La nota inflada de Benzema en el Real Madrid (gracias al suspenso de Mariano)

La 'operación delantero' tiene muchas aristas en el Real Madrid. Florentino Pérez y Zidane están en proceso de evaluación para poner nota a los jugadores y decidir quién se ha ganado seguir la próxima temporada. Han conseguido llegar a un acuerdo en la portería: Zidane ha anunciado que la temporada que viene no habrá debate. Courtois es fijo y la sorpresa puede estar en que Luca pase de tercer portero a segundo. En la delantera hay un sobresaliente —Benzema— y un suspenso —Mariano—. El francés registra unos números aceptables —26 goles en todas las competiciones— y sobresale por la dignidad con la que quiere acabar la temporada. Su competencia es Mariano. El futbolista que decidió coger el ‘7’ que dejó Cristiano Ronaldo y, entre lesiones y suplencias, está en dos goles. Zidane no lo convocó para el último partido de Liga contra el Eibar en el Bernabéu.

Los números de Mariano hacen todavía más daño a la errónea planificación deportiva del club en una temporada en la que el diagnóstico que hacen en el vestuario de los jugadores es claro: “Nos ha faltado un goleador”. Esto es lo que dicen varios jugadores sin eludir su responsabilidad individual y colectiva. Entre ellos está Luka Modric. El Balón de Oro, uno de los que han tenido un rendimiento irregular más alarmante, ha echado de menos un finalizador. La figura de ‘cazagoles’ no ha existido, mientras que en el club se hablaba de repartir los 50 tantos de Cristiano Ronaldo. La apuesta ha salido fatal. Lo que han echado en falta los centrocampistas, extremos y laterales es un rematador en los partidos decisivos contra el Barcelona en el Bernabéu y el Ajax en la Champions. Lo que tiene el Barcelona en la figura de Luis Suárez.

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U. S. F.

El suspenso a Mariano está justificado. Como el sobresaliente a Benzema está exagerado. La nota del ‘9’ del Real Madrid se puede inflar dentro de la mediocridad que ha tenido el equipo en el apartado ofensivo. Una calificación alta por una buena racha que llega tarde, jugar con un dedo lesionado, la mano vendada y el amor propio que está poniendo en el césped en un grupo desmotivado. En la nota de Karim Benzema, debería añadirse un apartado que diga: "No ha tenido competencia". Algunos de sus compañeros y, por supuesto, los aficionados habrían firmado el estado dulce que atraviesa el francés en esos días en que se jugaron el pase a la final de Copa contra el Barcelona y la Champions.

El fichaje de un goleador

El error en la planificación ha sido tan evidente como que ahora Zidane tiene que decidir qué hacer con Mariano y elegir quiénes son los delanteros que pueden reforzar la delantera. El equipo perdió pegada, gol en días decisivos e intimidación y agresividad arriba. Con el fichaje de Eden Hazard no va a ser suficiente, y tampoco vale con apostar por darle bola a Vinícius —que también se lo ha ganado, por personalidad e ilusión—. El principal defecto del brasileño es la definición, y lo que demanda la plantilla es un goleador. Lo sabe Zidane de primera mano, y el entrenador está en ese complicado proceso de convencer a Florentino para que le fiche más gol. La necesidad pasa por encontrar refuerzos arriba que ofrezcan garantías y sean de primer nivel.

A Zidane le encantarían Mbappé, Sadio Mané u otro goleador tipo Harry Keane. El francés y el senegalés desbordan y finalizan jugadas. El delantero del Tottenham tiene el gatillo que necesita el nuevo Real Madrid y reclaman en el vestuario. La postura del presidente es que hay que ser más realistas y prácticos con lo que ofrece el mercado. Hazard está a tiro, pero no es suficiente. Como tampoco le vale a Zidane quedarse con que Benzema parece que ahora tiene gol cuando está más cómodo si tiene una referencia arriba. Un primer espada que no es ni Mariano ni Raúl de Tomás o Borja Mayoral —los otros cedidos—.