El Betis abraza el 'método Monchi' para enterrar el mito de Serra Ferrer

En las entrañas del Real Betis Balompié todavía se escucha ruido de sables de una batalla que comenzó en invierno pasado y llegó a su máxima intensidad hace algunas semanas, cuando se oficializó la salida de Lorenzo Serra Ferrer, el mito de la centenaria entidad, que se fue en pleno día y con la promesa entre dientes de regresar a Heliópolis con los cuchillos afilados. La dirigencia bética sigue en las almenas y tiene muy claro que se apunta al 'método Monchi'. O sea, lanzar de cabeza al club verdiblanco hacia las nuevas tecnologías. Una respuesta contundente para enterrar el mito de Serra Ferrer, que duele e indigesta.

Comprar bueno, barato y, a ser posible, bonito, para después, tras pulir y abrillantar, vender caro y sacar una considerable plusvalía. Ese es el camino para crecer, no hay otro. Así de claro lo tienen Ángel Haro y José Miguel López Catalán, presidente y vicepresidente del Betis, respectivamente, que andan en la tarea. Pau López aterrizó en Heliópolis a coste cero y fue traspasado a la Roma por 24 millones, más la condonación de una deuda pendiente con los romanistas por el delantero Sanabria, ya fuera del club, de unos seis millones de euros. En la rampa de salida también se encuentran, el canterano Junior (valorado en unos 30 millones y objetivo del Barcelona) y el argentino Lo Celso, en el punto de mira del Tottenham, al que el Betis quiere traspasar por no menos de 50 millones (costó 24) para sacarle una plusvalía de 25 millones, mínimo.

Vender (bien) para crecer, esa es la norma hecha ley en la casa heliopolitana, y para crecer fuerte hay que comprar con tino y la certeza de un francotirador experto. Para ello, utilizar las mejores tecnologías (el 'big data') que aseguren buenas presas y un margen mínimo de errores. Pesa la experiencia del último mercado invernal, con el sainete vivido en las oficinas de la dirección deportiva: venta del goleador Sanabria, fallido fichaje del polaco Milik (Nápoles), llegadas de último momento de Diego Laínez y Jesé, con goles bajo mínimos. Dicen sin decirlo (al menos en público) que, tras el tiro al agua por Milik, Haro y Catalán le preguntaron a Serra Ferrer por alternativas goleadoras al polaco y el director deportivo se quedó en blanco.

Aquella tormenta en las oficinas del Betis desembocó en huracán, que se llevó primero al entrenador Quique Setién y luego a Serra Ferrer.

H&C, tecnología punta en verdiblanco

Haro y Catalán (o H&C, en jerga bética), empresarios y expertos en tecnología punta, barruntaron durante la primavera un cambio radical en la dirección deportiva del Real Betis. Un cambio sin vuelta atrás. Desde siempre pensaron que la clave de los éxitos del Sevilla, el íntimamente odiado vecino, tenía apellido: Monchi. Su método. Acostumbrados a nadar en aguas revueltas de la competencia, los empresarios que timonean al viejo Betis decidieron lanzarse a buscar los hilos de oro para hacer un cesto ganador.

Dirigieron la mirada hacia Valladolid, donde trabaja tiene a Miguel Ángel Gómez, un hombre que durante años fue la mano derecha de Monchi en el Sevilla y que en el club blanquivioleta ha realizado un trabajo enorme con presupuesto muy bajo. Los verdiblancos pensaron en fichar a Gómez, pero frenaron porque el pedigrí sevillista de este era muy evidente. Pero se trajeron de Valladolid a dos auténticos pata negra: Ángel Luis Catalina y Jesús Sánchez, ayudantes de Gómez en Pucela que años atrás fueron parte de la camada Monchi en el Sevilla.

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Darío Ojeda

Sabuesos especialistas en 'big data'

Ángel Catalina y Jesús Sánchez (exfutbolista de la casa) son los jefes de 'scouting' del Real Betis. Tabajarán bajo la supervisión de Alexis Trujillo y, en especial, de López Catalán, la mano que lo mueve todo desde hace ya meses. Los que fueran miembros del equipo de sabuesos dirigidos por Monchi ya están acostumbrados a trabajar con tecnología punta y se mueven como peces en el océano dentro del 'big data'. Contarán en el club con un nutrido grupo de expertos y la ayuda de José, el hijo mayor de Catalán, sobresaliente universitario, un virtuoso compulsivo del fútbol (con curso de 'scouting' de fútbol), que fue el que puso en antecedente al padre sobre la existencia de Lo Celso a principios del verano pasado.

Al respecto, una anécdota contrastada: cuando el Betis llevaba semanas trabajando en el fichaje del barcelonista Rafinha y ante la negativa del hispano-brasileño a abandonar el Barça, Catalán se dirigió al grupo de WhatsApp del comité ejecutivo del Betis (dicho comité lo formaban: Haro y Catalán, más Serra Ferrer y el entrenador Setién) sugiriendo el nombre de Lo Celso. "Mi hijo me ha dicho que es del perfil que buscamos".

Con los fichajes del malagueño Juanmi (ex Real Sociedad), Pedraza (Villarreal) y los de Borja Iglesias y Dani Martín, pendientes y a punto de caramelo, jugadores nacionales con pinta para llegar lejos y dejar huella 'big data' en el ADN bético.