La sorpresa en la noche de las elecciones o el millón de euros del Rayo ante el Real Madrid

Al margen del batacazo en las urnas del Partido Popular, la gran sorpresa de la noche de las elecciones generales estuvo en Vallecas. El Rayo Vallecano -último en la clasificación antes de comenzar el partido- ha ganado al Real Madrid por 1-0 con un gol en la primera mitad de Embarba (de penalti). Los temores del equipo franjirrojo, más allá de cómo frenar a los de Zidane, era cómo iban a meter gol si Raúl de Tomás no podía jugar por una cláusula en su contrato. Al final no se le echó de menos.

RDT es un delantero en propiedad del Real Madrid. Un punta al que Zidane conoce de su época en el Castilla (y que le gusta, por cierto). El dominicano está cedido sin opción de compra en el club vallecano y en su contrato se especificó que no podría jugar frente a 'su' Real Madrid salvo que se abonara la cantidad de 1 millón de euros... Paco Jémez le quería en el césped (como todos los rayistas), pero económicamente no era viable esa opción y vio el duelo desde la grada.

[La agonía del Real Madrid en Vallecas]

Al final, el Rayo Vallecano se ahorró ese millón de euros para sumar los tres puntos y quedarse a seis de la salvación. Los franjirrojos ahora son penúltimos, con 31 puntos, a cuatro del Valladolid y a tiro de dos partidos (restan tres jornadas) de tres equipos que también están amenazados con el descenso: Celta, Levante y Girona.

17 años sin un resultado así

El Rayo se llevó el partido por pundonor y porque se notaba que era el único que se jugaba algo esta noche. El Real Madrid tuvo dos ocasiones en la primera mitad, pero no mordió y los jugadores que estaban en el césped fueron superados en intensidad por los locales. Se nota que el club de Chamartín está pero no está...

La última vez que el Rayo Vallecano ganó al Real Madrid fue hace 17 años en Copa del Rey, en la vuelta, cuando ganó por 1-0 con gol de Roberto Peragón (el Madrid se clasificó para una edición que terminó ganando). Y en Liga hay que retroceder más, a 1997, cuando el conjunto merengue estaba dirigido por Fabio Capello.