consciente del carácter especial del jugador (introvertido, amigo de sus amigos, con un reducido círculo de afectos), un tipo que ha caído de pie en el Sevilla y en la ciudad, donde tanto él como su esposa Valeria y sus dos hijas se mueven como pez en el agua.

Después de una primera etapa de tres años en Nervión, Banega no pudo resistir a una suculenta oferta del Inter y probó suerte en el 'calcio'. Pero se arrepintió a los tres meses de la experiencia en la fría y húmeda Lombardía y tanto él como Valeria enviaron mensajes al Sevilla para que pujase en su regreso. Óscar Arias, entonces director deportivo, gestionó la operación retorno previo pago al Inter de 9 millones de euros.

En Sevilla vive Banega su mejor momento personal y profesional. Tiene un palco 'vip' en el Ramón Sánchez-Pizjuán engalanado en los extremos con fotos grandes de sus mejores recuerdos, se ríe con la trascendencia cómica del Mudo Vázquez, otro talento más cercano al verderón Curro Romero y adorado por los sevillistas, y disfruta con la explosión de fútbol de Lucas Ocampos, el jugador de moda en la albiceleste argentina, que está creciendo a pasos agigantados a la vera de Éver.

Hoy por hoy, Banega es uno de los pesos pesados de la plantilla, forma parte de la cúpula de capitanes, con Jesús Navas a la cabeza, Daniel Carrizo y Sergio Escudero. Disfruta del calor emocional que le ofrecen los sevillistas y la nave que pilota José Castro, presidente del club, está dispuesta a seguir invirtiendo fuerte en Banega. El futbolista quiere tres años y seguir ganando un dinero acorde a su categoría. El Sevilla no le hace ascos a la aspiración del futbolista. Lo malo es que en Boca aspiran a que sea su abanderado para el 2020. Hay partido.

Éver Banega (Rosario, 1988) celebró como nadie la victoria del Sevilla FC en la casa del Real Betis, eterno rival. Le dolía hasta la última célula del cuerpo, pero no le importó. Aporreó con fuerza y entusiasmo el baúl de latón del utilero, cantó hasta quedar ronco el himno de El Arrebato, mirando al cielo y a la grada de 700 hinchas de su equipo desplazados a Heliópolis. La noche del domingo, Banega se sentía el hombre más feliz del mundo, como Monchi o José Castro. Pero una nube negra se cierne sobre el feliz cielo blanquirrojo: Banega termina contrato en junio y Boca Juniors quiere repatriarlo a la liga argentina.

Mauricio Macri
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