El nuevo convenio obliga al Rayo Vallecano a llevar al femenino al estadio dos veces al año

Después de la reunión de las partes, la Comunidad de Madrid y el Rayo Vallecano han llegado a un acuerdo sobre la cesión del estadio de Vallecas: el club madrileño podrá seguir haciendo uso de las instalaciones, propuedad del Ejecutivo regional, durante un periodo de 20 años (con una posible extensión de otros diez), pero el convenio sellado implica novedades para el equipo. Por un lado, el club deberá pagar una tasa anual por el campo de fútbol, por el que llevaba 30 años sin pagar (el acuerdo vigente hasta el mes pasado era de 1989), y entre otras cosas, el Rayo Femenino deberá disputar al menos dos partidos al año en el polémico estadio.

La temporada pasada, la afición solicitó al presidente, Raúl Martín Presa, que permitiera el uso de las instalaciones para el equipo femenino, en concreto el enfrentamiento ante el Betis del pasado 25 de marzo. Sin embargo, el club se negó a esta solicitud, formalizada a través de la Federación de Peñas del Rayo Vallecano y de la Plataforma ADRV, que acoge a diferentes peñas inscritas en el registro. Tras dos semanas sin respuesta, la Plataforma ADRV emitió un comunicado en el que daba por rechazada su petición, a pesar de haber "puesto todo" de su parte "para que saliera adelante" —la afición se ofreció a pagar parte de los gastos de la apertura del estadio— y acusaron a Presa y a la directiva del club de preocuparse "únicamente por el dinero de los derechos televisivos que conllevaría la permanencia del equipo masculino".

Según el nuevo convenio, que el femenino dispute dos partidos en el estadio de Vallecas es una de las "contraprestaciones" que ha exigido la Comunidad de Madrid, en relación al "fomento del fútbol femenino". "Anualmente se celebrarán al menos dos partidos del primer equipo femenino del Rayo Vallecano en el estadio, así como un partido de carácter solidario vinculado al deporte adaptado e inclusivo", señala la Comunidad de Madrid en un comunicado.

El Rayo Femenino fichó esta misma semana a la catalana Jessica Rodríguez como nueva entrenadora, después de que Irene Ferreras abandonara el club a final de temporada. Ahora entrenadora del Valencia CF Femenino, Ferreras desechó la oferta de renovación del club, y parte de la afición considera que su decisión fue "un tema de dignidad". La catalana, con experiencia en Japón, Estados Unidos y Dinamarca, ha estado en la escuela de fútbol base del Espanyol hasta que en 2012 se marchó a Japón para dirigir el Kosel Koko Hachinohe de la Primera División masculina. Después fue responsable en la región Northem Hachinose de la federación nipona y también estuvo en el Hachinohe Gakuin en la Primera femenina. Las últimas temporadas ha estado en el Seattel de Estados Unidos y en el B93 de Dinamarca.