La intranquilidad de José Mourinho por no recibir una oferta que le saque del paro

A sus 56 años le está costando encontrar trabajo en un banquillo. José Mourinho sigue en el paro y van pasando las oportunidades que esperaba que llegaran cuando se pusieran en marcha los diferentes proyectos, principalmente en Italia e Inglaterra. Tiene ganas y su representante, Jorge Mendes, se mueve para que vuelvan a confiar en el que es uno de los entrenadores más carismáticos. Pero no acaba de salirle nada, pese a su experiencia y motivación porque el técnico portugués no para de repetir que su método no está caducado. Algo sucede con ‘The Special One’ cuando desde el 18 de diciembre del año pasado fue despedido por el Manchester United y ha entrado en una crisis. Ningún club o Federación parece atreverse a apostar y confiar por un entrenador de fuerte personalidad, que ha manejado vestuarios como los del Chelsea, Inter, Real Madrid, Manchester United… Sus críticos hablan de un entrenador que está obsoleto.

Mourinho sigue a la espera de que llegue esa propuesta para demostrar que puede liderar un proyecto y hacerlo ganador. La llamada del Real Madrid no se produjo cuando Solari estaba en la cuerda floja. Florentino consiguió convencer a Zidane para que regresara. Entre sus preferencias está coger el banquillo de un equipo italiano o inglés. Pero se están agotando las opciones. En Italia se convirtió en un ídolo cuando consiguió ganarlo todo con el Inter de Milán. Después de la Champions, en 2010, ganada en el Bernabéu se subió al coche de Florentino Pérez y cerró su fichaje por el Real Madrid. Fue un jarro de agua fría para el fútbol italiano. Esperaban su regreso. Y cuando Mourinho ha querido volver se encuentra ahora que no le quieren.

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Italia era su principal objetivo y se queda con pocas opciones, por no decir ninguna, de regresar a este país que le veneraba. Sobre todo los aficionados del Inter de Milán. Cuando parecía que era el principal candidato para volver a este banquillo, en el club han apostado por Antonio Conte. El nombre de Mourinho ha estado sobrevolando más clubes italianos. La marcha de Massimiliano Allegri de la Juventus le abría las puertas. No ha podido ser. La ‘Vecchia Signora’ ha preferido al campeón de la Europa League con el Chelsea. A otro italiano, Maurizio Sarri. Fue uno de los candidatos a liderar la reconstrucción que quiere hacer la Roma tras la salida de Monchi como director deportivo. Pero el club romano se ha decantado por otro portugués: Paulo Fonseca. Ha esperado, incluso, a ver qué sucedía con el Milan y el elegido ha sido Marco Giampaolo.

Pendiente del Newcastle

Demasiadas puertas cerradas para un entrenador que se niega a cogerse un año sabático. Para Mourinho pasa el tiempo y quedan menos oportunidades. Está a la espera de un nuevo movimiento con el despido de Rafa Benítez. El Newcastle no ha llegado a un acuerdo de renovación con el técnico español y ex entrenador del Real Madrid y entre los tres nombres que maneja se encuentran Mikel Arteta (ayudante de Guardiola en el Manchester City), Garry Monk (manager del Birmingham City) y Mourinho. El Newcastle podría ser una buena opción para empezar un nuevo proyecto en un club que está en venta y puede cambiar de propietarios. Los representantes de su Alteza Sheikh Khaled Bin Zayed Al Nahyan están negociando la compra con el actual propietario, Mike Ashley. Jorge Mendes podría utilizar sus contactos para poner a Mourinho al frente de un nuevo proyecto con mucho dinero.

Si no saliera ninguna oferta en un club, tendría que replantearse la posibilidad de elegir el proyecto de una Selección. Algo que no está en sus planes iniciales, pero ‘Mou’ no quiere seguir en el paro. La desesperación por no encontrar un banquillo, le obligan a pensar que tiene que coger una de esas ofertas de algunas de las Federaciones que sí le quieren. No es precisamente la de Portugal, que se encuentra en su mejor momento con los triunfos del seleccionador Fernando Santos en la Eurocopa y la Liga de Naciones. El futuro de Mourinho es una incógnita. Un entrenador laureado sobre el que pesa la idea de que se ha quedado anticuado. Quiere demostrar que no es así y volver a ser protagonista.