El hartazgo del jeque del PSG con las críticas en Francia tras gastar 1.500 millones

Ocho años después de desembarcar en el París Saint-Germain, Qatar empieza a hartarse de las continuas críticas que recibe en Francia. Tampoco ayudan los malos resultado del equipo en la Champions League, el gran objetivo de la propiedad, que ha gastado cientos de millones de euros en fichajes para construir una plantilla que lleva tres años seguidos perdiendo en octavos de final.

En Doha existe malestar por el trato que reciben. El presidente del club es Nasser Al-Khelaïfi, pero él solo es la cara visible de la monarquía catarí, encabezada por el emir Tamim bin Hamad Al Thani. El PSG pertenece a Qatar Sports Invesments, el brazo deportivo de Qatar Investment Authority, el fondo soberano catarí. Es el emir el que, en última instancia, tiene la última palabra sobre el PSG.

La mala prensa que recibe en Francia daña su imagen, hasta el punto de que no es descartable una salida del club o una disminución de la inversión, informó este jueves el periódico 'Le Parisien'. Qatar considera injustas las críticas después de haber situado la marca PSG entre las más conocidas del mundo. La identificación del club con el emirato convierte cada fracaso deportivo en un golpe a la imagen de Qatar.

Las críticas provienen también de otros clubes, algo que irrita al PSG porque considera que sin su llegada y su fuerte inversión para fichar a jugadores como Neymar, la LIgue 1 no habría podido firmar un contrato de televisión de más 1.000 millones de euros que beneficia a todos. Según artículo, Qatar defiende su implicación exponiendo que ha pagado más de 1.000 millones de euros en impuestos desde que compró el club en 2011 (solo en la temporada 2017-2018, el club calcula que pagó 193 millones en impuestos). Desde entonces Qatar ha invetido 1.500 millones de euros que no solo han ido destinados a la plantilla, sino también a instalaciones.

La historia del PSG y Qatar confirma que el dinero no lo es todo. En un solo verano gastó 400 millones de euros en Neymar y Mbappé, pero en las dos ediciones siguientes de la Champions el equipo ha caído en octavos de final. En Francia no tiene rival, aunque tenga algún tropiezo sonado como el de la final de Copa, pero eso no basta cuando tienes detrás el poder financiero de uno de los países más ricos del mundo.