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El éxito de Marc Cucurella en el Getafe y cómo buscarse la vida lejos de Barcelona
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los secretos de una revelación

El éxito de Marc Cucurella en el Getafe y cómo buscarse la vida lejos de Barcelona

'Cucu' no ha perdido la esperanza de triunfar en el Barça, pero hasta que llegue ese día en el que tenga sitio su decisión es la de buscarse la vida en otros frentes. El chico es intrépido y tiene coraje

Foto: Marc Cucurella en el día de su presentación como jugador del Getafe (foto vía @cucurella3)
Marc Cucurella en el día de su presentación como jugador del Getafe (foto vía @cucurella3)

El éxito es para quien es valiente, no tiene fronteras y le pone pasión a la vida. Se llega a través del trabajo y explotando las mejores virtudes. Por este camino anda el joven Marc Cucurella (21 años) desde que decidió que no quería ser suplente en el Barcelona (estar a la sombra de Jordi Alba) y se buscó la vida en el Eibar, primero, y el Getafe, después. Le va de maravillas al chico de Patricia. La madre le pidió, cuando era un alevín y jugaba en el equipo del pueblo (Alella, a 18 kilometros de Barcelona), que se dejara el pelo largo para poder distingurilo mejor en los partidos. La melena de 'Cucu' (como se le conoce) es uno de sus signos de identidad. La imagen nos recuerda a Carles Puyol (uno de sus referentes). Cucurella es una de las revelaciones del campeonato español. Un futbolista con una energía por encima de lo normal. Un chaval que cuenta los días para que su novia (Claudia) dé a luz a un niño. Le tocará tener destreza con los biberones.

'Cucu' todavía no ha perdido la esperanza de triunfar en el Barcelona, pero hasta que llegue ese día en el que tenga sitio su decisión es la de buscarse la vida en otros frentes. El chico es intrépido y tiene coraje. Eibar y Getafe son dos clubes familiares (algo que pone en valor), pero no te permiten ser un pecho frío. Con entrenadres como Mendilibar y Bordalás hay que llegar al vestuario con calambres en las piernas, sin aliento y mareado del esfuerzo. Con el primero lo bordó en el año que estuvo cedido en el club armero y en Getafe se ha metido al técnico y la afición en el bolsillo. "Bordalás me pide que lo dé todo en el campo y yo lo que intento es escuchar, aprender y vaciarme. Juego donde me pongan. Mi objetivo es seguir creciendo", confiesa.

En el Getafe comentan con admiración y asombro cómo se transforma la personalidad de un chico tímido que tiene "mala leche" cuando se calza las botas. Es muy competitivo y es lo que le hace encajar en la filosofía de Bordalás. Le dicen que se avinagra cuando los partidos cogen un cariz de alta intensidad. Extraño para su familia, que le regaña cuando le ve en televisión que tiene gestos duros o agresivos. Es solo un contraste que se explica por su raza y competitividad. Lo que convenció y enamoró en Eibar y lo que está provocando que sea una de las revelaciones del campeonato español. La polivalencia es otra de las virtudes de Cucurella. Energía, fuerza física y versatilidad. Omnipresente en la banda izquierda. De lateral ha evolucionado a extremo. De defensa a tener una profundidad y una lectura del juego con la que consigue llegar a posiciones de remate.

La especulación del Barça

Es un futbolista moderno. Vertical, veloz y resistente. Con una fuerte personalidad ha conseguido en dos años pasar de jugar de Segunda división B a Primera y competir en la Europa League. Este es el motivo que le llevó al equipo de Bordalás, aunque tampoco puso mucho de su parte Ernesto Valverde para quedárselo. Ante la duda, 'Cucu' hizo las maletas y a Getafe. Para jugar en un equipo en el que su entrenador depositaba su confianza, con altísima exigencia física y el caramelo de Europa. El club que preside Ángel Torres pagó 4 millones de euros por la cesión y tiene una opción de compra por 6 millones de euros. En el Barcelona han preferido especular con un futbolista que tiene una progresión extraordinaria. No se lo han quedado, aunque se aseguraron un 40% de una posible venta del Getafe. El club azulgrana eligió gastarse 18 millones de euros en Junior Firpo.

Cucurella se negó a perder el tiempo en el Barcelona como está sucediendo con su amigo Carles Aleñá. Es feliz en el Getafe. Lleva una vida familiar con su novia a la espera de ser padres. De él destacan que es un chico espabilado y maduro. Uno de sus mejores amigos en el vestuario es el uruguayo Damián. Un jugador etiquetado de violento y antideportivo en los partidos. Esa mala fama no le corresponde, según ha decubierto 'Cucu', cuando ve a un compañero que se vuelca con él y con el que es fácil llevarse por su carácter alegre y generoso con la plantilla. Marc Cucurella no quería estancarse en el Barcelona y está cumpliendo sus objetivos. Fue indiscutible en el Eibar de Mendilibar, evolucionó como jugador más ofensivo sin perder el sentido defensivo, enamoró a Bordalás (le convenció en una larguísima conversación telefónica) y disfruta en la Selección española Sub-21.

El seleccionador, Luis de la Fuente, comenta que es un valor seguro. En Montenegro, el pasado miércoles (coincidió con el debut de Ansu Fati), marcó un gol y se lo dedicó a su novia y su futuro hijo. Marc Cucurella juega este sábado su primer derbi contra el Leganés. Rivalidad y chispas. Lo que encanta a Cucurella.

El éxito es para quien es valiente, no tiene fronteras y le pone pasión a la vida. Se llega a través del trabajo y explotando las mejores virtudes. Por este camino anda el joven Marc Cucurella (21 años) desde que decidió que no quería ser suplente en el Barcelona (estar a la sombra de Jordi Alba) y se buscó la vida en el Eibar, primero, y el Getafe, después. Le va de maravillas al chico de Patricia. La madre le pidió, cuando era un alevín y jugaba en el equipo del pueblo (Alella, a 18 kilometros de Barcelona), que se dejara el pelo largo para poder distingurilo mejor en los partidos. La melena de 'Cucu' (como se le conoce) es uno de sus signos de identidad. La imagen nos recuerda a Carles Puyol (uno de sus referentes). Cucurella es una de las revelaciones del campeonato español. Un futbolista con una energía por encima de lo normal. Un chaval que cuenta los días para que su novia (Claudia) dé a luz a un niño. Le tocará tener destreza con los biberones.

Jordi Alba Carles Puyol
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