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El dramático dilema de Nolito con su 'corazón partío' (y su gran sueldo)
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se debate entre sevilla y celta de vigo

El dramático dilema de Nolito con su 'corazón partío' (y su gran sueldo)

¿Sevilla o Celta? Nolito vive este verano con la incertidumbre de si permanecerá en la ciudad hispalense o si regresará a Vigo, donde le esperaría con los brazos abiertos Iago Aspas

Foto: Nolito marcó uno gol en el amistoso que enfrentó al Liverpool y al Sevilla en Boston (Estados Unidos) hace unas semanas. (EFE)
Nolito marcó uno gol en el amistoso que enfrentó al Liverpool y al Sevilla en Boston (Estados Unidos) hace unas semanas. (EFE)

Manuel Agudo Durán, Nolito (Sanlúcar de Barrameda, 1986), ha encontrado a estas alturas el paquete de los duendes que hace ya muchos meses se le escapó y lo dejó medio fundido. Ahora, de blanco sevillista y en pleno hervor de la pretemporada, vuelve a encontrarlo con lazo de seda. Es el máximo goleador del Sevilla y uno de sus jugadores más destacados. Y eso que comenzó con la etiqueta de descarte. En Vigo olieron la sangre y se tiraron a por él para un rescate de oro. Y ahora, el delantero dice que tiene el 'corazón partío', pues se le plantea un dramático dilema: ¿Sevilla o Celta?

En Vigo, Nolito vivió sus años más felices. Estuvo tres temporadas, hizo muchos goles y alcanzó la internacionalidad. El Manchester City de Pep Guardiola se lanzó a por él y lo fichó, pero el gas se le fue a Nolito a las pocas semanas. Entre las nubes eternas de Manchester, el idioma y la voluble confianza de Pep en sus cualidades, Nolito ya pensó en volar del norte de Inglaterra. Con su retranca marismeña, Nolito confesó en los medios del Sevilla FC: "Allí (en Manchester) a las cuatro y cuarto ya era de noche, había que tomar vitamina D para no tener la cara blanca. Te tomabas un café y ya era de noche".

En la temporada 17/18, el Sevilla rescató a Nolito de aquella desesperación inglesa previo pago de 8 millones de euros, a pagar en tres años (todavía quedan pendientes 2,5). De mujer sevillana, con casa recién comprada en la que considera su ciudad, 'Nolo' vio el cielo despejado y su futuro rojiblanco. Firmó por tres temporadas a sueldo de primer espada: 4,8 millones brutos. Pero al de Sanlúcar le costó entrar, el año que se tiró mirando las paredes en el City le pasó factura y ni el juego ni el gol buscaron al futbolista, que vio discurrir una temporada para el olvido. El último año tampoco le lució la matrícula, y cuando parecía que olía a gol, una fractura de peroné le condenó a tres meses de ostracismo.

Foto: José María Gutiérrez 'Guti'. (EFE)

Señalado y venerado

Con la llegada de Monchi y el aterrizaje de Julen Lopetegui, el Sevilla encaró una nueva revolución en su plantel y Nolito sale en todas las quinielas con el cartel de señalado. Su caso resulta como mínimo curioso: la afición sevillista venera a Nolito, porque vio que sus piernas definían un balón cuadrado por tanto desacierto, pero la grada, que es agradecida, no dejó de animarle por las ganas y los chorreones de sudor que destilaba su camiseta. El fútbol, sin embargo, deja el corazón siempre de lado y se aferra a los números, y las cifras del sanluqueño andaban en la enfermería.

Un Celta crecido con los fichajes del verano (regreso de Santi Mina y Denis Suárez) olisqueó la oportunidad de mercado que se le ofrecía y llamó a Nolito. Dicen que el jugador está conforme con la propuesta céltica: dos temporadas (con opción a una tercera) y sin rebaja del sueldo. Con esas, los celestes llamaron a Monchi y la respuesta del mago sevillista fue categórica: "No regalaremos a nadie". El Celta, que sabe que el sevillista termina contrato en junio del 2020, quiere ficharlo sin pagar un euro. El Sevilla pide 4 millones, de los cuales 2,5 irán a parar a las arcas del City. Los vigueses se niegan al pago. Esperan.

Y Nolito, entre tanto dime y contesta, se ha erigido en una de las revelaciones del Sevilla en la pretemporada y hace que Lopetegui, sin decidir todavía, tras el 'hat-trick' firmado por el jugador el pasado domingo en Alemania, declare: "Nolito está trabajando muy bien desde el principio. La verdad es que estamos muy contentos con él".

placeholder Nolito jugó tres temporadas en el Celta y marcó 39 goles. (EFE)
Nolito jugó tres temporadas en el Celta y marcó 39 goles. (EFE)

El teléfono caliente de Vigo

El de Sanlúcar tiene el teléfono caliente porque no deja de recibir llamadas de Vigo, de sus amigos Iago Aspas, Hugo Mallo y Sergio Ávarez, también de los técnicos del club, que le prometen que tienen un hueco en el equipo y, por supuesto, una taquilla preparada para que vuelva a fulminar porterías y arrancar sonrisas. Nolito les dice que sí, que quiere ir, pero también quiere quedarse, porque en Sevilla tiene una espina y él busca revancha. Dicen que la bola está de la mano del Celta, que si quiere a Nolito, que sea de verdad y pague y no vaya de farol.

El jugador no dice nada en público, pero sus amigos saben que está en un debate que le corroe por dentro. En el vestuario sevillista es una de las alegrías, el eterno ponemotes: A Ben Yedder le puso 'La tortuga asesina'; a Pablo Sarabia, 'Caramiel'; a Roque Mesa, 'Roqueteibol'. Y así muchos. Alegre y con cierta fama de tacañón, alguno recuerda todavía cómo, en un semáforo en rojo, un africano le vendió un paquete de pañuelos de papel y el futbolista le dio dos euros y cuando el vendedor se iba ufano con su moneda en el bolsillo, escuchó a sus espaldas: "“Eh, quillo, dame el cambio".

Nolito es un futbolista que no pasa indiferente y deja huella. Que le pregunten, si no, a David Silva, uno de sus mejores amigos, al que llamaba 'Rata del agua', un tipo que le dio calor en la selección y en el City, "un fenómeno, uno de esos amigos que te deja el fútbol". Y en Sevilla también anda otro de los suyos, Jesús Navas. Como en Vigo, que son todo oídos. Que le pregunten a Iago y a Hugo, que le tienen en el mar de las dudas y el corazón partío.

Manuel Agudo Durán, Nolito (Sanlúcar de Barrameda, 1986), ha encontrado a estas alturas el paquete de los duendes que hace ya muchos meses se le escapó y lo dejó medio fundido. Ahora, de blanco sevillista y en pleno hervor de la pretemporada, vuelve a encontrarlo con lazo de seda. Es el máximo goleador del Sevilla y uno de sus jugadores más destacados. Y eso que comenzó con la etiqueta de descarte. En Vigo olieron la sangre y se tiraron a por él para un rescate de oro. Y ahora, el delantero dice que tiene el 'corazón partío', pues se le plantea un dramático dilema: ¿Sevilla o Celta?

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