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El vídeo de Bale en el Real Madrid que no veremos en su despedida
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la gestión del final del galés

El vídeo de Bale en el Real Madrid que no veremos en su despedida

Lo que daría el Real Madrid para que Bale les dijera que tiene una oferta y después, si quiere y puede, grabara un vídeo de despedida. Lo antes posible. Al estilo de Griezmann

Foto: Gareth Bale durante unos ejercicios de calentamiento en el Bernabéu. (Reuters)
Gareth Bale durante unos ejercicios de calentamiento en el Bernabéu. (Reuters)

Veremos otro tipo de vídeo. El que quieren emitir cuanto antes en el Real Madrid es el del fichaje de Eden Hazard. El de la ilusión y el futuro. El de Bale será pasado. Con sus mejores golazos y carreras explosivas. Lo que daría el Real Madrid para que Gareth Bale les dijera que tiene una oferta y después, si quiere y puede, grabara un vídeo de despedida. Lo antes posible. Al estilo de lo que ha sucedido con Antoine Griezmann. Pero no tiene visos de producirse. Ninguna de las dos cosas. Ni Bale se va a despedir con un vídeo porque le cuesta hablar en castellano ni tiene una oferta con la que el Real Madrid pueda ponerle en el mercado y pedir más de 100 millones de euros. Desprenderse de él va a ser como emancipar a un hijo vago. Bale no es Griezmann en términos de cotización. Se ha devaluado, de forma sorprendente, en el año sin Cristiano Ronaldo. El Madrid tiene un problema que le dará lata.

Nadie puede poner en duda que el galés es un futbolista con unas cualidades excepcionales –cuando está sano–, pero está marcado por el rechazo de Zinédine Zidane. Si el entrenador del Real Madrid no lo ve para su proyecto y no lo quiso en el once en las finales de Champions ante la Juventus y el Liverpool, es que algo no funciona, y trasciende lo deportivo. De sobra es conocido que el galés es un claro caso de futbolista inadaptado. Caso diferente al de Griezmann, titular indiscutible en el Atlético de Madrid, fijo para Simeone y fácil de encajar en un grupo porque se relaciona con los compañeros.

Foto: Robert Moreno, segundo de Luis Enique, junto a Molina, director deportivo de la Federación, en la reda de prensa. (Efe)

¿Cómo se va a despedir Bale del Bernabéu si él no quiere irse del Real Madrid y no hay un equipo que esté como loco por ficharle? La gestión del asunto Bale puede acabar en que tengan que regalarle, y eso a Florentino Pérez no le hace ninguna gracia. Ya padeció bastante el presidente cuando accedió a vender a Cristiano Ronaldo por 100 millones de euros y se le criticó porque unos pensaban que tenía que haber pedido los 1.000 millones de euros de la cláusula rescisión. Este asunto era espinoso. Cristiano, como Griezmann, necesitaba otros desafíos. Aunque la realidad es que tenía celos de Messi y Neymar porque ganaban más que él, le tocó en su orgullo la denuncia de Hacienda y no encontró el suficiente apoyo de Florentino. Se marchó a Italia por despecho. Al menos trajo los 100 millones de euros. Bale no trae nada. Ni dinero ni tampoco se da por aludido con que Zidane no le quiere. El caché del galés no debería estar tan bajo como para que creer que no hay nadie llamando a la puerta del Bernabéu.

Un bulto en el Madrid

Zidane tiene que decidir si conviene que Bale juegue este domingo contra el Betis y dispute su último partido en el Bernabéu… por si acaso sale por las buenas. Difícil si nos atenemos al pulso que tiene con su agente, Jonathan Barnett. Ha dejado fuera de la convocatoria al galés en los dos últimos partidos y no tendría por qué cambiar de criterio porque su intención es presionarle para que haga las maletas. Si se quiere quedar y lo consigue, tendría dificultades para jugar. Otra cosa es que merezca jugar este último partido. Es un futbolista que ha sido clave en diferentes finales, aunque su rendimiento general haya sido reprochable por su apatía, irregularidad y lesiones. Pero ha dejado goles para la historia del club que más Champions tiene.

placeholder Bale no entra en los planes de Zidane. (EFE)
Bale no entra en los planes de Zidane. (EFE)

Bale no se puede quedar para hacer bulto en el Real Madrid. Antoine Griezmann sí que se lo ha puesto fácil al Atleti. Libera un sueldo de 23 millones de euros netos,y dejará en caja otros 120. Gil Marín se quita una hipoteca y Simeone volverá a los orígenes del 'cholismo'. Encima el francés ha grabado un vídeo con el objetivo de dar las gracias y lo que parece es que está castigado contra la pared. Todo esto no es posible con el galés, del que se desconoce cómo y por cuánto puede salir del Real Madrid. Lo del vídeo ya sería la bomba, cuando a Bale no se le ve por la zona de entrevistas después de los partidos desde hace tiempos remotos.

[La prepotencia de Cristiano Ronaldo le juega una mala pasada]

Lo extraño en el caso de Bale es que será el Madrid el que parece que tendrá que buscarle un destino e, incluso, flexibilizar las condiciones económicas. Lo raro en el tema Griezmann es por qué se despide ya cuando sigue costando 200 millones de euros. Lo suyo sería pedir esta cantidad y no esperar a los 120. El francés tiene detrás al Barcelona esperando a que escampe el temporal de la decepción por la eliminación en la Champions contra el Liverpool, pase la final de la Copa del Rey y llegue el 1 de julio para que el precio sea de 120 millones de euros. Bartomeu tiene más obstáculos que salvar para que Griezmann no entre por la puerta de atrás en el Camp Nou. Tiene que convencer a esos aficionados que sienten que el francés jugó con sus sentimientos y se equivocó con el documental de hace un año y capear las críticas de personas con opinión relevante que no le quieren (Laporta, Rexach) Pero el tiempo lo cura todo. Con Bale, el verano puede hacerse largo.

Veremos otro tipo de vídeo. El que quieren emitir cuanto antes en el Real Madrid es el del fichaje de Eden Hazard. El de la ilusión y el futuro. El de Bale será pasado. Con sus mejores golazos y carreras explosivas. Lo que daría el Real Madrid para que Gareth Bale les dijera que tiene una oferta y después, si quiere y puede, grabara un vídeo de despedida. Lo antes posible. Al estilo de lo que ha sucedido con Antoine Griezmann. Pero no tiene visos de producirse. Ninguna de las dos cosas. Ni Bale se va a despedir con un vídeo porque le cuesta hablar en castellano ni tiene una oferta con la que el Real Madrid pueda ponerle en el mercado y pedir más de 100 millones de euros. Desprenderse de él va a ser como emancipar a un hijo vago. Bale no es Griezmann en términos de cotización. Se ha devaluado, de forma sorprendente, en el año sin Cristiano Ronaldo. El Madrid tiene un problema que le dará lata.

Gareth Bale Zinédine Zidane
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