El feo de Real Madrid y Barça a toda España y la solidaridad de Vallecas con Valladolid

"Lo que ha hecho el Rayo Vallecano con las entradas del partido contra el Real Valladolid es lamentable y oportunista". Así de rotundo se mostró Ronaldo Nazario con los precios (entre 50 y 80 euros) que el club madrileño ha puesto a las entradas que mandó a Pucela para el encuentro de este domingo. Un choque en el que los locales ya están descendidos, precisamente como consecuencia directa de la victoria de su rival el pasado domingo, y en cambio los blanquivioletas se juegan la permanencia. Dependen de sí mismos, pero deben ganar en Vallecas y esperar a que el Girona no lo haga en Montilivi ante el Levante. En caso contrario, aún les quedaría la bala del último partido, ante el Valencia.

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Sin embargo, y como afortunadamente en el fútbol aún sigue quedando algo que no se puede comprar con dinero, abonados vallecanos anunciaron a través de las redes sociales que ofrecían su carnet de manera altruista a los hinchas blanquivioletas. "Veo que muchos aficionados del Rayo no están de acuerdo con esta política del incremento del precio y que les dan los carnets a nuestros aficionados", comentó el presidente del Real Valladolid. "Hay gente con mucho corazón que quiere ayudarnos", añadió Ronaldo, sin duda el primero gratamente sorprendido con esta iniciativa que nos invita a pensar que todavía no está todo podrido.

También en respuesta de la política de precios de Martín Presa, el club pucelano se comprometió a fletar todos los autobuses que sean necesarios para los abonados que compren su entrada para estar en Vallecas este domingo animando a su equipo. Tal y como recuerdan desde la capital castellanoleonesa, en la primera vuelta ellos mandaron 800 billetes al Rayo al precio de 35 euros cada uno. Eso sí, el propio Ronaldo quiso separar esta polémica del plano deportivo y mostró su respeto al rival. "En el fútbol no hay que fiarse de nada y hay que jugar esta gran final como debe ser", señaló, en referencia al hecho de que el Rayo ya esté descendido y de que su afición le vaya a ofrecer un buen recibimiento, tal y como, por cierto, sucede habitualmente en Vallecas.

Este ejemplo de solidaridad entre aficionados del Rayo y del Valladolid contrasta con el conflicto entre los clubes más potentes de Europa, agrupados en la Asociación de Clubes Europeos (ECA), y los campeonatos nacionales, encuadrados en la Asociación Europea de Ligas de Fútbol (EPFL). Por más que Javier Tebas asegure mostrarse indiferente ante la postura del Real Madrid y el FC Barcelona frente al resto de los clubes de LaLiga, no cabe duda de un gesto insolidario, además de feo. “En este tema es imposible que haya acuerdo con el Real Madrid”, afirmó el presidente de LaLiga en la reciente reunión celebrada en Madrid y al preguntado por la postura de Florentino Pérez, favorable a la llamada Superliga europea. "En LaLiga estas cosas se deciden por mayoría. LaLiga, como competición, como grupo de 42 clubes, está muy saneada económicamente y no necesita contar con el consentimiento de los grandes clubes", dice Tebas, aunque esto le importa un bledo a Florentino.

Por si no lo sabían, Andrea Agnelli, presidente de la citada ECA, además de presidente de la Juventus, escribió a los clubes de esta asociación para que su presencia en la reunión celebrada en Madrid fuera residual, aunque él sí asistió. "Agnelli habrá venido a comprobar que su carta no ha servido para nada porque han venido todos", declaró Tebas. "El representante del Real Madrid se dio de baja después de la carta de Agnelli, pero los demás han venido", desveló el presidente de LaLiga, dejando evidentemente al Madrid a la altura de betún. "La postura del Real Madrid es pública y conocida, ellos no la dicen públicamente, pero se lee en algunos 'portavoces' extraoficiales del club. Pero no creo que puedan hacer una liga cerrada entre ellos. No me lo creo y no lo pueden hacer porque, hoy por hoy, los grandes clubes dependen económicamente de sus competiciones nacionales".

El lado oscuro del fútbol español

Como puede comprobarse, en el fútbol cada vez hay más contrastes entre que lo fue y lo que ha terminado siendo: un puro negocio. Así, mientras los llamados grandes quieren dejar tirados al resto de clubes de LaLiga, estos aún ofrecen síntomas de seguir vivos gracias a sus aficionados, tal y como ha sucedido en el mencionado caso de los abonados del Rayo Vallecano con los del Real Valladolid, dos clubes modestos, pero igual de dignos que los todopoderosos Real Madrid y Barça, cada vez con más clientes que hacen fotos de los goles, pero con menos hinchas que los celebran. ¿Les sorprende que en muchas partes de España se festeje que uno, otro o, como esta temporada, ambos, caigan eliminados de la Champions? Normal.

Por cierto, Madrid y Barça fueron los únicos clubes de LaLiga que votaron a favor de la propuesta de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) de modificar la Copa del Rey y la Supercopa de España, la primera con un cortafuegos en semifinales y la segunda con formato de 'final four', en enero y, probablemente, en Arabia Saudí. Es decir, que no duden ni un segundo de que Luis Rubiales —y por extensión Aganzo, su sucesor y correveidile al frente del sindicato AFE— están alineados de esta parte que quiere cargarse el campeonato español. La parte oscura del fútbol, por más que Tebas se haya empeñado estos años en parecerse a Darth Vader, un papel que, sin embargo, ya saben quién interpreta en la vida real. Y, no, no me refiero a Rubiales, sino a su 'padre'... y señor suyo.