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El choque (de manos) de James a Zidane y la petición al Real Madrid
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la charla entre el técnico y el colombiano

El choque (de manos) de James a Zidane y la petición al Real Madrid

El colombiano recupera la normalidad con Zidane. De su conversación con el técnico trasciende que tiene las puertas abiertas del once en cualquier momento y jugará los minutos que necesite el equipo

Foto: James, durante un partido con el Real Madrid en su primera etapa en el equipo blanco. (EFE)
James, durante un partido con el Real Madrid en su primera etapa en el equipo blanco. (EFE)

Zidane y James se han vuelto a dar la mano. Parece que va a ser verdad que el colombiano está más cerca de quedarse, aunque todavía quedan días hasta el 2 septiembre, fecha de cierre del mercado. Nadie ofrece los 50 millones de euros que pide el Real Madrid por el centrocampista. Así es imposible dar salida a otro de los jugadores que Zinédine Zidane incluyó en la lista de bajas. Ni por Bale ni por James han llegado ofertas por las que Florentino Pérez haya podido cumplir con los planes que tenía el entrenador, y la situación de ambos ha dado un cambio radical. Bale fue titular en el estreno liguero contra el Celta y James celebró los goles con efusividad en el banquillo, dejando una imagen reconfortante, sobre todo, para el presidente. El choque de manos entre Zidane y James, como el saludo del técnico con Bale en el cambio, puede parecer protocolario. Pero se interpreta como un paso más en el acercamiento que tiene el entrenador con ambos jugadores.

A Zidane no le queda más remedio que contar con estos dos jugadores, que dan muestras en los entrenamientos de estar en buena forma física y tienen una buena actitud. Se han quedado, en diferentes ocasiones, fuera de los ensayos tácticos. Ningún reproche. Zidane no los tenía apartados. Trabajaba con los futbolistas que estaban en la idea de su proyecto a la espera de que hubiera avances en las salidas y más incorporaciones. El fichaje de Paul Pogba no llega, se complica y se empieza a dar por imposible. Si no hay un movimiento sorprendente en los últimos días del mercado, un milagro, se deja para otra ocasión. En este escenario y con las lesiones de Marco Asensio y Eden Hazard, se ha ido imponiendo la lógica. Hay que contar con Bale y James como unos integrantes más de la plantilla. El galés destacó en Balaídos. Falta por ver cuándo le toca a James.

placeholder Bale, junto a Zidane, en Vigo. (EFE)
Bale, junto a Zidane, en Vigo. (EFE)

El colombiano recupera la normalidad con Zidane. De su conversación con el entrenador trasciende que tiene las puertas abiertas para entrar en el once en cualquier momento o jugar los minutos cuando lo necesite el equipo. Zidane ha sido claro con James. Le quiere en forma, motivado y comprometido. No hay dudas de que por su experiencia (28 años) y calidad es de los que pueden marcar las diferencias. James pide esa segunda oportunidad para sentir, de nuevo, que está en un equipo en el que es útil, al que ya está adaptado y del que conoce las exigencias.

Las viejas rencillas

La conversación entre Zidane y James ha sido productiva. Si no ha salido y no llega esa oferta que convenza a todas las partes, lo mejor es olvidar viejas rencillas o capítulos de desencuentros. Fue Zidane el que pidió al club que se deshiciera del colombiano. No le sentó nada bien al 'cafetero' verse en una operación de cesión al Bayern de Múnich y quedar señalado. James está convencido de que tiene nivel para jugar en el Real Madrid. Ganarse a Zidane es otra historia. Lo que le toca es entrenar fuerte y dejarse la piel cada día. Es lo que ha demostrado en las tres semanas que lleva entrenando en Valdebebas y por lo que ha cambiado la opinión del entrenador. La actitud y el esfuerzo son claves para ganarse a Zidane. "Está en forma", reconoció el entrenador para llevárselo después a Vigo.

La realidad es que a Zidane no le apasiona Neymar tanto como se pueda imaginar, por lo buen jugador que es, para una idea de equipo en la que quiere mucho compromiso defensivo y solidaridad para hacer una estructura sólida. Si no puede llegar Pogba, que es lo que reclama y necesita, da por cerrada la plantilla con Bale y James. Mucho tiene que cambiar de opinión para encontrar otro centrocampista que no sea Pogba. Conoce a James, y le puede valer que tanto él como Bale estén con ánimo de revancha para ser protagonistas y competitivos.

Las lesiones también benefician las opciones de que James se quede definitivamente en el Real Madrid. La última es la de Brahim Díaz. El joven jugador sufre una lesión muscular en el recto anterior derecho y estará de baja un mes. Mala suerte para un chico que no ha podido hacer pretemporada por otro contratiempo que sufrió a mediados de julio en Montreal. Brahim se une a los lesionados Asensio, Hazard, Rodrygo y Mendy. De las bajas se puede aprovechar James, que espera jugar sus primeros minutos de la temporada en el partido de este sábado contra el Valladolid en el Bernabéu. Modric está sancionado y el colombiano está como loco por que Zidane le dé la ocasión de pisar el césped. En el club también hay expectación. No es un jugador cualquiera. James costó 80 millones de euros y se percibe, en cada encuesta, que es un futbolista que tiene tirón entre los aficionados.

Zidane y James se han vuelto a dar la mano. Parece que va a ser verdad que el colombiano está más cerca de quedarse, aunque todavía quedan días hasta el 2 septiembre, fecha de cierre del mercado. Nadie ofrece los 50 millones de euros que pide el Real Madrid por el centrocampista. Así es imposible dar salida a otro de los jugadores que Zinédine Zidane incluyó en la lista de bajas. Ni por Bale ni por James han llegado ofertas por las que Florentino Pérez haya podido cumplir con los planes que tenía el entrenador, y la situación de ambos ha dado un cambio radical. Bale fue titular en el estreno liguero contra el Celta y James celebró los goles con efusividad en el banquillo, dejando una imagen reconfortante, sobre todo, para el presidente. El choque de manos entre Zidane y James, como el saludo del técnico con Bale en el cambio, puede parecer protocolario. Pero se interpreta como un paso más en el acercamiento que tiene el entrenador con ambos jugadores.

Zinédine Zidane Eden Hazard
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