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La mano de Serra Ferrer mece la cuna del Betis o por qué es tan difícil despedirle
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La mano de Serra Ferrer mece la cuna del Betis o por qué es tan difícil despedirle

La oposición a la actual directiva del Betis podría vertebrarse alrededor del balear acumulando un 25,7% de las acciones frente al casi 30 que reunirían Haro y López Catalán

Foto: Serra Ferrer, en una imagen de archivo. (Cordon Press)
Serra Ferrer, en una imagen de archivo. (Cordon Press)

El Betis vive un final de temporada complicado. Después de crecer como equipo y clasificarse para Europa, el equipo de Quique Setién se ha desinflado justo el año en el que la plantilla ha crecido exponencialmente tanto en profundidad como en masa salarial. Este Betis parece que terminará el curso en tierra de nadie, aunque aún tiene una remota opción de meterse en Europa.

Esta situación ha provocado las protestas airadas del beticismo, cansado de ver a su equipo naufragar con la pelota en los pies por los groseros errores que comete en el área. Tanto en la propia como en la contraria. Y ante situación, una parte de la directiva ha señalado al director deportivo, Lorenzo Serra Ferrer, como principal culpable del fiasco.

Pero Serra Ferrer pasa por ser mucho más que el director deportivo del Betis. Es un hombre con tremendo poder dentro y fuera del club y una figura con enorme ascendencia en la masa social verdiblanca. En un primer momento se habló de un posible despido del balear como consecuencia de este desastroso final de temporada, pero esa medida parece haber sido desechada dentro de la directiva porque el tema Serra Ferrer es sumamente sensible.

placeholder Quique Seitén ha recibido muchas críticas esta temporada por el juego del equipo. (EFE)
Quique Seitén ha recibido muchas críticas esta temporada por el juego del equipo. (EFE)

El mallorquín es propietario de casi un 1 % de las acciones del Betis, y su posible salida se ve en diferentes entornos del beticismo como una posible solución para vertebrar a todos los accionistas que se han colocado enfrente de la directiva que lidera Ángel Haro junto a López Catalán. Estos dos directivos reúnen una cifra de acciones que supera por muy poco el 19 % del total.

Pero enfrente se encuentran con un grupo hipotético de oposición que podría alcanzar el 25,7 % de las acciones en el caso de contar con Serra Ferrer, si se suma a ellos tras su posible salida. En este grupo aparecerían el abogado Manuel Castaño, con un 7,5 % de las acciones; la plataforma Béticos por el Villamarín, que cuenta con el 7,2% de Hugo Galera; la aportación de Juan Salas Tirado y su hijo Rafael (2,5 %); y el 1,8 % de la familia Romero. Además, podría sumarse Caro Ledesma, que acumula hasta un 4 %, y luego está la familia Morales (0,9) y el expresidente Manuel Ruiz de Lopera, que aún mantiene un 0,9 %. Todos ellos sumarían un 24,8 % de las acciones, que sumados al 0,9 % de Serra Ferrer alcanzarían un 25,7 % en total.

Foto: Neymar

Enfrente aparecen el presidente Ángel Haro y el vicepresidente López Catalán, que suman un 19% de las acciones. Junto a ellos, un grupo que reúne al expresidente bético Gerard Martínez Retamero; el exfutbolista Gabriel Humberto Calderón, cuyo hijo es el director del área deportiva de la Fundación RBB; el futbolista Joaquín, que posee el 1,5 % de las acciones; Ramón Alarcón Rubiales; y el grupo que lidera Miguel Espina. Todos ellos acumularían alrededor del 30 % del accionariado y existe otro paquete de accionistas minoritarios que suman del 15 al 20 % del total. Ahí es donde se libraría la batalla por el poder y donde la presencia de Serra Ferrer, que de momento aporta su 0,9 % de acciones a Haro y López Catalán, podría desequilibrar la balanza.

Aún no ha habido una sentada de estos accionistas, pero se han producido numerosas llamadas cruzadas entre ellos y hay negociaciones abiertas entre alguno para estudiar el panorama y posibles iniciativas una vez finalice la temporada. La decisión que se tome sobre el futuro de Serra Ferrer parece fundamental porque podría precipitar esa vertebración de la oposición bética en torno a la figura del mallorquín, que fue reclutado por Haro y López Catalán después de concurrir con anterioridad en otra candidatura a las elecciones.

placeholder Ángel Haro es el presidente del Real Betis desde febrero de 2016. (EFE)
Ángel Haro es el presidente del Real Betis desde febrero de 2016. (EFE)

Desde la oposición se pone el foco en dos aspectos. El primero es el presupuesto de esta temporada, que inicialmente era de 126 millones, pero tras la junta de accionistas recibió una inyección de 14 millones más. Por lo tanto, se trata de un presupuesto de 140 millones de euros, el mayor de la historia del club. La segunda es el hecho de que los equipos inferiores del Betis han sido superadas por las del Sevilla en todas la categorías. Un hecho inadmisible para la oposición y una circunstancia que no se había producido nunca. Al mando de la cantera del Betis se encuentra desde marzo Miguel Calzado, ex del Sevilla y del Málaga y un hombre de la directiva, en lugar del favorito de Serra Ferrer, Pep Alomar.

Mientras todo esto ocurre, las quinielas sobre el banquillo bético colocan a Abelardo como favorito si Serra Ferrer sigue en la dirección deportiva. Como informó El Confidencial el pasado 22 de abril, el club verdiblanco preguntó al Real Madrid por la situación de Santiago Solari, aunque la ruptura de negociaciones entre el Alavés y Abelardo acercan al asturiano al Villamarín. Según ha podido saber El Confidencial, en los últimos días se produjeron contactos desde el club con Julen Lopetegui, que se acercó hasta Ipurua el pasado fin de semana para ver el partido entre los verdiblancos y el Eibar.

Restan dos jornadas y el ambiente en el Betis está muy caldeado. Resta saber si le tiembla la mano a Ángel Haro, del que se dice en los pasillos del club que está muy cansado de estas batallas internas. Si aguanta en su cargo a Serra Ferrer, podría entenderse como una maniobra para no encender la mecha de la oposición. Si finalmente decide prescindir de sus servicios, el balear podría convertirse en el mascarón de proa de una opsición que cuenta con más acciones que los actuales dirigentes del club heliopolitano.

El Betis vive un final de temporada complicado. Después de crecer como equipo y clasificarse para Europa, el equipo de Quique Setién se ha desinflado justo el año en el que la plantilla ha crecido exponencialmente tanto en profundidad como en masa salarial. Este Betis parece que terminará el curso en tierra de nadie, aunque aún tiene una remota opción de meterse en Europa.

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